Dipper
El regreso a la cabaña fue silencioso y aburrido, aunque luego de "despertar" —cuando abandoné la Mindscape— lo único que quería hacer era echarme una buena siesta en mi propia cama sin que nadie me molestase. Pero como era natural, no me salvé de las bromas de Mabel.
—¿Qué hacías solo en el bosque, brobro? —había perdido la cuenta de las veces que hizo esa misma pregunta en los últimos cinco minutos, y las veces que se quedaba sin respuesta— Anda, ¿conociste a alguien?
Por supuesto que no había conocido a nadie, y su pregunta por alguna razón hizo que frunciera el ceño y la mirara con notable molestia. ¿Insinuaba que había conocido a alguien en el sentido que estaba pensando? ¿En serio creía que alguien podría reemplazar a Bill?
—Sí, Mabel, conocí a alguien y me voy a casar —bufé y giré los ojos, terminando de lavar el tazón en el que había desayunado.
—Uy, parece que alguien se despertó con el pie izquierdo —no respondí, simplemente tomé mi móvil y fui directo al laboratorio en busca del tío Ford.
Era suficientemente temprano para que la tienda aún se hallara sin turistas ni empleados —ni siquiera Wendy estaba en la caja, ni Soos arreglando algo—, así que fue cuestión de pocos minutos para estar a las espaldas del tío Ford, observando con él uno de sus monitores.
—Es una presencia extraña —me miró por sobre su hombro, mordiendo la tapa de su bolígrafo—, parece demoníaca pero ha estado hace ya algunas semanas y aún no afectó a ningún ser vivo que se le acercó. Los animales parecen muy a gusto, de hecho.
—¿Qué crees que sea? —pregunté a pesar de creer saber ya la respuesta; podría ser Bill, ¿no? La primera vez que se apareció fue en invierno, y quién sabe si desprendía esa misma energía que las computadoras de Ford estaban captando.
Al parecer notó mi sonrisa, porque soltó un suspiro y se puso de pie, colocando una de sus manos en mi hombro izquierdo.
—No lo sé, pero... estoy seguro que no es Bill.
—¿Cómo puedes estar tan seguro, tío Ford?
Él suspiró pesadamente, de nuevo.
—Chico, hipotéticamente, si Bill estuviera vivo la energía que liberaría su presencia no sería pacífica —negó lentamente, y llevó sus manos detrás de su espalda—. Bill... su energía es única. Poderosa y demoníaca.
—Podría haber cambiado, podría ya no ser malo.
Me miró unos segundos en silencio y volvió la vista a los monitores. Soltó otro suspiro y negó, y sin siquiera verme, preguntó.
—¿Por qué estás tan convencido de que sigue vivo?
—¡Tú mismo lo dijiste! —pasé mis manos por mi rostro con frustración— El verano pasado. Dijiste que esto le ocurría cada varios miles de años, no es la primera vez. Él está de vuelta tío Ford —no pararía de insistir hasta que me creyera—, ha estado visitándome en la Mindscape, e hicimos un trato. Uno muy extraño.
—Si en realidad estuviera en la Mindscape lo sabría, Dipper —negó lentamente, con la expresión seria. Probablemente no quería decir nada que pudiera herirme, pero que lo siguiera considerando muerto... dolía aún más que cualquier otras palabras—. Ya lo habría detectado.
—Es... —negué, mostrando las palmas en señal de rendición. Quizás podría intentar razonar con él otro día, quizás lograría convencerlo— no puedo tratar contigo.
Me marché del laboratorio antes de que pudiera decir algo u ofenderse, y si dijo algo, no le presté atención. En lo único que podía pensar era en Bill, y en que su ausencia estaba afectando, y no sólo a mí. Sentía como si el cariño que habíamos puesto en él se estuviera evaporando con el tiempo, y vaya que dolía.
—¿Estás bien, brobro? —me giré hacia Mabel, que estaba sentada en la mesada de la cocina, con un vaso de jugo Mabel en manos— ¿Discutieron tú y tío Ford?
—Algo así —admití, sentándome en la mesa con los brazos cruzados—. Mabel, tú me crees, ¿verdad? —me miró algo confundida, sin saber de qué rayos estaba hablando— Sobre Bill, él está vivo.
Se bajó de la mesada de un salto, y caminó hasta quedar junto a la silla donde estaba sentado. Se puso de cuclillas y tomó mi mano, dándole un ligero apretón.
—Dipp, ¿no crees que si estuviera vivo nos daría alguna señal? —me dio una mirada comprensiva. Conociéndola, estaba intentando sonar lo más tranquila posible y buscando las palabras correctas para no lastimarme— Ya sabes, si es que recuerda su vida humana con nosotros, ¿no crees que vendría de una forma u otra?
Guardé silencio un par de segundos. Empezaba a cuestionarme todo lo "vivido" con Bill en a mindscape, ¿y si tenían razón y ya me estaba volviendo loco?
—No sé, Mabel —negué vagamente con la cabeza, sin soltar su mano—. Estoy seguro de que él está vivo, y que me visita en la mindscape de vez en cuando —la oí soltar un suspiro y la miré, frunciendo el entrecejo—. ¿No me crees?
—Me gustaría creerlo.
Se puso de pie nuevamente, soltando mi mano, y se encaminó al fregadero para lavar el vaso en el bebió su extraño jugo Mabel. Sólo me quedé en silencio con los brazos cruzados sobre mi pecho y la espalda apoyada en el respaldo de la silla.
Puede que Bill estuviera vivo, y sólo se me apareciera a mí por el trato que habíamos hecho, ¿no? Después de todo, la primera vez fue sólo para saber lo que había hecho siendo humano.
Tendría que usar uno de mis "favores" para averiguar ciertas cosas.
—o—
GGGG bai.
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MindScape •BillDip•
FanfictionLa existencia de ese leve odio hacia aquel castaño que alguna vez amó ya era malo, pero, ¿qué tan malo era verlo únicamente en la MindScape? •Secuela de Conociéndome a mí mismo. •Yaoi (chicoxchico) •Lenguaje vulgar. Créditos de la portada: @BooksLov...