3- Camille Adams

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-Luke, no la saques. Por favor te lo pido, hazme caso una vez en la vida. - digo soltando un suspiro.

-Pero...

-Nada de peros. Ponme el altavoz.

-Okey. Ahí está.

- ¡A ver si me entienden pedazos de idiotas! ¿Como harán para subirse los tres a una motocicleta?

-Lo íbamos a averiguar cuando Luke saque su motocicleta - me responde Álex

-Si serán idiotas. -digo más para mi que para ellos

-Oye, te escuchamos - ese fue Austin.

-Hagamos una cosa, yo estoy a tres cuadras de la casa de Luke, salgan los tres a la puerta y yo los llevaré a la escuela.

- No deberías usar el teléfono mientras manejas- me regaña Alex.

Y ahí es donde corto la llamada para contestarle en persona, ya que he llegado a la casa de Luke, estaciono y me encuentro con mis tres amigos.

Si. Dije tres

TRES

T R E S

Esto se debe a un sueño extraño que tuve anoche.

Aunque ahora no es momento para contarselos. Lo haré más tarde, quizás después de la escuela, o después de mi siesta, la cual ya vengo planeando desde que sonó el despertador hoy en la mañana. Maldito lunes. Si, hoy es lunes y ya pasó un fin de semana más desde el de la maratón de películas.

En esta semana que pasó, todo transcurrió normal, por suerte.

Los chicos acaban de subirse en el auto. Austin como copiloto y Luke se encuentra en la parte trasera junto a Álex.

-Y bien, ¿ahora me dirás porque hablabas por teléfono mientras manejabas? - ruedo los ojos, otra vez con ese tema.

- Pues, porque tenía planeado tener un accidente - le respondo sarcásticamente a Álex y le sonrío inocentemente a través del espejo retrovisor.

Luke y Austin ríen al ver el enojo de Álex.

- Estaba usando el celular conectado al auto por Bluetooth. Es como si estuvieras en altavoz. - le aclaro a Álex, quien al oír esto sonríe.

- Pues que bueno, nose que haríamos sin la reina del sarcasmo - dice Luke haciendo una reverencia. Al oír esto, automáticamente dirijo mi mirada a Austin que tiene la misma expresión que la mía: confusión. Se supone que eso formó parte de una conversación en la cual solo participábamos Austin y yo.

- ¿Como te has enterado de ese apodo? - pregunta confundido Austin.

-Eh, el día que Sam tuvo que hacernos el desayuno, tu te fuiste y no volviste hasta que viniste a avisarnos que vayamos a la cocina. -deja de hablar por un momento.

-Sigue por favor - pido.

-Bueno, yo, al ver que tardabas, fui a buscarte y te encontré en la cocina hablando con Sam. -mueve sus cejas de la forma claramente menos sensual que halla visto en mi vida- y justo escuché la parte en que le decías reina del sarcasmo. Fin de la historia.

-Okey, por si no lo sabías, querido Luke, es de mala educación escuchar conversaciones ajenas- le digo terminando de estacionar el auto en la escuela, y finalizando de decir esto, saliendo del auto en modo diva.

¿Creyeron que yo fui la que se bajó del auto en modo diva?

Lamento decirles que no fui yo, fue Luke.

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