Casados a la Fuerza -Z.M-

Capitulo 9

2:30am y Zayn aún no aparecía por ningún lado. Le llamé más de cinco veces, pero todas las había mandado al buzón. Seguía sentada en el sillón esperando a su llegada, hasta el ruido de la puerta llamó mi atención.
Zayn entró y cerró la puerta detrás de sí, se acercó a mí.

-______, cariño, te amo -decía y se balanceó, casi se cae encima de mi. Me quite de ahí y lo tome de los hombros.

Lo guié hasta la habitación. Le indique que se acostara, le ayude a quitarse los zapatos y baje a la cocina por un vaso con agua y una pastilla. Se lo entregué y me esperé a que se lo tomara.

Me acosté al otro lado de la cama y sentí sus manos en mi cintura.

-Te amo -dijo y sentí que me daba un beso en el hombro.

Cerré los ojos y caí profundamente en un sueño.

Las ojas caían sin cesar, el viento de otoño se hacia presente haciendo que revolviera mi pelo. Escuché las ojas crujir y volteé. Nadie. Seguí caminando y volví a oír, volteé y había una persona de negro parada justo en medio del camino.

-¿Que quiere? -pregunté tratando de ver quién era, pero tenía la cara oculta.

-Solo te digo que tu esposo te engaña, ten cuidado, no te imaginas quién es esa persona -dijo y salió corriendo.

Lo seguí pero cuando menos lo pensé lo había perdido, me paré en seco y miré a mi alrededor: Nadie se encontraba ahí.

Y ahí fue cuando desperté, cinco y media de la mañana, me levanté y me di un baño. Me puse de nuevo la piyama y bajé a tomar un café. ¿Porqué había soñado eso? ¿Sería alguna señal? ¿Zayn me engaña en la realidad? ¿Quién era esa persona? ¿Porqué me dijo eso? Miles de preguntas rondaban por mi mente y me bloqueaban.

Terminé de tomarme el café y subi a mi habitación, me recosté en la cama y vi como dormía pacíficamente, su respiración calmada y tranquila. Aún no podía digerir esas preguntas, aún estaban acumuladas en mi cabeza. Tomé el celular.

-Consultorio de la srta. Jane Brown, ¿con quien tengo el gusto? -preguntó la secretaria de Jane, una amiga de la secundaria.

-Habla ______ Lawler, espero que me recuerde -dije mientras sonreía.

-Oh, srta. Lawler, ¿desea consultar? -preguntó de nuevo.

-Sí, ¿que día hay cupo? -pregunté jugando con mis dedos.

-En dos horas, ¿esta bien?

-Perfecto, gracias -dije amablemente y colgué.

Guardé el celular en el cajón y unas manos me sobresaltaron.

-¿Con quien hablabas? -preguntó en mi oído haciendo que mi piel se erizara.

-Tengo una cita -dije y sonreí.

-¿Me engañas? -preguntó ofendido.

-Oh pero claro que si, con la doctora que me atenderá para ver cómo va mi bebé -respondí sarcástica y oí su risa.

-Nuestro bebé -corrigió y me acarició el vientre.

Sonreímos. Me giré a verlo, lo tome por las mejillas antes de darle un cálido beso. Me paré a cambiarme y me trajo consigo.

-Que pasa? -pregunté y me miró con sueño.

-Quédate un rato más junto a mí -me pidió y le sonreí.

-Estas loco, se hará tarde -dije y me volví a levantar.

Iba a caminar al baño pero me tomó por la cintura y me levanto, pataleaba mientras reía. Me acostó en la cama y se puso a mi lado.

-Por favor -pidió y me reí.

-Esta bien -dije y jugué con su pelo.