25- Es una taza mágica.

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-Se esperan temperaturas bajo cero en esta semana. Continuará nevando a lo largo de esta misma pero se espera que sea la ultima nevada de la temporada. -dice el reportero del clima del noticiero.

Marzo. Luego de la primer semana de enero, volvimos a la escuela. Y en menos de dos meses tendremos al fin las merecidas vacaciones.  

Se que parezco una abuelita mirando el noticiero, pero la verdad es que mi madre lo está mirando y no me queda opción.

-¿Samantha Harries mirando el noticiero? -se sienta Matt junto a mi. Que bien me conoce.

-Mi madre lo estaba mirando y como yo estoy aquí termino por mirarlo. Sabes que lo odio. -ruedo mis ojos.

-Pero si Anne no está aquí. -me mira confundido.

-Esta en la cocina controlando que la comida no se le queme. -contesto volviendo la vista a mi celular el cual estaba usando hasta que mi molesto primo llegó.

-¿No deberías estar estudiando? -pregunta y ruedo mis ojos nuevamente.

-Matt, tú estudias cuando quieres y si quieres así que no tienes derecho a pedirme a mi que lo haga. -lo miro- sabes que estudio siempre el día anterior porque si comienzo antes me olvido de todo lo que estudie.

-Pero tu deberías... -comienza mi primo pero suena el timbre.

-Yo voy. -dice Matt parándose. Pero yo ya me había parado así que opto por seguirlo a la puerta.

-Sabia que te encontraría aquí -le dice Austin a mi primo- Necesito que me ayudes.

-¿Sucedió algo? -pregunto.

-Tú también me ayudas. -dice evitando mi pregunta.

-Vayamos al jardín trasero. -digo para luego tener a ambos siguiéndome de camino a este- Mamá, estamos en el jardín, esta Austin también. -aviso al pasar junto a la cocina.

Una vez en el jardín nos sentamos en el césped en una ronda, pequeña, pues somos tres personas.

-Cuéntanos que sucedió.

-Bueno.. mis padres.. -dice y se rasca la nuca, como si no quiera decir lo que dirá.

Se produce un silencio que no se cuanto dura, pero no me da buena espina.

-Dilo de una vez -pide Matt. 

-Mis padres quieren volver a San Fransisco. -suelta rápidamente y no levanta la vista de sus zapatillas. 

-Hay que hacer algo. No puedes irte. -digo.

-Sam tiene razón. -concuerda Matt.

-Por eso mismo vine. Necesito que me ayuden. Necesitamos un plan. Un plan, o lo que sea que se les ocurra, acabo de llegar, no quiero volver ahora que aquí reconstruí mi vida. ¿Entienden eso? -suelta alterado.

-Tengo una idea. ¿Luke se lleva bien con tus padres, no? -pregunto con calma, porque sé que si lo sigo en su ataque de nervios será solo para empeorar las cosas.

-Si. -responde mirándome. 

-Entonces, tu -digo señalando a mi primo- llamarás a Luke y le dirás que venga aqui ahora, y tu -esta vez señalo a Austin- vienes conmigo. Matt estaremos en mi habitación. Ve allí una vez hayas hablado con Luke.

-Si, capitana. -me responde Matt- no hagan cosas asquerosas en la habitación. -nos grita una vez que estamos entrando a la casa a lo que yo decido dejarlo pasar, no tengo ganas de discutir, no dudo que en un rato tenga otra posibilidad de discusión.

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