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55- Maldigo ser una glotona que come todo a su paso.

MATT'S POV

Juego con las llaves de mi auto mientras atravieso el jardín de la casa de Isa.

Toco el timbre y aguardo unos segundos, hasta que la mamá de la castaña me recibe.

-Hola señora Campbell. -saludo.

Hola, suegra.

-Hola cariño. -me saluda tan amable como cada miércoles- Pasa, Isa está en el patio trasero. Te estaba esperando. -me abre paso e ingreso a la casa, para luego atravesar el salón y la cocina, donde cruzo un gran ventanal y llego a destino. Todo normal y rutinario, como cada miércoles.

-Llevas cinco minutos atrasado. -me recibe Isa sentada en una hamaca paraguaya, con su laptop sobre sus piernas.

-Como todos los miércoles, cariño. -contesto acercando una silla plástica a la hamaca donde se encuentra.

-Cambiaremos el horario cinco minutos antes de lo que yo quiero, así llegarás a horario. -me lanzo a la silla y tomo un mechón de su cabello.

-Está sedoso. -comento observando la pantalla de su laptop- ¿Encontraste algo? -pregunto.

-¿Lo dices en serio? Cambié mi shampoo, pero creí que no se notaría. -se encoge de hombros y continúa tecleando.

-Isa, ¿Hay algo de información allí? -señalo la computadora.

-Nnnnnn... sí. -suspira y detiene el paso de sus dedos por el teclado- En realidad, nada de lo que buscábamos, pero encontré algo importante.

-Pues dime qué es lo que has encontrado. -insisto.

-No te gustará saberlo. -cierra la computadora y se sienta, para lo que yo supongo, poder mirarme al hablar. Espera poder notar en mi alguna emoción ante lo que debe decirme. Con ustedes, la futura psicóloga.

-No interesa, quiero saberlo igual, necesito saber esa información que tienes ahí. -señalo la laptop.

-Fue admitido en la UCA. -pronuncia con total lentitud.

-¿Qué es eso? -ante mi pregunta, Isa rueda sus ojos y suspira.

-Universidad de California. -explica.

-Pero... -consigo decir, con un mapa de los Estados Unidos en mi mente, tratando de localizar New York, y luego California. Si mis conocimientos geográficos no fallan...

-Es en la otra punta del país, lo sé. -se adelanta mi investigadora- Recuerdo que reprobaste geografía.

-¿Qué haré ahora sin mi mejor amigo? -relajo mi postura sobre mi cabeza y observo una de las sandalias que Isa ha dejado en el suelo.

-¿Qué haremos con Sam? -Isa me sigue.

¿Qué haremos con Sam? No lo sé, es más que obvio que ambos deben estar juntos, y ya no son ocurrencias y suposiciones lo que respaldan esta teoría, lo son hechos. Todas las cosas que Austin me ha dicho, cómo me las ha dicho, con ese brillo especial en sus ojos, es todo lo que recuerdo. Se puede tomar como un recuerdo melancólico relacionado a mí, porque sé que esas charlas no las tendremos más, o como uno relacionado a mi prima, si tenemos en cuenta ese brillo que desde que apareció no se ha ido. Al igual que el de Sam. No puede venir una estúpida universidad a arruinar a mi prima, luego de todos los malos ratos que pasó con los hombres en su vida.

-No podré verla mal. No otra vez. No sé qué haremos, ni como, pero no puede arruinarse, ella no lo merece. -mascullo.

-Estás furioso, y lo entiendo. -las palabras salen cuidadosas de los labios de Isa, y no hubiera notado que ese es mi estado en este momento si ella no lo hubiera mencionado.