Capítulo Veintiuno.

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Las paredes eran blancas, y lo único que resaltaba de ese

lugar eran las maquinas alrededor de la habitación. La

única luz que había era la que colgaba del techo. Era muy

de noche, intentó buscar algún reloj pero no había

ninguno a su alrededor. Miró hacia la ventana, y sacó una

conclusión de que eran las como las tres de la mañana.

Volvió a posar su vista en las paredes, y se dio cuenta de

que esa no era su habitación. A lo lejos, había una puerta

blanca con un pequeño vidrio por el cual podías ver

como la gente pasaba por detrás de esta. Anna estaba

tranquila observando las pocas cosas en su alrededor. No

entendía nada. Un doctor entró en su sala, y le sonrió al

ver que había despertado.

Le hizo algunas preguntas, y revisó cada uno de los

aparatos.

Anna se sentía totalmente neutra, no entendía que estaba

pasando pero eso no la inquieto, tampoco la puso

ansiosa.

— ¿Recuerdas por qué estas acá? —Le preguntó el

médico mientras iba al dispensador de agua, y en un vaso

sirvió para ella.

—No, ¿Qué pasó?

—Te desmayaste, te habrás dado un golpe en la cabeza,

¿de eso te acuerdas?

Anna volvió a negar con la cabeza, las últimas

veinticuatro horas se le habían borrado de la cabeza. El

doctor asintió con la cabeza, le dio una sonrisa y se fue.

Unos minutos después, su padre entró a la sala. Estaba

con las cejas fruncidas, y con una cara de preocupación

inexplicable. Al ver a su hija bien, una sonrisa se extendió

por su cara. Le besó la frente, y dejó el saco en la camilla.

— ¿Hace cuánto tiempo estoy aquí?

—Desde la una de la tarde de ayer —Suspiró y pasó una

mano por su cara, intentado relajarse. —, ¿No te

acuerdas de lo qué pasó?

Anna susurró un “No”, una pérdida de memoria de todo

lo sucedido en veinticuatro horas ¿Era posible? A pesar

de que estaba tranquila, no le gustaban los hospitales,

estos traían recuerdos e imágenes borrosas a su mente.

Algunos momentos pasaron por su cabeza a mucha

velocidad, tomó la mano de su padre, y le sonrió. No

sabía por qué iba a preguntarle tal cosa sabiendo que a él

le lastimaría pero, necesitaba hacerlo.

Let Me Die|Adaptada|Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora