Rumbo inesperado

Capítulo 2

-Sab, te dije, tomaste demasiado- le dice mi amigo.

Sabrina estaba en el baño de Mía vomitando toda la mierda que había tomado, ¿Como llegó a todo esto? Bueno, fue algo así.

Horas antes...

Habíamos terminado de comer pizzas, eran cerca de las 11 y el boliche abriría a las 1:30 pero iríamos 2:30 aproximadamente. Yo ya había llamado a mi madre para que deje de llamar cada 5 minutos, le avise que saldría al boliche a lo cual me dijo que me divierta mucho porque estaría castigada los dos fines de semanas próximos, no me importó en absoluto ya que seguro volvería a salir y me dejaría ir, si no Felipe la convencía, siempre lo hacía cuando estaba "castigada".
Luego de eso fui con Simón y Fels a buscar bebidas porque nos olvidamos ese pequeño detalle para todo antes del boliche.
Ya con las bebidas en la casa empezamos a hacer juegos absurdos hasta que a Sab (la cual no estaba acostumbrada a tomar alcohol) me reto a ver quién de las dos aguantaba más.
Mi amigo me tiró una mirada de "no lo aceptes", ya que estoy bastante acostumbrada y tengo un buen aguante por más que no tome seguido, y para pelear a mi mejor amigo acepte su "reto" el cual sabía que ganaría.
David se entusiasmó con la idea y (ganándose miradas de odio de Fels) preparó los chupitos. Después de beber unos cuantos Sab estaba demasiado borracha y yo más o menos pero a comparación de ella estaba casi perfecta.
Y así empezó a vomitar todo lo que ingirió.

De nuevo en el presente...

-Lo siento amigo, sabes que me gustan los retos y más cuando de tomar se habla- le dije a mi amigo que me lanzaba miradas asesinas y miraba a la pobre y borracha de Sabrina con compasión.
-Cuando se le pase un poco la llevaré otra vez a su casa, llegaremos a las 3 al boliche pero bueno- dice Fels.
-Yo me voy con David- digo despacio e intentando escaparme, pero me agarra el pelo y me dice serio.
-Tu me acompañas porque ésta idiota por tu culpa está así.
-Ésta idiota es tu novia imbécil- dice la borracha Sab antes de seguir vomitando.

(...)

Fels y yo llegamos al boliche, los chicos nos avisaron que estaban cerca de la terraza así que allí fuimos y estaban todos sentados hablando, faltaban los de siempre, Simón y David que se habrán encontrado alguna chica con la que luego se irán.
-¿Todo bien?- pregunta Dylan sentado en uno de los sillones con Elliot a su lado.
-Sí, me costó un poco llevarla a su habitación pero la acosté, le avise a su madre que se encontraba mal pero no le di muchos detalles por las dudas que me empiece a sermonear con que tengo que cuidarla- dice Fels restándole importancia y matándome con la mirada.
-Chiiiiiicos que hacen acá sentaaados, vamos a tomarrrr y diverrrrtirrrnos- dice un borracho David que apareció de la nada arrastrando las palabras -Hey Ems, toma esssto, te va a gustarrr- y me entrega un vaso con un líquido azul sin esperar respuesta se va con una chica que cruzó hace unos minutos.
No pensaba tomar mucho esa noche, pero luego me acordé que tenía que aguantar a una madre molesta mañana así que para no darle vueltas a la cabeza tomé y tomé.
El gusto de la bebida era amargo y quemaba la garganta pero seguí tomando, perdí la cuenta de cuantos vasos fueron cuando llegue como al quinto.

(...)

Despierto en una habitación extraña, tardé en reaccionar que alguien me abraza por la cintura, me levanto y miro a todos lados, estoy en ropa interior en una casa que conozco perfectamente y una persona que posiblemente mate que también está en ropa interior.
Fels.
Dios, gracias, no es un tipo cualquiera ni un violador.
Intento despertarlo por las buenas hasta que me cansé, siempre tuvo un sueño pesado y más cuando llega del boliche. Su cara estaba serena y tranquila su boca entreabierta, hasta que empeze a moverlo y gritarle.
-¡Maldito despierta! !¿Qué hago aquí Felipe?!- le grito para que reaccione y me diga que sucedió.
-Caaallate, sigue durmiendo, luego te digo, aunque ahora que me doy cuenta ni yo me acuerdo- responde mi amigo con voz ronca y los ojos cerrados.
-No volveré a dormir Fels, son las 4 de la tarde y mi madre me va a matar- digo recordando a la mujer que me castigó ayer, no se que será peor si aguantar la resaca que tengo o a mi madre gritandome.
Fels se sienta de golpe y abre los ojos como platos.
-¡¿Que hora es?! ¡Mierda! Tenía que buscar a mi mama a las 12 en su trabajo- dice tomando su celular de la mesita de noche y viendo todas las llamadas perdidas que tenía.
-Te jodes, yo también estoy en problemas- le digo burlándome- Ahora, ¿Me puedes explicar qué pasó anoche?
-¿No estás recordando nada de nada?
-No, por algo te...- antes de terminar la frase se me pasa una imagen de lo que pasó anoche, no, no puede ser verdad- Felipe, no me digas que...
-¿Que recuerdas?
-Solo se me pasó una imagen de nosotros...
-Lo se.
-Fels, nos besamos.
-Yo no sólo recuerdo eso- dice agachando la cabeza.
-¡¿NOS ACOSTAMOS?!- le grito alarmada.
¿Yo? ¿Mi mejor amigo? Tiene que ser una broma.
Felipe siempre me hace bromas pero esta vez estaba serio mirando su teléfono, yo intentaba recordar pero no podía, sólo vagas imágenes, yo bailando, tomando, con mis amigos y cuando volví en el auto de Fels, pero sólo recordaba eso, el resto se borró totalmente y no sabía qué pensar, porque el hecho de acostarme con mi mejor amigo no estaba en mis planes, ¿En serio nos acostamos?
Mierda. Mierda y más mierda si era verdad.
-Fels ya dime qué pasó.
-No me acuerdo bien Ems, callate un rato, voy a darme una ducha y si me acuerdo o te acuerdas me dices y listo.
Y con eso se fue hacia el baño, tome mi teléfono y tenía sólo 2 llamadas perdidas de mi madre, lo cual es raro, pensé que tendría mínimo 5, pero igual la llamé.

<Conversación telefónica>
-Hola hija, ¿recién despiertas?
-Em hola, si... ¿No vas a gritarme?- escucho que se ríe.
-No hija, la mamá de Felipe me dijo que estabas en su casa, que llegaste muy temprano y te quedaste a dormir.
Eso explica porque no me llamó ni se preocupó, le debo una a mi segunda madre.
-Okey, en un rato voy.
<Fin de la conversación>

Busque unos pantalones sueltos y una camiseta de Fels, me los puse y me iba hacia la puerta cuando aparece el.
-¿Te acordaste de algo? Por cierto te saque ropa porque no me pienso poner lo de anoche, luego te la devuelvo.
-Claro no importa- dice refiriéndose a la ropa- Bueno si, ¿Quieres que te cuente o tienes que irte?
Volví hacia la cama en señal de que me cuente, si ya le avisé a mi madre que iría puedo llegar dentro de un rato.
Fels se sienta junto a mi y empieza a contar lo que pasó en la noche que yo no recordaba nada.