-¿Necesitas ayuda? -pregunto entrando al cuarto de Austin.
-Si -suspira- no se como hacer que entre todo en la maleta. No sirvo para estas cosas.
Hoy Austin se irá a San Francisco. Aprovechará las vacaciones para visitar a su familia.
-No es muy difícil. -le digo alejándolo de la cama donde se encuentra su maleta abierta, la cual está repleta de ropa que no está doblada, sino que son pelotas de tela que para cuando lleguen a la otra punta del país estarán más arrugadas que un anciano de cien años.
Tomo entre mis brazos toda esa ropa y la suelto sobre la cama, a un lado de la maleta.
-Sam, aunque quieras no me quedaré. -escucho detrás de mí y no puedo evitar cerrar los ojos intentado mantener la calma, últimamente Austin ha estado insoportable.
-Idiota, volveré a acomodar esa ropa, no estoy haciendo ningún tipo de berrinche para que te quedes, no te quiero tanto.
-Bien, ahora el que debe preguntar si necesitas ayuda soy yo. -dice llegando junto a mi a mirar su maleta que ahora se encuentra totalmente vacía.
-Si, dobla la ropa que saque de tu maleta mientras yo guardo como se debe lo que quedó en el armario. -le indico tomando unas remeras del armario- ¿Cuando volverás?
-En un mes. ¿Tanto te preocupa cuanto tiempo estarás lejos de mí? -cuestiona y ahí es donde encuentro otra prueba de lo insoportable que ha estado. Espero que no tenga nada que ver con el... con lo sucedido en la piscina.
-¿Que te sucede hoy? Mejor dicho, los últimos días. -me corrijo.
-¿Como qué me sucede? -me replica.
-Estás especialmente idiota, no aguarda, la palabra no es idiota, es egocéntrico. -le digo ofreciéndole una sonrisa falsa.
Me devolvió mi sonrisa pero con una sonrisa de lado, totalmente egocéntrica y arrogante, agh. ¿Ya dije lo estupido que está?
Suelto y acomodo las remeras dentro de la maleta y vuelvo al armario en busca de más ropa.
-Sam.. -dice y emito un sonido con mi garganta para darle a entender que lo estoy escuchando- ¿Estás enojada?
-No.
-Entonces habla. Porque pareces enojada.
¿Este chico no entiende que el no significa si? Al menos en idioma mujer, el no, tiene muchos significados.
Prefiero seguir ignorándolo.
-Estás enojada. -sentencia.
Si, es obvio que estoy enojada, es un idiota y recién se da cuenta. Bueno, en realidad no estoy enojada, solo molesta. Me molesta que tenga esa actitud.
-No te enojes, enojona. -dice y no puedo evitar sonreír conteniendo una risa. Esa palabra no se si existe, pero lo que si sé es que suena extraño.
-No me enojo. -ya se que dije que lo ignoraría, pero es que conociéndolo se que no dejará de insistir.
-Entonces deja de ignorarme.
-No te estoy ignorando.
-Si lo haces, bueno, ahora no porque básicamente lo estás negando, pero antes lo hacías. ¡Ya lo sé! -prácticamente grita y sale rápidamente de la habitación.
Ya hace media hora que se fue, y se fue de la casa. Eso lo sé porque escuche la puerta de entrada y luego lo vi por la ventana en su auto, realmente no tengo ni la más mínima idea de a dónde fue, pero es su problema, yo estoy cerrando su maleta, la cual ya terminé de hacer.
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Teen Fiction-Sam, ven aquí. Austin ya llegó. Desde ahí, todo cambió. Tengo mi grupo de amigos de toda la vida, ¿Entendieron eso, no?, MI grupo de amigos. Oh, olvidé mencionar que puedo llegar a ser un poco, tan solo un poco, celosa. Bueno, volviendo a lo que...