Capítulo 19

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Me despierto en el departamento de Ori y su amplia cama vacía, a mi lado sólo había una nota con su letra.

Perdón que no me quedé, tenía que trabajar y hacer cosas importantes, nos vemos en otro momento pequeña.

Sonreí, mire la hora 11 AM, me levanté con toda la pereza del mundo y me preparé un café.
Mientras lo tomaba busque mis cosas y las órdenes en mi mochila, luego le dibuje un corazón y una cara guiñando el ojo en el papel que Ori me dejo y me fui.
Cuando volvía a mi casa caminando mi celular empezó a vibrar en mi bolsillo, lo saqué y ví que era Price.

<Conversación telefónica>
-Hola princesa.
-Hey tonto.
-¿Esta tarde estás libre? Vayamos a tomar algo contigo y Miranda- entre muchas cosas que hablamos le dije que la había vuelto a ver e iba a mi mismo instituto.
-Claro, ¿En el lugar donde siempre íbamos?
-Okey, si, nos vemos a las 4.
-Adiós Derek.
-Bye bye.
<Fin de la conversación>

Llegue a mi casa y me sometí al interrogatorio de mi madre, le dije parte de la historia, que salí con Ori y me dormí en su casa, ella no estaba contenta pero dejo que me vaya a mi habitación. Comencé a resumir y estudiar para los exámenes de estos días y cuando fueron la 1 PM baje a almorzar.
Después de convencer a mi mamá de que me dejara salir con unos amigos a la tarde (Si, aunque tenga 17 años me sigue cuidando mucho a lo cual no me quejo) me bañé, vestí, peine y salí.
En el camino recibí un mensaje de Fels.

-Oye, ¿Quieres ver una peli? Hace mucho no nos juntamos una tarde a ver algo.

Me sentía mal por no estar con él hace tanto, pero la verdad era que si le contaba que voy a ver a Derek me iba a matar, él lo odiaba y yo lo entendía... Bueno, en parte.

-Lo siento amigo, saldré con alguien...

No obtuve respuesta, solo un visto por lo que supuse que se enojo al pensar que era Oriana, pero no tenía porque darle ninguna explicación, tampoco quería.
Cuando llegué a la confitería que siempre veníamos busqué con la mirada a los chicos.
Ví a Miranda sentada en una mesa con su celular en la mano, fui hasta ella y la saludé con un beso en la mejilla.
Hablamos de muchas cosas entre ellas pareja, está soltera y pretende seguir así, disfrutando de la vida, yo le conté muy poco sobre el tema de Ori, ya que no era necesario entrar en detalles ni nada por el estilo.
Minutos después llegó Derek y pedimos unos batidos de fresa, vainilla y chocolate.
Charlamos y reímos de cosas tontas y sin importancia, todos queríamos hablar sobre lo que pasó pero ninguno entraba en esa confianza hasta que Derek saco el tema.
-Oigan y a ustedes... ¿Qué les pasó luego de todo?
Los tres nos quedamos callados, para todos era difícil recordar eso, nos costaba asimilarlo y nos dolía no haber estado para el otro, aunque en el fondo sabíamos que no pudimos hacer nada.
-Para mi fue tan difícil asimilar todo, pero decidí alejarme por mí bien de todas las carreras, esa vez se nos fue de las manos a los cuatro- Miranda fue la primera en hablar, con la mirada perdida en un punto fijo.
-Si, eso seguro, todos estuvimos en peligro- dijo Derek.
Mis ojos se llenaron de lágrimas y un nudo se formó en mi garganta, todo lo sucedido no lo había superado del todo.
-Yo... yo caí en depresión- corrí mis pulseras donde tenía las cicatrices de mis cortes- Cuando me recupere... bueno, me refugié en Fels, él me ayudó mucho en ese tiempo, aunque seguí cortándome y hasta el día de hoy no supere todo- Derek secó la lágrima de mi mejilla con su pulgar y me sonrió- Hace poco deje de dañarme, pero jamás deje de extrañarlo.
-Te aseguro Ems, que todos lo extrañamos y mucho, todo aquello no debía acabar tan mal- Derek puso su mano sobre la mía y Miranda también- Pero siempre unidos en todo- yo asentí con la cabeza mientras todo volvía a mi cabeza.

Flashback

-Lo siento Emily, no pudieron hacer nada por el.
Derek me abrazaba con su brazo libre ya que en el otro tenía el yeso, yo lloraba desconsoladamente en su pecho.
-¡No tenía que morir mierda! ¡No tenía porque!
Lloraba y lloraba a mares, mi confidente en una camilla de hospital, Miranda se fue y Hugo...
-Señorita, el horario de visita terminó- dijo una doctora apareciendo en la puerta.
Abracé lo más fuerte que pude a Derek, me levanté y no lo volví a ver, no quería mirar atrás, no quería recordar, no quería vivir.

Fin del flashback.

Esa había sido la última vez que me cruce con Price a los 15 años, ahora lo volví a ver, luego de dos, casi tres años lo volví a encontrar y estaba como antes pero mucho más bonito.
Después de ese momento triste en la confitería pagamos lo que tomamos y nos fuimos, Miranda por su lado, Derek y yo por el nuestro, ya que este se ofreció a llevarme.
-¿Sabes? Sigo sosteniendo que Miranda es rara, se notó hoy, estaba algo distante.
Antes ambos decíamos que no era lo mismo el cómo nos tratábamos entre nosotros dos que con ella, siempre estuvo un poco más apartada de ambos.
-Supongo que siempre fue así.
Llegamos a mi casa y nos abrazamos, pero cuando ese abrazo termino quedamos muy cerca.
-Derek...- el me miro con una sonrisa.
-Esta bien, es pasado- dejó un beso en mi frente- Seguiremos hablando ¿Verdad?
-Claro-sonreí y entre a mi casa.
Cuando llegué oí a mi madre cantando en la cocina así que fui con ella, hacía rato no pasaba tiempo con mi viejita así que cocinamos juntas un rico cheesecake, reímos y hablamos, hasta que salió un tema que no creí del que hablaría.
-Oye hija, ¿Qué hay entre tu y Oriana?- Me quedé un momento quieta asimilando lo que me pregunto.
-Una amistad, ¿Por?
-Vamos hija, se que siempre fuiste heterosexual pero soy tu madre y no nací ayer, he visto que duermen juntas y las miradas que se tienen entre sí.
No podía creer lo que mi madre de verdad me decía, empecé a ponerme nerviosa.
-Bueno, este...
-Hija, no soy homofóbica, yo te voy a aceptar seas como seas.
Le sonreí y la abrace.
-Gracias mamá, no se que hay entre nosotras, supongo que vamos despacio.
Beso mi frente y sonrió.
-Da igual, ya me cae bien mi nuera.
Le hice un choque de caderas y sonreí.
Así pasamos hablando de cosas de la vida hasta que cenamos y fui a dormir, pensando en parte en Ori y otra parte en todo mi pasado.

(...)

Unos días después...

Me despierto con el ruido de mi persiana abriéndose, empieza a entrar la luz del sol. Abro un ojo pero en mi pieza no hay nadie. Me levanto extrañada y abro la persiana con solo el ojo abierto. Ori está parada en la escalera sonriendo.
-Buenos días pequeña- cierro los ojos, camino hasta mi cama y me tiró en ella- Hey levántate, saldremos de compras- gruño en respuesta.
-¿Por qué no entraste por la puerta?- mi voz es muy ronca porque recién me despierto.
-Estuve un buen rato tocando timbre, como nadie abrió supuse que estabas sola y durmiendo así que trepe- se sienta en mi cama a mi lado y empieza a acariciar mi pelo.
-¿Qué hora es?- seguía con mis ojos cerrados y tirada boca arriba en la cama.
-Son las 10 de la mañana- siento su mano en mi cintura y se inclina a darme un beso en los labios.
-Es temprano para ser domingo.
-Saldremos de compras, si en 10 minutos no bajas te busco y te cambio yo misma- deja otro beso en mis labios y se levanta.
Gruño y doy vueltas en círculos sobre la cama. Me levanto, abro los ojos y empiezo a buscar ropa. Unos shorts negros con una remera bordo suelta y sin mangas es lo primero que encontré y lo que me puse.
Después de ir al baño, "peinarme" y cepillarme los dientes baje las escaleras, encontré a una Ori batiendo un café y tarareando una canción.
-Me imagino que eso es para mi.
-Claro que sí pequeña- se da vuelta, deja la taza frente a mí y le sonrío.
En pocos minutos termino mi desayuno y salimos.

(...)

-¿Cuál es tu comida favorita?
-Con una hamburguesa de McDonald's yo soy la más feliz del mundo- Ori se ríe.
-Siempre comida chatarra Ems.
-Claro que si.
Habíamos terminado de comer nuestras hamburguesas y caminábamos por la ciudad. Salimos de compras por todos lados y se nos habían hecho las 3 PM cuando fuimos a comer pero a ninguna de las dos nos importaba.
Al ser domingo de tarde había varios lugares cerrados pero otros no, donde entrabamos y me probaba miles de remeras, shorts, jeans y todo lo que me gustase y encontraba.
-Que bonito ese- estábamos frente a una joyería, vi una cadenita color oro, con un pequeño corazón donde se abría y podías escribir o dibujar algo dentro.
-Lastima que está cerrada- dice Ori haciendo puchero, me pongo frente a ella y beso ese puchero.
-No importa- sigo sobre sus labios.

(...)

-Gracias por todo Ori, la pasé hermoso- digo sonriendo, la tomo del cuello y empiezo a besarla, ella pone sus manos en mi cintura. Realmente empezaba a querer mucho a esta chica.
-Siempre estaré para ti hermosa- separa nuestros labios y se queda mirándome con sus ojos oscuros.
-Tengo que irme- realmente no quería pero tenía que hacer cosas para la escuela- ¿Nos vemos otro día?
-Claro que si- le di un último beso y entré a mi casa.
Había pasado una hermosa tarde, me olvide por un buen rato de mis problemas y que mejor que con Ori. Me gusta que a veces me sorprende apareciendo de la nada, llevándome a algún lugar lejos olvidando a todo el mundo. La chica me hacía sentir segura y muy bien.
Pero ahora tenía otra cosa en que fijarme, la maldita tarea de matemática.

Rumbo inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora