Matteo cometió el error de obedecer a su padre cuando no debía. A causa de eso, perdió al amor de su vida: Luna, y junto a ello, abandonó su vida en Argentina y viajó a Italia junto a su familia.
Un año pasó, y ahora él está dispuesto a recuparla...
RECOMENDACIÓN: Reproducir "Contigo" de Río Roma en escenas marcadas por XX.
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[Luna Valente]
Llegamos al apartamento de Matteo y mis nervios comenzaron a aumentar. Tenía que decirle todo lo que pensaba y sentía después de enterarme de toda la verdad.
Podía notar que estaba feliz porque lo había defendido ante Lautaro. La verdad que me llevo una decepción por parte de él. No reconocí al amigo que conocí hace algunos meses. Definitivamente uno nunca termina de conocer a las personas; y esa frase queda perfecta para Matteo también. Estuve todo este año pensando que el chico fresa nunca se había ido, pero en realidad su amor por mí era tan fuerte que siempre intentó protegerme.
— ¿Te gusta? No es grande pero aquí me siento libre, al fin. —me dijo y sonrió. Eché una vista y la verdad que sí, era bonito y muy acogedor-.
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—Me gusta Matteo, me alegra que te sientas feliz aquí. Necesito hablar contigo. ¿Podemos? —lo miré-.
—Claro. Puedes sentarte en el sofá, traeré algo para que comamos y tomemos. —asentí e hice caso-.
XX
Mientras lo esperaba, me dediqué a observar cada detalle del lugar. Colores claros, todo acomodado y limpio. Hasta que... encontré en su mesita de luz una antigua foto nuestra.
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La miré por un momento y luego dejé de hacerlo ya que sentí sus pasos volver.
—Aquí tienes Luna; jugo de naranja para tí y chocolatada para mí. —me lo entregó y agradecí.
—Bueno... tengo que serte sincera y empezar a hablar.
[Matteo Balsano]
—Matteo... lamento todo lo que pasó. Lamento haber llegado a odiarte en aquel entonces. Pero no entendía nada sobre lo que pasaba. No entendía cómo aquel chico que había hecho todo por estar conmigo de un día a otro, me deja por otra. Caí en una depresión muy fuerte chico fresa, tú ni te imaginas todas las noches que pasé extrañándote, queriendo que vuelvas y a la vez decirte todas las cosas que tenía para decir. —tragé saliva-. Te necesité cuando descubrí que era Sol, pero gracias a Diosito, Ámbar me pidió disculpas y de alguna forma encontré ese apoyo que tanto quería. Sin embargo, éste no es el punto.
—Siento mucho lo que te hice sufrir Luna, nunca te mereciste nada así. Tú eres mi amore.
—Lo sé Matteo, y por eso estoy aquí. Para pedirte perdón, para decirte que confío en tí y te agradezco mucho lo que hiciste por mí.
—Yo por tí, bajo hasta la luna. Sabes que cambiaste mi vida, para una mejor. Y lo último que quería era alejarte de mí. Entonces... ¿Cómo seguimos?
—Me gustaría que empecemos de cero, que olvidemos todo lo que pasó. También quiero contarte mi verdadera historia. ¿Está bien?
—Sí amore mío. Como tú quieras.
Ella me abrazó. Era un abrazo de esos que solíamos darnos antes, que mostraban la ternura de ella y el amor que yo le tenía.
Mi Luna estaba de regreso. Y no me importaba si debía esperar para volver a ser novios; lo que ahora importaba era que confiaba en mí.
No quería soltarme, tenerla entre mis brazos era como estar en el maldito paraíso, con su perfume a vainilla y la calidez de su piel. Sin embargo, ella se soltó y nos quedamos mirando por un rato. Poco a poco me acerqué a ella, quería besarla. Pero no sabía si era lo correcto, ya que ella quería empezar de cero.
Mi corazón palpitaba con más fuerza a medida que estábamos más cerca. Ella me miraba pero no podía descifrar que era lo que pensaba. Estaba perdido ya en sus labios...
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¡Ayyyyy! ¿Será el primer beso Lutteo de esta historia? Espero que les haya gustado. ¿Quién quiere 💋?
PD: ¿Les gustaría que haga unos premios para encontrar talentos?
