Dedicado a: GirlsWithTheBlueSoul sí, a las dos. 6u9 ❤
—o—
Dipper
Solté un par de risillas en cuanto mis pies tocaron el piso y bajé de un salto de la cama, para luego ir escaleras abajo y hablar con Mabel que, según Bill, estaba a punto de llegar. Me senté en el sillón de Stan, y esperé pacientemente a que la puerta se abriera revelando una castaña sonriente.
Más eso no pasó sino horas después, poco antes de la cena. Mabel llegó con una gran sonrisa y fue directo a su cuarto con la barata excusa de que estaba muy cansada y dormiría sin cenar. Aquello sólo me dejó bastante molesto, Bill me había mentido, tan solo quería marcharse.
—Si no le hubiera dicho eso —murmuré para mí mismo, ingresando a mi habitación—. A la próxima sé qué no debo decirle.
¿Qué pasó por mi cabeza en esos momento? ¿No me había puesto a pensar en que eso, obviamente, le molestaría o incomodaría? Si no se lo hubiera dicho, probablemente se habría dormido en mis brazos y podría abrazarlo más tiempo, sentir sus relajantes latidos, su respiración y su calor corporal. Mierda, si tan solo no hubiera sido tan bocaza.
Si de algo estaba seguro —o al menos, en parte —, era que muy a mi pesar, no volvería a decirle que lo amaba si él no lo hacía antes, aunque habían pocas probabilidades de que lo hiciera.
Solté un largo suspiro y me arrojé a mi cama boca abajo con los ojos cerrados para dormir, escondiendo mi rostro en la almohada con la esperanza de que me ahogara mientras dormía. El sueño me fue ganando poco a poco y me quedé profundamente dormido hasta el día siguiente.
Horas después desperté con el peso de algo en mi espalda, junto con las risillas de Mabel y sus amigas y el sonido que sólo Pato podía provocar, entreabrí mis ojos y bufé al ver esas amplias e irritantes sonrisas.
—Mabel, ¿qué haces en mi habitación? —hablé aún un tanto adormilado, sintiendo cómo el cerdo se revolcaba sobre mi espalda.
—¿Recuerdas que Pacífica dijo que adelantarían la fiesta de los Noroeste?
—Ajá.
—¡Llegaron las invitaciones! —exclamaron las tres al unísono, mostrando aquellos boletos dorados con grandes sonrisas.
—Y hay una para ti también —canturreó Candy, mostrándome uno extra.
—Tienes que ir, ¡habrán muchas chicas lindas para ti! —le siguió Grenda, dando un pequeño golpe al respaldo de la cama que sólo logró quitarme el sueño completamente y despabilarme.
Joder que sí me había alarmado por tan repentina sacudida a la cama.
—Sí, que pena que ni siquiera me llamen la atención las chicas —bufé y oculté mi rostro en la almohada de nuevo.
Hubo un silencio que empezó a irritarme, ¿acaso nunca habían oído a un chico decir indirectamente que le gustan las pollas?
—¿Entonces eres gay? —el tono de voz de Candy decía que estaba sorprendida.
—¡Chicas, les hablé del BillDip! —exclamó Mabel, oyéndose indignada.
—¡Era difícil de creer! —se excusaron, casi al unísono.
—Ugh, quiero dormir, Mabel —murmuré claramente malhumorado, cubriendo mi cabeza con la gran almohada.
—Dejemos solo al señor "me gustan las pollas" —rió Mabel, caminando hasta la puerta.
—Adiós —arrastré la palabra, dando a entender que se largaran lo antes posible.
Oí la puerta al cerrarse con bastante fuerza seguido de las risillas de las chicas que a medida que se alejaban disminuían su volumen. Solté un suave suspiro al saber que estaba nuevamente solo, y me senté en la cama estirando mis brazos hacia arriba.
Tomé mi móvil y revisé la hora, sorprendiéndome terriblemente.
—¿¡Las cinco de la mañana!?
Bufé y, al verme obligado por la falta de sueño, bajé a ver un poco de televisión, agradeciendo mentalmente que ni Mabel ni sus amigas estuvieran en la cabaña. Me apetecía estar solo y en calma, aburriéndome con las absurdas películas que sintonizaba el aparato.
Mi móvil vibró por, literalmente, veinte segundos seguidos, sin deterse siquiera un rato, y no sabía qué demonios hacer para que se detuviera. Le quité la batería, intenté apagarlo, hasta lo estrellé contra el piso y aún así, el móvil permaneció intacto y continuó vibrando.
—Ugh maldito aparato —me puse de pie en cuando dejó de vibrar y molestar, y caminé hacia la trituradora.
Mi humor no era el mejor en esos momentos, y empeoró cuando la pantalla del móvil volvió a encenderse revelando una elegante caligrafía.
“Parece que alguien se ha levantado con el pie izquierdo.”
Fruncí el ceño e intenté borrar esas letras de la pantalla del aparato, hasta que desaparecieron por sí solas y otro mensaje las reemplazó.
“¿Estás molesto?”
Giré los ojos con fastidio y encendí la trituradora, arrojando allí el móvil para luego marcharme de regreso al sofá.
Mi entrecejo se frunció de nuevo, el móvil estaba intacto en el apoya-brazos del mueble.
—Joder, que esto ya parece actividad paranormal.
—o—
When no sabés que pedo estás haciendo con tus fics JAJAJAJA :(
Odio los rellenos pero es necesario a.e
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MindScape •BillDip•
FanficLa existencia de ese leve odio hacia aquel castaño que alguna vez amó ya era malo, pero, ¿qué tan malo era verlo únicamente en la MindScape? •Secuela de Conociéndome a mí mismo. •Yaoi (chicoxchico) •Lenguaje vulgar. Créditos de la portada: @BooksLov...