Capítulo 20

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Estábamos en el módulo de geografía, me estaba aburriendo muchísimo y quería irme de allí. Me sentía encerrada y deprimente.
Empezaba a recordar el accidente el cual me hizo sentir peor que siempre, estaba muy triste.
El medio módulo sonó, guarde mis cosas en mi mochila. Antes de que el profesor llegara me iría a la azotea, eran las 9:50 AM todavía y salíamos del instituto a la 1:30 PM.
-¿Donde vas?- dijo Fels mirando lo que yo hacía.
-Por ahí, volveré en el próximo módulo o no se cuando.
Sin decirle más me fui rápido, esquivando profesores y ocultandome lo que más podía llegue a las escaleras, ya arriba me senté.
Sin darme cuenta me fui acostando hasta que hice con mi mochila una almohada y caí en un profundo sueño.

Sueño

Estaba nerviosa.
Hugo, me estaba esperando afuera, iría a su casa a dormir o pasaríamos la noche de carreras, aunque yo tenía otros planes en mente.
Hace poco cumpli los 15 y quería que fuera mi primera vez con el chico que amo.
Ya con mi mochila con ropa preparada abrí la ventana, me trepe al árbol y baje con cuidado de no caerme ni lastimarme. Ya abajo salí por la puerta trasera y Hugo me esperaba apoyado en la puerta de su auto, fui hasta él y le di un beso en los labios.
-¿Donde iremos esta noche?- pregunté emocionada y nerviosa, mi corazón parecía que iba a salirse de mi pecho.
-Esta noche será especial preciosa- sus ojos eran totalmente sinceros, reflejaban amor y deseo.
Subimos a su auto y fuimos a su casa.
Esa noche fue la mejor, la noche inolvidable, en la que me hizo sentir como una princesa y me demostró todo el amor que sentía por mi

Fin del sueño

Despierto sobresaltada y con el pulso muy acelerado.
Cuando me di cuenta que había sido un sueño comencé a llorar desconsoladamente.
Lo amaba tanto.

(...)

Narra Ori

Todo se están yendo de mis manos.
La loca quiere que formalice mi "relación" pero no quiero hacerlo, la lastimare... ¿Qué me importa a mí? Hunter es otra más, otra del montón... aunque sabía tanto de ella y ella de mi.
Pero tenía que hacerlo por mi sobrina, la amaba y la necesitaba, de otra forma no voy a conseguir lo que tanto quiero.
Estaba estresada y cansada, eran las 7 de la tarde y miraba Netflix en mi departamento sola.
Empecé a dormirme cuando tocaron el timbre, me levanté con pereza y mal humor, abrí la puerta y una pelirroja estaba frente a mi.
-Hola Ori querida de mi corazón- por cómo dijo todo ya se que esta de muy buen humor- Cámbiate que saldremos- me guiño un ojo, beso mis labios y entró en el apartamento.
-¿Saldremos? ¿Dónde?
-Tu solo cámbiate como siempre, no puedes ir de pijama.
De mala gana caminé a mi habitación, me puse mis pantalones sueltos tipo militar, una remera algo corta negra y mis zapatillas del mismo color.
Ya en la recepción me iba hacia afuera (supuse que vino en su auto y que iríamos en el) pero Ems tomó mi mano y fuimos a mi moto.
No entendía su repentina visita, tampoco el porque íbamos en mi moto y porque salíamos de noche cuando era lunes, se supone que mañana tiene instituto. Pero no me importaban estas cosas cuando en consecuencia iba a estar junto a ella.
Sólo para ganar su confianza, nada más... solo eso.
-Pequeña, me tienes que decir a donde vamos para que conduzca.
-Claro que no, yo conduciré- dijo sonriendo y con un brillo en los ojos.
Nadie manejaba mi moto que no sea yo, nadie más. Pero su cara ilusionada, las ganas de darme una sorpresa se notaban.
De mala gana le di las llaves, le puse un casco y yo el otro, se sentó y la seguí.
Se quedó quieta, me miró.
-¿No me vas a abrazar?
-No.
-Que mal humor que tienes.
-Eres la primera persona que maneja mi moto que no sea yo, le haces un solo rasguño y te mataré- ella se rio.
-Ay Oriana, ¿Cómo olvidaste quién soy?- me quedé callada y en mi mente solo resonaba un apodo.
Estrella H.
Como bien supuse, aceleró como o más que yo, la abrace y fue más despacio. Tenía razón, el viaje era hermoso, siempre y cuando sea despacio y abrazando a esta chica.

(...)

Luego de un rato por la ruta, pasamos la cuidad abandonada, Emily dobló en un camino de tierra y yo empecé a confundirme.
Luego de un rato estábamos en otra especie de ciudad, callejones pequeños, edificios y casas, en algunas se veían unas pocas luces de seguro personas sin hogar que se quedaban aquí.
Empezó a darme mala espina el lugar, mucha gente andaba y nos miraba, parecía que iban a robarnos, pero algo llamó mi atención.
Llegamos a una calle muy grande entre edificios, mucha gente rondando nos miraba, entre todos logré ver a ¿Derek?
Ems paró la moto a un costado de la calle, se quitó el casco, cuando las personas la vieron dieron media vuelta y siguieron caminando, como si la conocieran y tenían prohibido mirarla.
A un lado Derek se acercaba a nosotras.
Choco la mano con Hunter, la abrazo y luego me saludo a mi. Le guiño un ojo a Ems, ésta sin decirme nada tomo mi mano y empezamos a caminar por la orilla de la calle.
Cruzamos a algunos jóvenes como nosotros, sonrieron a Ems con un aire de lástima, ella sólo les dirigió una mirada, a algunos ni eso, otros la saludaron y ella sonrió falsamente.
Doblamos en un callejón iluminado. En las paredes de los edificios que había a los lados había muchas fotos, velas prendidas y distintos objetos colgados sobre tornillos o estantes. En la pared de enfrente habían varios graffitis.
Era impresionante todo eso, miles de fotos por todos lados, pero Emily tenía la mirada clavada en el piso, caminaba y caminaba, hasta que llegamos al final del callejón y levantó su cabeza.
Me soltó la mano y se quedó mirando fija la foto de un chico, Price la abrazo por los hombros, ella tenía lágrimas en los ojos que batallaban por salir. Cuando la pelirroja no pudo más comenzó a llorar amargamente, me miró y se tiró en mis brazos, yo acariciaba su largo pelo suelto.
-Tranquila pequeña, tranquila, estamos aquí contigo.
Por más cosas que le dijera no dejaba de llorar pero tampoco hablaba, solo sollozaba y me partía el alma.
-Yo solo quiero volver a verlo- susurro en mi cuello- Pero no puedo.
Derek estaba a nuestro lado, solo miraba fijo la foto, se acercó y tomó una chaqueta de cuero que colgaba a un lado de la foto que tanto miraban.
Emily agarró la chaqueta y la abrazo.
-Sigue teniendo su aroma- dijo más calmada.
-¿De quien Ems?
Ella colgó la chaqueta de nuevo y me abrazo.
-De el, de Hugo.

Rumbo inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora