Capítulo 3

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Ya era lunes por la mañana, la alarma que tanto odio suena avisando que ya tengo que ir al instituto así que antes de levantarme tomo el celular y le mandó mensaje a mi querido vecino.

-¿Vienes a desayunar o pasó por ti?

Fels vive con sus padres pero ellos se van muy temprano a trabajar así que es raro que no venga a mi casa a desayunar, ya que el solo y una cocina no es buena combinación si esperas que no se prenda fuego la casa.

-Emily, ¿Quieres que muera de hambre y queme la casa? En 15 minutos estoy allá, prepara el desayuno que tengo hambre.

La verdad, un manual de cocina no le vendría mal.
Termino de ponerme el odioso uniforme y hacerme una cola alta en el pelo, son las 7:05 y entramos a las 7:40, así que tenemos tiempo, lo cual es raro de nosotros porque siempre somos los que llegamos tarde.
Voy hacia la cocina arrastrando los pies, tengo mucho sueño y mis ojeras llegan hasta el piso. Toda la casa estaba en silencio hasta que se escucha la llave de la puerta y esta que se abre.
-Hola loca- dice Fels entrando en mi casa como si fuera suya, hoy está de buen humor, lo cual es raro a las 7 de la mañana.
-Hola tonto- digo y lo saludo con un beso en la mejilla.
Se sienta en uno de los banquitos de la isla que hay en la cocina y yo termino de preparar un café con leche,  tostadas y mermelada que se que le gustan, también corto un kiwi y lo pongo junto con mi desayuno, me gusta mucho esa fruta.
-¿Te has acordado todo lo que pasó la otra noche?- pregunta Fels mirando su celular y tecleando.
-La gran mayoría, oye, ¿Puede que Dylan estaba besando a alguien?
-Bueno si, ¿No te acuerdas quien es ese alguien?- por cómo se ríe mi amigo espero no ser yo.
-Ni que fuera Elliot que te ries- digo en broma.
-Pues bingo, al final si te acordaste.
La taza se me cae al suelo y el café de mi amigo por todo el piso, yo me quedo mirando perpleja a Felipe.
-¿Que mierda?- nunca estuve tan sorprendida en mi vida.
-¡Mi desayuno!- grita mi amigo mirando el piso.
-Callate que mis padres duermen- le doy un pequeño golpe en la cabeza.
-Bueno, te ayudo a limpiar pero me haces otro cafe- dice mirando al piso- Ah y por lo de Dylan y Elliot dijeron que nos explicaran hoy en el instituto.

(...)

Cuando llegamos nos dirigimos a quinto año, el nuestro y allí ya están Mad, David y Simón, Mía había tomado tanto y le cayó tan mal la poca comida que estuvo vomitando todo el domingo y hoy no iba a venir, así que faltaban los dos más importantes, Elliot y Dylan, ya que tienen que explicarnos qué era lo que pasó en esa fiesta y que significó ese beso, aunque pudo pasar por el alcohol que seguro tomaron.
-Hola chicos- saludamos Fels y yo.
-Hola- responden todos de mal humor, odiamos levantarnos temprano, odiamos los lunes, odiamos la escuela, pero faltan sólo 2 meses para las vacaciones.
-Oigan, ¿Qué hicieron ustedes después del boliche?- pregunta David.
-Si, eso, porque todos nos fuimos por distinto lado y tenemos varias versiones- agrega Madison
Nos miramos con mi amigo y me encojo de hombros para que el les diga.
-Por lo que nos acordamos nos besamos, cosa que nadie tiene que contar porque no quiero que Sab se enoje con ninguno de los dos- dice mi amigo mirándolos serio, hablamos sobre ese beso y quedamos que fue algo insignificante, no lo contaremos porque Sabrina se pondría mal y se enojaría por algo que no significó nada- Y bueno, Ems estaba por las nubes y yo no estaba muy distinto así que como pude fui hasta mi casa y esta tonta se había dormido- dice mirándome- Entonces la tuve que subir a rastras a mi habitación, le saque la ropa porque hasta dormida se quejaba de ella, yo también me cambié y nos dormimos, nos despertamos a las 4 PM... bueno, me despertaron a los gritos- dice fulminandome con la mirada.
Fels y yo habíamos dormido un par de veces juntos, pero nunca con poca ropa ni borrachos, por eso fue mi reacción al darme cuenta que estaba en la cama semidesnuda y con él igual que yo.
-Bueno, la sacaron bastante bien, yo no tuve muy buen final- dice Mad agachando la cabeza- Me desperté al lado de un chico que quien sabe de donde salió en mi casa y casi sin ropa también- yo me empece a reír descontroladamente imaginándome la cara de mi amiga al ver un chico cualquiera a su lado, repito que si las miradas mataran yo estaría ya desagrada
-Nosotros amanecimos normales, David se quedó en mi casa después de una corta fiestita en unas habitaciones de por ahí.- yo levantó la cabeza y lo miro perpleja, él cuando se da cuenta lo que pienso me mira con cara de asco y me aclara- En piezas diferentes y con chicas diferentes estúpida- reimos.
Debí imaginarlo, no es raro en ellos.
-Bueno, por lo que se Mía amaneció en su casa y apenas despertó tenía una resaca de mil demonios y ya había vomitado lo de la noche anterior y el desayuno- dice Simón que había hablado ayer con la chica.
-Nos falta saber la versión de los dos chicos mas importantes acá, y creo que todos tuvimos una buena resaca al otro día- digo y justo suena el timbre para avisar que debemos ingresar a las aulas.
Como era de imaginarse, Elliot y Dylan llegaron tarde (como la mayoría de las veces) así que nos tocaba esperar al recreo para saber qué sucedió.
Miro el horario, un módulo y medio de matemática, ¿Había algo peor? Ni en pesadillas.

Rumbo inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora