Aquel domingo fuimos invitados a la casa de los papás de Zayn. Su madre nos había invitado a comer, según ella nos quería mostrar unos postres que había aprendido a cocinar.
-_____, que opinas de la casa? -preguntó Trisha con una sonrisa encantadora.
-Es hermosa, no debieron molestarse -Respondí y obtuve una risita de su parte.
-No hay problema, queríamos darte una sorpresa... -Dijo antes de dar un sorbo al refresco.
-Gracias de nueva cuenta -respondí con una sonrisa- Y aprovechando el momento, este postre esta muy rico.
-Me alegra que te haya gustado, puedes venir cuando quieras y te mostraré cómo se prepara -dijo y asentí.
El resto de la velada seguimos riendo, pero casi al finalizar las ocho de la noche decidimos irnos. Mañana debíamos ir a trabajar. Ambos éramos socios, él era dueño de la empresa de su padre y mi padre me había nombrado presidenta de toda la empresa.
Una vez al llegar a la casa, subimos a nuestras habitaciones. Deje el monedero sobre la cama y me puse unas pantuflas, trate de bajar el cierre del vestido pero mi brazo no alcanzaba. Maldiciendo me dirigí a la habitación de Zayn.
-Zayn, ¿Podrías ayudarme? -pregunte y me paré frente a él.
Con cuidado me bajó el cierre del vestido y mientras lo hacía depositaba besos por mi cuello hasta el hombro y se regresaba. Me acariciaba la espalda desnuda y varios escalofríos recorrieron mi espalda baja antes de girarme. Le quité el saco, la camiseta y lo besé. Me quitó el vestido quedando solamente en ropa interior. Me acuesta en la cama.
Me mira con ojos entornados, lascivos, carnales, y yo me siento impotente, pero al contemplar su hermoso rostro y percibir lo mucho que me desea, sonrío cómplice.
Se sube encima de mi y me baja con un dedo las copas del sujetador y deja mis pechos al aire, expuestos y vulnerables. Se inclina, besa y tira de mis pezones con los labios fríos, helados. Lucho contra mi cuerpo, que intenta responder arqueándose.
Siento como sus manos acarician mi cuerpo, luego lo siento alrededor de mi pezón derecho, mientras tira a la vez del izquierdo con los labios. Gimo y lucho por no moverme. Una desesperante y dulce tortura.
Jadeo en voz alta. En lo único que puedo concentrarme es en su voz y su tacto. Nada más es real. Nada más importa. Mi radar no registra nada más. Desliza los dedos por dentro de mis bragas y me alivia oír que se le escapa un profundo suspiro.
-¿Lista? -pregunta impaciente.
Asiento sin poder responder, las palabras no me salían de la boca.
Me besa de manera salvaje, pidiendo más. Con cuidado le retiro los pantalones y él se quita lo demás. Me ayuda a quitar mis bragas y en cuanto las avienta me mira dulcemente.
Sin decir nada entra en mí, suave y tranquilo. Pero conforme va pasando el tiempo tiende a ser más rápido haciéndome gemir y soltar gritos de placer. Siguió haciendo lo mismo un par de veces y después se acostó a mi lado.
Con las respiraciones agitadas nos acomodamos en la cama, me puse mi piyama y me volví a acostar. Cerré los ojos después de escuchar un "Te Amo" de su parte.
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Casados a la Fuerza -Z.M-
FanfictionSu vida estaba llena de problemas y aún así lo peor apenas comenzaba justo cuando su padre le dice que tendrá que casarse con un extraño.