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Maratón 2/3

Estaba en la plaza, todo era borroso, todo menos una chica que dibujaba en una libreta, lentamente me acerqué a ella.
-¿hola?- le dije intentando llamar su atención, más no me miró- ¿me podrías decir que está pasando aquí?- le dije, intentando nuevamente que se volteara.
Pero al parecer no me escuchaba, así que acerqué mi mano para tocar su hombro, pero cuando estaba a punto de tocarla, algo pasó: mi mano atravesó su hombro, como si de un holograma se tratase. Al principio me dio algo de miedo, pero luego me invadió la curiosidad, todavía no le había visto el rostro a aquella chica misteriosa. La rodee hasta quedarme frente a frente con ella, y entonces me di cuenta: esa chica era yo.

Estaba sentada, dibujando un vestido, entonces caí en cuenta de que no estaba sola: había un chico sentado a mi lado, rodeándome con el brazo mientras miraba cómo dibujaba. Pero no podía ver a aquel chico, porque, al igual que todo lo demás, se veía como una mancha borrosa. Supuse que sería Nath, ¿quién más iba a ser?, intenté identificar su rostro, pero fue inútil, era completamente indescifrable.
Me quedé así un rato, pero no pasaba nada nuevo, solo estaba yo ahí sentada, diseñando aquel vestido y, de vez en cuando, dedicándole una mirada al chico que estaba a mi lado, una mirada cargada de amor, así que asumí que definitivamente era Nath, aunque lo único que se veía nítidamente era yo.
-creo que está listo- dijo aquella Marinette.
-¿piensas hacerlo de verdad?- dijo el chico.
-por supuesto que sí, es más, mañana mismo voy a ir a comprar las telas- le respondí.
-¿vas a usarme de modelo de nuevo?- dijo el chico- la última vez tuve que usar ése vestido dos horas para que pudieras cortarlo bien- se quejó.
-entonces buscaré a alguien que lo haga mejor- dije juguetona.
-¿mejor?- dijo el chico ofendido- ¿¡mejor que yo!?, eso es imposible, yo soy purr-fecto para eso.
-si dices una sola broma de gatos de nuevo, te juro que buscaré a otra persona- dije entre irritada y en broma.
-nunca me harías eso, y lo sabes- dijo el chico acercándose más a mi.
-no lo sé... Nathaniel parece un buen partido- dije juguetona.
-¿¡el tomate!?, ¡ni se te ocurra!, ¡no te dejaré acercarte a él!- gritó el chico abrazándome.
¿Nathaniel?, así que el chico misterioso no era Nath... Qué raro... Tal vez sea un recuerdo de hace tiempo...
- eres un gato muy celoso, ¿lo sabías?- dije riéndome.
-los gatos protegemos lo que amamos... Además, estoy seguro de que le gustas a ese chico- dijo confidente.
-no seas paranoico, además, aunque le gustara, sería imposible que estuviéramos juntos- le dije.
-¿no te gustan los pelirrojos?- dijo en broma.
-no me gusta nadie que no seas tú- dije acercándome más a él.
Todo esto estaba confundiéndome, ¿quién era este chico?, ¿por qué estaba hablando así de Nath?, además él me dijo que salíamos hace...¿3 años?, era imposible que todo esto ocurriera hace más de tres años... Todo es muy confuso.
-te amo Marinette- dijo el chico.
De pronto todo se volvió claro, y pude ver perfectamente quién era el chico sentado junto a mi...
-te amo Adrien.

Si tan solo pudieses recordarme... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora