Capítulo 10

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Narra Ems

Miro mi teléfono 1 AM, cuando lo quiero apagar este se me cae, por suerte la pantalla está bien, se me cayó por lo borracha que estoy, hasta me cuesta mantenerme de pie.
Luego de esa rara sensación cuando la idiota de Oriana se me acercó me enoje, así que empecé a tomar y creo que fue una mala decisión.
Todos se habían ido al boliche y yo me quedé sola.
Cuando organizaban para ir no paraba de pelear sobre quién iba con quién en los autos, así que malhumorada dije que no iría y nadie se opuso. Subí las escaleras a los tumbos y tropiezos hasta llegar al baño donde devolví toda la bebida, de verdad era una idiota por tomar tanto, no había necesidad de enojarme por algo tonto, pero esa rubia y su raro comportamiento me sacaba de mis casillas.
La había conocido un día cualquiera, sus ojos me intrigaron mucho y lo siguen haciendo, ¿Quién era esa chica tan rara? No tenía sentido, estaba segura de que nunca la había visto, ¿Cómo sabía dónde vivía? ¿Quien le dijo que venga esta noche con nosotros? ¿Por que me busco ella en mi casa? No entiendo.
Deje mis pensamientos a un lado e intentaba bajar las escaleras, pero me tropecé con mis pies en el último escalón y caí, pero no sentí dolor, nunca llegue al piso, alguien me había tomado en sus brazos antes que eso, cuando levanté la mirada, me encontré con su cabello rubio y sus ojos oscuros mirándome.
-Te llevaré a tu casa- dijo.
Pero no pude contestar porque caí en un profundo sueño.

(...)

Desperté en mi habitación, con mi pijama y una resaca de mil demonios, pero no solo era eso, tampoco estaba sola.
Me giro para ver a la persona con la que parece que me dormí ya que no recuerdo y cuando me doy cuenta quien es, le grito.
-¿¡Qué haces tú en mi habitación conmigo!?- ella abre los ojos tranquilamente.
-Otras me despertaron a besos, no me importaría que lo hicieras
-¿Besos? ¿Que? ¡Somos dos chicas!- respondo sacando su brazo de mi cintura de un tirón.
-Encima de quejosa, homofóbica, ¿Que importa que seamos dos chicas?
-No soy ni quejosa ni homofóbica, pero lamento decirte que soy heterosexual.
-No me lamento porque no me importa- se sentó a mi lado- Y nunca digas nunca- me sonrió pícaramente, me dio un beso en la mejilla y salió de mi habitación antes de que le siga gritando.
Me pasó la mano por mi cachete frustrada, ¿Por qué tiene que darme besos si no quiero?
El recuerdo de sus labios me hace estremecer, y vuelve a mi cuerpo la misma sensación que cuando estuvo tan cerca mío.
No es nada, es impresión y molestia lo que me da, o no lo sé, es muy raro.
Me levanto y voy a bañarme tal vez me olvide de la estúpida rubia teñida que apareció a mi lado ésta mañana.

(...)

Salí del baño y no había podido sacar la imagen de Oriana abrazándome esta mañana. Eran las 11 AM así que tenía tiempo de desayunar.
Fui hacia la cocina y estaba mi madre.
-Buen día.
-Hola- respondo de mala gana.
-Que humor hija, volviste temprano ayer- oh santa mierda, no me digas que vio a la idiota- Te trajo una chica, dijo que era tu amiga pero nunca la había visto hasta ayer, también que te habías dormido y estuviste muy mal así que te trajo.
Ay que divina, no se hubiera molestado.
-Así que le dije que se quede a dormir, iba a llevarle un colchón pero insistió en que no me moleste pero, ¿Quién era?
Y ahora ¿Que le decía? Nadie mamá, una chica por lo visto lesbiana que durmió abrazándome y me dio dos besos en el único tiempo que llevo conociéndola, me hace sentir extraño y me molesta.
-Una amiga de Sab que se ofreció a traerme y por lo visto me dormí- esperen, yo estaba dormida y ella tiene una moto, ¿Como hizo para traerme?
Termino de prepararme un café y empiezo a tomarlo.
-¿En qué me trajo? No recuerdo.
-En auto ¿Por?
-Pregunto por saber.
¿Auto? ¿De dónde sacó un auto?
Cada vez era más rara la situación, una chica loca, creída, desconocida, estúpida, y podría seguir pero no terminaría con todos mis aspectos negativos, porque todos me recuerdan a ella, apareció en mi vida hace un día y parecen años, ¿Quien es esta chica?

Narra Ori

Llegue a casa de David, deje el auto y tomé mi moto.
¿Que me importaba a mi esa pelirroja?¿Por qué la seguía persiguiendo?¿Qué te pasa Oriana? Sólo es una más, una del montón, no me hace sentir nada, pronto cambiaré su heterosexualidad y podré demostrarle que no siempre es lo que uno cree.
Cuando llegué a mi casa me esperaba lo peor.
-¿Donde estuviste? Estoy esperándote hace una hora- ya estaba enojada.
-Nada, deje a Hunter en su casa.
-¡Fuiste a dejarla anoche y recién llegas! ¿Que pasa Oriana? Es una del montón, solo tienes que hacer lo que te dije y luego largarte, no te debe importar la chica.
Es mas perra de lo que recordaba, ¿Quién se creía para controlarme? Yo puedo hacer lo que quiero, esa chica no me importa, solo estaba cansada y quería hacerla enojar, por eso me quedé dormida, pero pensé que me despertaría, normalmente no duermo más que un par de horas.
-Escuchame Ori, dije que volvieras por una sola razón ¿Escuchaste? Te detesto y sabes lo que pasara si dices algo sobre esto.
Me hervía la sangre, mis manos se transformaron en puños y mis ganas de romperle su maldita nariz aumentan, debo controlarme.
-Lo se, ahora vete- le digo con ira.
Ella toma su teléfono, me muestra su perfecta dentadura y me tira un beso al aire para luego irse.
Tome el florero que tenía más cerca y en cuestión de segundos se hizo pedazos contra la pared.
Verle la cara me enfermaba, saber que me podía controlar, que con un simple movimiento puedo romperle la cara pero no lo haré, cuando termine este trabajo no la volveré a ver, me iré y no tendré que observar más su maldita persona ni aguantar su presencia.

Rumbo inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora