Capítulo Veinticinco.

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La fiesta había terminado, y la mayoría de las personas se

habían ido. Anna manejaba el auto de Alissya quien reía

en el asiento de Copiloto. Justin iba en el asiento trasero,

le pidió a la castaña si lo podía dejar en su casa, ya que

su auto se había roto… Alissya se sentó recta contra el

respaldo, y prendió la radio a todo volumen, empezó a

gritar la canción que sonaba, Anna no soportó tal ruido,

y la apagó. Cuando la rubia iba a quejarse, unas sirenas

de policía aparecieron detrás del coche.

Mierda.

Anna no tenía licencia para conducir este auto, no era de

ella… Además, tenia diecisiete, era menor de edad y lo

peor de todo, que no era muy buena mintiendo cuando

no conocía a la persona. Supuso que Alissya tampoco

tenía su licencia en su cartera ya que, era demasiado

irresponsable. Anna paró a un costado de la carretera, y

le pegó una cachetada a Alissya para que despertara de

su maldita nube.

—La policía nos va a arrestar si no cambiamos de lugares,

y haces que tú estás conduciendo, Alissya. —Le dio un

sacudón, y Alissya abrió los ojos muy ampliamente.

— ¿La policía? —Preguntó, y vio las sirenas por el vidrio

trasero, y entonces, entendió. — ¡Anna! ¡Muévete!

Pero, cuando quisieron cambiar de asientos, el policía ya

estaba contra la ventana, y le había dado unos golpes

para que estas la bajaran, y así fue lo que hicieron…

Bajaron la ventanilla, y el señor que tendría unos

cincuenta años apareció con todo su traje, y placa con

nombre y apellido.

—Licencia, por favor.

Alissya se la pasó a Anna desde su bolso… No sabía que la

tenía, y cuando el policía, notó que la chica que conducía

no era la misma que la foto, prendió su radio y habló con

la estación. Anna quería pegarse un tiro, literalmente. Su

padre iba a matarla.

El señor caminó hacia su auto, y la puerta de Alissya se

cerró.

—Tengo la patente, la arranqué del auto… ¡Arranca a

toda velocidad!

— ¡¿Qué?!

— ¡Mujer, arranca el auto! —Le gritó Alissya con furia, y

Anna apretó el acelerador…

La velocidad del coche empezó a subir, iban a unos

100km/h, el ruido de las sirenas todavía se escuchaba, así

Let Me Die|Adaptada|Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora