Capítulo 12

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Me desperté sintiendo un brazo en mi cintura, sin abrir los ojos recordé donde estaba y con quien, no se porque razón pero recordarlo me hizo sonreír.
-Hola pequeña.
Abrí los ojos y vi a una rubia sonriendo, no se cuando me dormí ni cuando me acosté, supongo que ella me trajo.
-Hola- digo sentándome.
Ese poco o mucho tiempo que dormí hizo que recuperará las horas de sueño perdidas, así que ahora me sentía mucho mejor y con más energía que antes.
-¿Tienes hambre?
-Si más o menos, ¿Qué hora es?
-Son la 1 PM
-¡¿Que?! Oh, mi madre me matará, mi madre me matará.
Cuando estaba por levantarme ella me tomo y me volvió a sentar. Se rió.
-Tranquila, no te matará, le dije que vendrías a pasar una tarde conmigo me dijo que no había problema.
-¿Hablaste con mi madre?- ¿Ella? ¿Por qué haría una cosa así?
-Si lo hice pero eso no importa.
Claro que importa, a mi me importaba... pensándolo bien, estoy en una casa enfrente al mar, no me importa.
Luego de eso comimos unos sándwiches muy ricos y hablamos un poco y reímos. Cuando nos callábamos había un silencio cómodo, era extraño cómo me sentía con ella, me sentía muy bien.
-Bueno, ¿Todavía quieres hacer tus 3 preguntas a cambio de darme una cosa?
Claro que quería, no podía ser tan malo lo que tendría que darle ¿Verdad?
Me quedé pensativa analizando cuál de todas las preguntas que tenía podía hacer
-¿Cómo sabes tantas cosas de mi sin conocerme? Por ejemplo, donde vivo, las clases que tenía hoy y todo eso- estaba por contestar cuando le advierto- No se vale la típica respuesta de "tengo contactos"
Soltamos una risa.
-Bueno, la verdad es que si tengo contactos, pero para ser más específica sólo hace falta preguntar a David, Simón o Sab- esa respuesta me confundió.
-¿Por qué incluyes a David y Simón? ¿De dónde los conoces?
Se quedó callada mirándome con sus ojos oscuros, luego de unos segundos contestó.
-Los conozco desde que éramos niños, somos unidos aunque no tenemos una relación muy cariñosa. Simplemente somos amigos los tres y salimos siempre que podemos o estamos mal, también nos contamos cosas si queremos pero ninguno le pregunta a otro sobre nada si no es necesario. No es que no nos interese, sólo que esa es nuestra relación.
Interesante, supongo que alguno de los dos la invitó el sábado con nosotros, es raro que no haya escuchado de ella antes.
Seguíamos sentadas sobre la manta, mirándonos, gire la cabeza hacia donde terminaba el balcón y también la baranda de madera donde hacía un rato estuvimos sentadas. Me paré y fui hasta ella. Quedé embobada mirando el paisaje, nunca había visto algo así.
-¿Por qué les dices a los demás que no se metan contigo? Dices que tienes un pasado que no contarás, eres fría y amenazas a los demás a la mínima que se acercan, ¿Por qué haces eso?
Me miró por primera vez algo sorprendida, parece que no se esperaba esa pregunta. Se quedó mirando un punto fijo a la nada, como recordando algo, pero en unos segundos volvió a mirarme como siempre.
-Soy así porque los demás me hicieron así, porque fui una persona que maduró rápido, porque no tengo la mentalidad de la edad que tengo, me han pasado cosas de las cuales no estoy orgullosa y no quiero recordar pero hay otras que me obligan a hacerlo. Soy fría porque si uno se encariña se vuelve débil, y no quiero eso. No te acerques o no esperes mucho porque muchas veces no soy lo que uno piensa, es preferible no esperar nada y sorprenderse a llevarse una decepción.
Me sorprendió totalmente su respuesta, esta chica si tenía un pasado y parecía estar sufriendo por eso, se veía reflejado en sus ojos, cada palabra que me dijo la escupió con desprecio y dolor.
-Si alejas a todas las personas por tu pasado o lo que sea nadie podrá ayudarte, no podrías ser feliz.
Ella me miró con un poco de enojo.
-No quiero ayuda, uno debe resolver su problemas solo. Y yo no busco la felicidad, yo busco libertad.
-¿Libertad? ¿A qué te refieres?
Me di vuelta dándole la espalda al mar, apoyando parte de mi espalda en la madera, ella aprovechó y se puso frente a mí, muy cerca, posó sus manos en mis caderas y con una sonrisa contestó.
-Lo siento pequeña, sólo eran 3 preguntas.
Ella se puso frente a mi me miró a lo ojos y comenzó a acercarse. Mi pulso se aceleró y miles de sensaciones recorrían mi cuerpo. Nuestras narices se tocaron y cuando estaba a punto de besarme se alejó.
Al instante me di cuenta, eso era lo que quería luego de las 3 preguntas.
¿Estuvo a punto de besarme? Una rabia recorrió mi cuerpo, ella sólo se alejó
-Llévame a casa.
-No te besé, no tienes que estar enojada- dice mirándome, ya no tenía el brillo en los ojos que antes vi.
-Me importa una mierda pero ya es tarde y debo irme, además me confundes y no quiero saber mas de ti, por favor llévame a mi maldita casa para no tener que ver tu cara- rodeo los ojos.
-Toma- dijo lanzándome la venda.
Más enojada aún tome y la puse en mis ojos, fui hacia la moto, tome el casco y me lo puse, no iba a abrazarla.
Se dio cuenta que no lo hice y aceleró.
En cuestión de minutos llegamos del horrible viaje que casi me caigo, le di las cosas y me lleve su mochila con mi ropa.
Sin decirle nada entre a mi casa ,que por suerte no había nadie. Deje mis cosas tiradas por mi pieza y me acosté enojada.
Casi la beso y ni se molestó, no quiero saber mas de ella, me confunde muchísimo, me dice que me alejé pero me "rapta" todo un día a esa casa que quien sabe donde es.
Minutos después tocaron mi timbre, baje enojada, ¿No era capaz de dejarme en paz?
-¡Vete de una puta vez!- dije apenas abrí la puerta, pero no era Ori. Fels estaba parado en mi puerta con cara confundida
-Oye ¿Yo qué tengo que ver con que tu estés de mal humor?
-Lo siento, pensé que eras...- no termine la frase.
-¿Que era quién?
-No nadie.
El me miró aún más confundido.
-Solo venía a ver si estabas bien porque no fuiste a la escuela y tampoco me pediste que venga a buscarte, ¿Estabas enferma?
¿Como que no le pedí que venga? Si le dije pero respondió que vendría otra persona, no lo entiendo.
-¿Tienes tu celular?
-No, lo deje en casa de una amiga.
-Oye debo irme, adiós.
Cerré la puerta en su cara, maldita Oriana, seguro fue ella quien mandó el mensaje pero ¿Cómo? Fels dijo que lo dejo en casa de una amiga, no lo entiendo.

Rumbo inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora