Capítulo 26

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Narra Ori

Una semana.
Una simple y maldita semana desde que Emily se fue. Sufro cada día, cada hora, minuto y segundo. No había momento que no la extrañara, mi única felicidad en estos momentos es Sophie, sin ella no se que hubiese hecho.
Había intentado buscar a Ems, por todos lados, pero nunca la encontraba. No contestaba mis llamadas, David no quería decirme donde estaba ella, en su casa casi nunca estaba.
Se iba a estudiar a la casa de algún amigo ya que eran sus últimos exámenes y decidí dejar de llamarla hasta que acabará con todo eso. Pero aún así no perdí el saber que hacía muchas veces.
El cuarto día de la semana fui a su casa, ella no estaba pero su madre si, me quiso echar y lo hizo, pero la mujer se cansó de que tocara su timbre y me dejó que le explique todo lo que sucedió. Nunca voy a olvidar su sorpresa en toda la historia y para mi suerte, me entendió y prometió ayudarme.
Yo estaba completamente enamorada de Ems, amaba como era, su pelo rojo, su humor, sus expresiones, su cuerpo... La amaba y no me iba a rendir.
Supuestamente me dijo su madre, ella llegó borracha el día que se enteró, la llevó David quien no estaba borracho por suerte, al otro día ella lloró hasta quedarse sin lágrimas. Su mamá estuvo todo el tiempo con ella y la convenció de que esta semana se centre en sus estudios.
Tenía una idea de como recuperarla, pero iba a necesitar ayuda, estuve preparando un par de cosas estos días y ya tenía todo más o menos listo.
Terminaba de repasar las cosas que tenía que comprar para que mi "plan" se lleve a cabo. A Sop la deje en casa de una amiga suya, la pequeña me pidió toda la semana para ir a su casa así que como tenía que salir la deje ir a jugar con su amiga. De paso buscaría los benditos papeles para la adopción porque de tan deprimida no he tenido ganas de hacer mucho, menos ver a la idiota de Miranda aunque sean unos simples segundos.
Busco mi teléfono, plata y mi mochila. Con todo me dirijo a la puerta cuando tocan mi timbre del portero eléctrico.
-¿Hola?
-Hola, ¿Eres Oriana?- pregunta la voz de un hombre.
-Si, ¿Quien habla?
-Baja y averígualo- miro extrañada el teléfono y cortó la llamada
Intrigada cierro la puerta del apartamento y bajo por el ascensor. En planta baja comienzo a caminar a la salida y hay un chico de espaldas a esta.
-¿Tu eres el que me llamo?- pregunto cerrando la puerta, el chico se da vuelta y...
-Hola hermana.
Mis ojos se llenan de lágrimas y me tiro a abrazarlo, él también se emociona pero, como los demás hombres, contiene sus ganas de llorar también.
-Izhan... Hermano- ya empezamos Oriana a llorar, últimamente soy una sensible. Si, en nuestros días las mujeres cambiamos de humor parece.
-Hermanita, estás distinta- dice cuando nos separamos, seca mis lágrimas con sus pulgares y yo le sonrío.
-¿Quién te dio mi dirección?
-Y quién va a ser tonta, el bocazas de tu amigo Simón- reímos juntos.
-¿Has vuelto para quedarte?
-Para quedarme contigo... y con mi hermosa hija- la miro con los ojos abiertos- Si... Ya lo sé todo, por eso vine y porque te extraño mucho también.
-Entonces sabelotodo, vayamos de compras para ejecutar mi querida idea, buscar los papeles y ya de paso nos ponemos al día.
Sonreímos y nos vamos de la mano como auténticos niños tontos.

(...)

-Asi que... mi hermana se ha enamorado- se ríe y yo lo fulmino- Quien diría que la ruda de mi hermana caería a los pies de otra chica eh- se sigue riendo en mi cara.
-¿Quieres pelear?- se pone serio.
-Y no sabes cuánto.
Comenzamos a golpearnos de juego, el tira mi pelo y yo tiro del suyo. Caemos al piso entre risas y me empieza a hacer cosquillas.
-¡Izhan!- me salen lágrimas de la risa y a él también.
Deja de hacerme cosquillas, con una sonrisa se levanta y me extiende una mano. Me levanto y observo que tiene un tatuaje en su brazo... un tatuaje de un faro.
-¿Y ese tatuaje?
-Oh, me lo hice hace unos meses, tiene un significado muy tonto pero importante para mí- dice con una sonrisa mirando su tatuaje.
-¿Que significa?
-Odio las personas que por mi humor o por como soy a veces crean que no soy buena persona cuando si de verdad me importas estaré contigo siempre- sigue caminando y yo lo sigo al lado- Y bueno, su significado sería que yo estaré con las personas que más quiero por más peleas que pasemos, yo iría con ellas hasta el faro del fin del mundo.
Era un tatuaje muy tonto, pero con un gran significado. Conocía a mi hermano y siempre supe que volvería a verlo. Yo con él y sus locuras también me iría hasta el fin del mundo.
Lo amaba y sabía que podía confiar en él siempre.

(...)

Íbamos con todas las cosas camino al auto de mi hermano... Era algo raro volver a su querido auto después de un año.
Recibí una llamada de mi suegra (En estos momentos no lo es pero yo le sigo diciendo así) contándome que Ems aprobó todas las materias y ya está en su último año de instituto. Me puse muy feliz por ello y le dije que la felicite de parte de una persona misteriosa. Si Emily sabía que hablaba con su madre posiblemente nos matase a ambas.
Luego de pasar por la maldita casa de Miranda (A quien no le dije que Izhan volvió) me dió los papeles con su firma entregándome por su parte la custodia de su hija.
Llegamos a donde teníamos que recoger a Sophie. Iba a ser la primera vez que iba a ver a su padre, yo estaba nerviosa y ansiosa. Izhan mil veces peor.
Encontramos a las dos pequeñas corriendo en la parte delantera de la casa, la madre de la otra niña (Una mujer de unos 26 años) sentada en el porche sonriendo y observando.
-Hola Ori- me da un beso en la mejilla.
-¡Hola! ¿Cómo se portó la revoltosa?- ella se ríe.
-Hermoso, jugaron toda la tarde, ambas se llevan muy bien- dice observandolas, ellas vienen con nosotras y yo alzo a So en mis brazos- Que venga cuando quiera, yo puedo cuidarla también si se te complica algún día.
Esta mujer era muy buena y comprensiva. Más conmigo que sabe que no soy su madre de sangre y aún así me hago responsable como si lo fuera.
-Claro, gracias- le sonrío, nos despedimos y voy hacia el auto donde un Izhan ansioso nos esperaba. Entramos y So se sentó en la parte trasera del auto, miro a Izhan.
-Hola, ¿Eres amigo de mi mamá?- le pregunta la pequeña sonriendo.
-Hola pequeña- se notaba la emoción de mi hermano- Este... yo...
-Sophie, será mejor que se conozcan en casa, ¿Quieres?- digo salvando Izhan. La niña con una sonrisa se encogió de hombros y nos fuimos directo a casa.

(...)

Los dos en el apartamento super nerviosos, yo por la reacción que podía tener la niña e Izhan para que no diga ninguna estupidez.
-Sophie, tú sabes que tienes un papá que se fue.
-Sí- responde ella.
-El nunca supo de tu existencia porque Miranda se lo ocultó todo el tiempo- mi hermano se arma de valor para seguir hablando- Tu papá se enteró hace muy poco que tú eres su hija y te quiere mucho- la niña sonreía muchísimo y yo también, Izhan estaba muy nervioso- Yo soy tu papá So, quiero que me digas así y quiero serlo para ti, si tú quieres.
La pequeña saltaba en el lugar, corrió a abrazar a Izhan quien lloraba de la felicidad. Cuando se separan la pequeña ríe al verlo y seca sus lágrimas con sus pequeñas manos.
-No es tu culpa papi, mi mamá era mala, pero yo te quiero- le dice sonriendo- Eres gracioso cuando lloras.
-¿Ah sí? ¿Gracioso yo?- la niña se pone seria, pero mi hermano empieza a hacerle cosquillas y la pequeña ríe como loca.
Los tres reímos mucho con la escena, Izhan deja de hacerle cosquillas y abraza a su hija.
-Yo no voy a ser como tú mamá, conmigo vas a ser feliz- le dice mi hermano acariciando el pelo de la pequeña- No tienes que tener miedo de mi, jamás te haré daño.
Estaba muy feliz, volví a encontrarme con mi hermano y él será feliz con su hija... Aunque en el fondo sabía que yo era feliz, me faltaba Ems.
Tenía mi libertad, pero me faltaba mi felicidad.

Rumbo inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora