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No podía creerlo ¿tenía novio?, ¿desde hace cuánto tiempo?, lo miré un rato intentando recordarlo, pero nada, lo miré a los ojos, se notaba un poco nervioso ¿por qué?, estaba muy confundida.
-¿m-mi novio?- le pregunté al fin
- emmmm... Si
-¿y hace cuánto tiempo estamos saliendo?- pregunté
- llevamos 3 años juntos- me dijo muy seguro.
-bueno, pues... -no sabía qué decirle
-está bien, no tienes por qué recordarme, lo superaremos.
En ese momento vi sus ojos, y en ellos pude ver el gran amor que sentía por mi, era imposible que estuviese mintiéndome.
-gracias- le dije al fin.
-¿qué tal si ahora me haces preguntas?para que sepas más sobre ti- me dijo
- eso sería perfecto- le dije- ok, empezamos con lo más simple: me llamo Marinette ¿no?
- si, ese es tu nombre.
- ¿cuántos años tengo?
- en unos días cumplirás 18
-18...-intenté guardarlo en mi mente- esa chica...Alya ¿es mi amiga?
-si, es una amiga tuya
-muy bien...-estaba pensando en qué preguntar.
Estaba a punto de hacer otra pregunta cuando de repente algo dentro de mi bolso empezó a sonar, rápidamente lo abrí, tenía muchas galletas, un peluche, de algo que se parecía a una mariquita, y el que al parecer era mi celular, lo cogí rápidamente y vi quién era la persona que me estaba llamando, "Adrien", leí en voz alta, estaba a punto de contestar cuando Nathaniel me quitó el celular y colgó.
- ¿¡por qué has hecho eso!? -le dije, no podía creerlo
- es mejor que no hables con él- me contestó.
- ¿por qué no?- dije curiosa
- digamos que ustedes dos no se llevan muy bien... Creo que él podría usar tu falta de memoria para aprovecharse- dijo
- ah, perdona por haber dudado de ti... Sé que eres una persona en la que puedo confiar- le dije sonriendo.
- gracias- me respondió mirando el suelo.
- ¿qué era lo que me ibas a decir antes?- le pregunté
- ¿cuándo?
- antes de que supieras lo de mi memoria
Lo pensó un momento, pero luego me contestó
- ya no importa, no era nada
Aunque su respuesta no me convenció para nada, decidí que era mejor no preguntar.
En lo que quedaba de día, me mostró varias fotos de su celular, y me enseñó quienes eran nuestros compañeros de clases, profesores, quienes eran mis amigos y quienes no. Supe de personas con las que me llevaba muy bien, como Alix, Juleka y Rose, y de gente con la que me llevaba muy mal, Chloe y Adrien, también me dijo que no debía creerle a ellos, pues sólo sabían mentir, y que tenían algunos amigos que les seguirían la mentira, como Alya y Nino.
- ¿pero Alya no era mi amiga? - pregunté confundida.
- Se llevan bien, pero es muy amiga de Adrien, ten cuidado- me advirtió.
También me mostró fotografías de los grandes héroes de la ciudad: Ladybug y Chat Noir, me parecieron muy familiares, pero no logré recordar nada.
Después de unas horas, el cielo comenzó a oscurecer, ya era hora de volver a nuestras casas.
-Nath- le dije- ¿podrías decirme dónde está mi casa?
- por supues...- comenzó a decir, pero luego se detuvo, al parecer estaba pensando en algo que no había tenido en cuenta.
- ¿pasa algo?- pregunté
- no, nada... Sólo es que...emmm... ¿ no quieres pasar esta noche en mi casa?- preguntó.
- ¿¡en tu casa!?- dije roja como un tomate.
- si- respondió, también estaba ruborizado- tengo una habitación para huéspedes, puedes dormir allí, y así mañana te puedo guiar a la escuela- añadió
- mmmmm... Es-está bien- respondí un poco insegura.
Él me dedicó una sonrisa y me hizo un ademán para que lo siguiera... y así lo hice.

Si tan solo pudieses recordarme... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora