Capítulo 15

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Llegamos a un edificio, dejamos la moto en el garaje dentro del edificio.
Una chica saluda a Ori, nos pregunta cómo estamos y nos deja ir. Entramos en el ascensor donde estaba hasta el piso 10, en mi mente rogaba que presione un botón con un piso alto... si, soy una niña, pero me gusta estar en pisos altos de los edificios.
Para mi suerte, apreta el botón con el número 8, sonrió inconscientemente.
-Eres bonita cuando sonríes aunque no se porque lo haces- me dice Ori sonriendo también.
-Vives en un piso alto- digo sin poder ocultar mi emoción, la rubia se ríe.
-Tienes un balcón por si quieres ir.
Me puse más feliz y sonreí mostrando todos mis dientes.
Unos segundos después llegamos al piso, había un pasillo con unas 6 puertas, todas con la letra H pero con distintos números. Nos quedamos frente a la H14, Ori sacó una llave de su bolsillo y abrió la puerta.
-Es muy hermoso.
La chica sonríe y va a la que supongo que es su pieza, yo me quedo en el living, mirando hacia todos lados.
El lugar no era ni muy grande ni muy pequeño, lo justo y lo necesario. Tenía un sillón el cual se hacía cama doble, una mesa y un gran ventanal a su lado, fui hacia el y se veía la hermosa ciudad. Mi sonrisa no se borraba, antes del ventanal había una puerta donde estaba la cocina, en ella había una muy pequeña habitación donde estaba el lavarropas. Todo estaba muy ordenado y limpio, el lugar olía a ella.
Fui en dirección donde fue antes Ori, era un pequeño pasillo, en frente al ventanal y la mesa donde habían 3 puertas, dos abiertas a la que se veía el baño y la habitación de la chica. Ella se encontraba dentro de esta donde había un televisor con una gran pantalla, un gran ropero y una cama para dos personas, como dijo antes había un balcón que no dude en ir a ver, corrí las cortinas y fui a su lado.
Ambas estuvimos calladas un buen rato, sentadas mirando hacia la ciudad. Era un silencio cómodo, ella abrazaba mi cintura y yo tenía mi cabeza en su hombro, hasta que me preguntó.
-¿Quieres saber de dónde conozco a Fels?- yo asentí, pero se quedó callada un rato como recordando todo, suspiro- Un día, hace bastantes meses, vine de donde yo estaba antes. Me quedé en casa de Sab ya que tenía que hablar con ella y arreglar unos temas, yo me había ido con mi hermano hace dos años de aquí, pero yo tuve que volver así que busqué este departamento, en esos días que estaba en casa de Sabrina no me cruce a tu amigo. Pero un día David me presento y asi conocí a Fels. Él venía cada tanto aqui para hablar porque decía que aunque tu eras su amiga y te quería había cosas que no podía decir a sus conocidos, entonces hablábamos, pero con el tiempo me conoció un poco más, supo que era amiga de su novia empezó a odiar eso... Con conocerme mas es que se sacó la duda de que si era lesbiana o aparentaba por mis actitudes, cuando supo que no solo aparentaba sino que era logramos odiarnos pero entre toda la mierda que yo vivía y vivo escuchar sus estúpidos problemas era más divertido. El odio o la rabia que nos sentíamos era mutua pero nos seguíamos viendo, hasta que un día vino desesperado y me contó que se acostó contigo- su cuerpo se tenso al decir eso, yo puse mi brazo también en su cintura y al instante se acercó más a mi si es que eso era posible y se relajó... era extraño, no éramos nada, pero parecía como si nos quisiéramos muchísimo, como si se hubiera puesto celosa por el hecho de haber estado con mi mejor amigo, aunque no haya significado nada para mi- Cuando me contó eso me reí a más no poder, pero luego te conocí y cambio todo lo que pensaba, ahora lo odio más por querer alejarte de mí... aunque tenga razón- lo último lo dijo en un susurro, pero lo oí igual.
Ori cada vez me intrigaba más, pero algunas cosas me cerraron cuando dijo eso, el día que desapareció vino aquí...
-Espera, el dijo que olvidó su teléfono en casa de una amiga y si venia a tu casa... ¡Por eso siempre sabias donde estaba! Tu tienes su teléfono- ahí me cerró todo y Oriana empezó a reír.
-Si tonta, aunque ya se lo devolví, ¿Ahora entiendes el porque siempre sabía dónde estabas? Cuando decias "Fels, pasame a buscar" en realidad era un "Mujer más hermosa del mundo la cual me encanta estar contigo eres la mejor, pasame a buscar"- empezamos a reír.
-Yo nunca diría eso- digo dejando de reír.
-¿Quieres apostar?- me mira con una sonrisa pícara.
Cuando quise correr ella me sostuvo y empezó a hacerme cosquillas, me acosté en el piso riendo y retorciéndome, Ori estaba encima mío riendo también.
-Basta Oriana- digo entre risas, ella se sienta a mi lado riendo, yo me secaba las lágrimas que me habían salido- Eres una estúpida.
-¿Segura?- pone sus manos donde antes estaba haciendome cosquillas.
-No no no, mentira.
Ella sonríe se levanta y me ofrece una mano para que me levante.
-Vamos a dormir, mañana tienes instituto y si no te llevo tu madre me matará.
-Claro.
Ya cambiada me acuesto junto a la rubia.
-Ori, ¿Te puedo preguntar algo?- ella me miró intrigada y asintió- Tú dijiste que antes estaba con tu hermano pero ahora no está aquí así que, ¿Dónde está?- ella se tensó cuando mencioné al chico, sus ojos me reflejaron enojo- Oye, no me digas, no debí preguntar.
-No Ems, no importa, sólo no me gusta hablar de él, otro día tal vez sabrás, ahora no estoy lista para hablar sobre el.
Yo solo asiento, me inclino y le doy un beso en los labios.
-Hasta mañana Ori- digo separándome de ella.
Gruñe porque me separé de ella, se que no quiere dormir pero no quiero ser un zombie mañana.
Cuando me doy vuelta ella rodea mi cintura, empecé a dormirme pero la castaña volvió a hablar.
-Emily- gruñí en respuesta- Se que Fels es tu mejor amigo, pero puedes confiar en mí por más que hace poco nos conozcamos y supuestamente tu eres heterosexual, no es necesario definir tu orientación, si te gusta estar conmigo esta bien y si no te dejaré en paz.
Le estaba dando vueltas al asunto, estos días no me detuve a pensar todo lo que cambió en mí, de un momento para otro me atrae una chica y en poco tiempo ya estaba durmiendo con ella en su apartamento, si, era una especie de "relación" acelerada, pero yo era feliz.
-Tal vez cambie mucho estos días pero no me importa, soy feliz y me siento segura contigo, pero si quieres algo serio que sea despacio, si soy una del montón no se que decirte.
Ella se quedó callada, se acurrucó más cerca mío y sentía su respiración en mi nuca, siento que sonríe y susurra.
-Por más raro que me parezca, no eres una del montón, no eres una mas.
Y así caímos las dos dormidas.

Rumbo inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora