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Alya me esperaba fuera de mi casa, miraba la hora, se suponía que nos juntaríamos después de clases, pero por culpa del akuma no pude llegar antes.
- llegas tarde- dijo seria
- es que en el camino me encontré con Adrien y...- no se me ocurría nada mejor, además, era la verdad... O una parte de ella.
- no se diga más, te perdono- dijo sonriendo- además, pude ver a Ladybug y Chat Noir peleando contra un akuma, tomé unas fotos increíbles- dijo mostrándome su celular.
- es genial Alya- le dije sonriendo.
-pero bueno, hoy he venido para organizar el mejor cumpleaños que haya tenido mi mejor amiga, así que comencemos.
- ¿y si lo hacemos en la plaza?- dije- para tener aire fresco- añadí.
- me parece una idea estupenda, vamos.
- espera, primero voy a buscar algunas cosas en mi casa, no me tardo- dije entrando.
Inmediatamente fui a la cocina para buscar galletas para Tikki, abrí mi bolso y ella salió rápidamente de él.
-hoy estuviste estupenda Marinette- dijo la criatura mientras comía una galleta que tenía en mi bolso.
-gracias Tikki- respondí con una sonrisa.
- pero me preocupa lo que Chat dijo- añadió
- a mí también...
Saqué un tarro lleno de galletas, normalmente hecho dos o tres a mi bolso, pero esta vez sentí que tenía que y echar más, no sé por qué, pero decidí confiar en mi instinto y saqué veinte galletas y las puse en mi bolso.
-¿por qué tantas?- se extrañó Tikki.
-no lo sé, solo sentí que debía echar más esta vez- dije encogiéndome de hombros.
Luego fui a mi habitación y saqué una libreta y un lápiz, miré a mi alrededor, ya no tenía un millón de fotos de Adrien por todas partes, ahora tenía fotos de los dos juntos, en nuestras formas civiles y como superhéroes también, Alya creía que era fanática del Ladynoir, y de cierta manera, tenía razón. Miré el horario de Adrien, él lo había puesto allí para que supiera dónde estaba si lo necesitaba, que tierno, pensé, a esta hora estaba en equitación, así que posiblemente no lo vería hasta mañana, al menos en su forma civil, pues a Chat le encantaba pasarse por aquí en las noches.
Bajé las escaleras y salí al encuentro de Alya, me dedicó una sonrisa y nos fuimos a la plaza.
-¿viste el akuma que apareció hoy?- me
dijo- creo que era uno muy poderoso.
-¿por qué?- pregunté
-¿no viste las avispas?
-por supuesto que sí, eran avispas corrientes- le respondí
-no eran avispas corrientes- aseguró- algunas tenían el poder de hacerte desmayar, otras de convertirte en avispa, otra de hipnotizarte, y otras de hacerte perder la memoria completamente.
-Wow... No me había dado cuenta- respondí.
Tal vez eso era lo que le preocupaba a Chat, pensé.
Cuando llegamos a la plaza, nos sentamos en un banco y comenzamos a escribir en mi libreta todo lo que necesitaríamos para mí cumpleaños, cuando te repente, Alya me tocó el hombro.
-Marinette, mira- dijo apuntando con el dedo.
-¿qué cosa?- dije intentando adivinar qué apuntaba- no veo nada.
-ahí- dijo- es una de las avispas de Le Avispé.
-no seas tonta- dije riéndome- Ladybug ya la venció.
-pero mira, es igual a las que tenía ella, mira sus antenas-me dijo- no son normales, son azules, como las del akuma.
Examiné la avispa un momento y me di cuenta de que Alya tenía razón, ¿pero cómo?, se suponía que con el Lucky Charm todo volvía a la normalidad. Decidí acercarme e intentar matarla.
-¡Marinette!, no lo hagas, puede ser peligroso- dijo mi amiga preocupada.
De pronto todo tuvo sentido, esto era lo que Chat presentía, esta avispa iba a causar daño, tenía que matarla. Me acerqué lentamente con mi libreta, e intenté golpearla con ella, pero la avispa la esquivó, ahora era una avispa furiosa, voló rápidamente hacia mi, pero la esquivé, nuevamente intenté golpearla con la libreta, pero no le di, ahora no la veía, la busqué con la mirada, pero no la encontraba por ningún lado, luego sentí un gran dolor en el brazo y de repente todo se volvió negro.
-¡Marinette!- fue lo último que escuché antes de caer y perder el conocimiento.

Si tan solo pudieses recordarme... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora