Esa mañana desperté con un rayo de luz que iba desde la ventana hasta mi rostro, miré la hora, todavía era temprano, seguramente Nath estaría durmiendo. Fui al baño para darme una ducha y luego me vestí con una falda roja y una blusa negra. ¿De dónde había sacado esta ropa?, pues Nath la había traído...de mi casa, fue ayer, al parecer había sacado de mi bolso mis llaves y había entrado a mi casa a buscar mis cosas, yo le había insistir en que podía volver a dormir en mi casa, pero él se negó, dijo que no era seguro que estuviese sola, no si aún no recordaba nada, al final insistió tanto que tuve que quedarme en su casa.
Cuando bajé, lo vi en la cocina, preparando panqueques, apenas di un paso, él se dio vuelta y me sonrió.
-buenos días-dijo con una sonrisa de lado.
-buenos días- le respondí, abrazándolo por detrás.
Sentí como ampliaba su sonrisa, luego se dio vuelta y quedamos a pocos centímetros el uno del otro.
-hoy es un día especial- dijo, y depositó un beso en mis labios.
- ¿y por qué?- dije sonriendo.
-hoy es tu cumpleaños.
-¿mi cumpleaños?- dije frunciendo el ceño.
-si, y hay que celebrarlo
Luego se fue a su habitación casi corriendo y volvió con un pequeño paquete.
-feliz cumpleaños número 18- dijo entregándome el regalo.
Le agradecí y luego abrí el pequeño paquete, adentro contenía un colgante de oro con la mitad de un corazón colgando.
-yo tengo el otro- dijo extendiendo otro colgante casi idéntico al mío- se complementan el uno con el otro, ¿ves?- dijo uniendo las mitades de corazón, encajaban perfectamente, formando un hermoso corazón- igual que nosotros- dijo y luego me besó, por supuesto, yo le correspondí, con una sonrisa en los labios.
Luego nos sentamos y desayunamos panqueques, cuando terminamos, lavamos los platos y nos fuimos al colegio.
Llegamos de los primeros como siempre y nos fuimos a sentar. Nath comenzó a decirme lo especial que iba a ser este día.
Poco a poco comenzaron a llegar los demás, algunos me deseaban feliz cumpleaños sin mucho ánimos, a otros parecía darles vergüenza, eso me desanimó un poco, no entendía por qué le desagradaba tanto a todos, pero Nath me animó, como siempre.
Después de unos minutos, la clase comenzó, pero había algo que me incomodaba, al final me di cuenta de que Adrien me estaba mirando fijamente, aunque tuviese que darle la espalda a la profesora, no sé por qué pero me sonroje inmediatamente, al ver esto él sonrió y se dio vuelta, Nath no se dio cuenta de nada. Cuando la clase terminó, Nath me dijo que iba al baño, que no tardaba nada, así que me quede esperándolo dentro del salón, sentada en uno de los asientos, de prontos sentí que alguien se sentaba a mi lado.
-Wow, cuando dijiste que no te demorabas nada, Nath, en verdad hablabas en ser-
-lo lamento no soy Nath-dijo Adrien interrumpiéndome.
-Adrien-dije abriendo los ojos como platos.
-si...feliz cumpleaños.
-g-gracias.
De repente se quedó mirándome a los ojos, y luego bajo la vista a mi cuello.
-¿qué es esto?- dijo tomando mi colgante entre sus dedos.
-regalo de Nath.
-déjame adivinar, ¿él tiene la otro mitad?
Sólo asentí
-yo también tengo un regalo de cumpleaños-dijo
Comenzó a acercarse a mi rostro, decidido a besarme.
Estaba confundida, no, no podía hacerle esto a Nath, pero, por Dios, cuánto lo deseaba.
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Si tan solo pudieses recordarme...
FanfictionTras un ataque provocado por un Akuma, Marinette pierde completamente la memoria. Nathaniel, dispuesto a aprovecharse de la situación, le hace creer que son algo más que amigos, y Adrien debe encontrar la forma de que Marinette recuerde todo su pasa...