Las paredes eran blancas, y lo único que resaltaba de ese
lugar eran las maquinas alrededor de la habitación. La
única luz que había era la que colgaba del techo. Era muy
de noche, intentó buscar algún reloj pero no había
ninguno a su alrededor. Miró hacia la ventana, y sacó una
conclusión de que eran las como las tres de la mañana.
Volvió a posar su vista en las paredes, y se dio cuenta de
que esa no era su habitación. A lo lejos, había una puerta
blanca con un pequeño vidrio por el cual podías ver
como la gente pasaba por detrás de esta. Anna estaba
tranquila observando las pocas cosas en su alrededor. No
entendía nada. Un doctor entró en su sala, y le sonrió al
ver que había despertado.
Le hizo algunas preguntas, y revisó cada uno de los
aparatos.
Anna se sentía totalmente neutra, no entendía que estaba
pasando pero eso no la inquieto, tampoco la puso
ansiosa.
— ¿Recuerdas por qué estas acá? —Le preguntó el
médico mientras iba al dispensador de agua, y en un vaso
sirvió para ella.
—No, ¿Qué pasó?
—Te desmayaste, te habrás dado un golpe en la cabeza,
¿de eso te acuerdas?
Anna volvió a negar con la cabeza, las últimas
veinticuatro horas se le habían borrado de la cabeza. El
doctor asintió con la cabeza, le dio una sonrisa y se fue.
Unos minutos después, su padre entró a la sala. Estaba
con las cejas fruncidas, y con una cara de preocupación
inexplicable. Al ver a su hija bien, una sonrisa se extendió
por su cara. Le besó la frente, y dejó el saco en la camilla.
— ¿Hace cuánto tiempo estoy aquí?
—Desde la una de la tarde de ayer —Suspiró y pasó una
mano por su cara, intentado relajarse. —, ¿No te
acuerdas de lo qué pasó?
Anna susurró un “No”, una pérdida de memoria de todo
lo sucedido en veinticuatro horas ¿Era posible? A pesar
de que estaba tranquila, no le gustaban los hospitales,
estos traían recuerdos e imágenes borrosas a su mente.
Algunos momentos pasaron por su cabeza a mucha
velocidad, tomó la mano de su padre, y le sonrió. No
sabía por qué iba a preguntarle tal cosa sabiendo que a él
le lastimaría pero, necesitaba hacerlo.