Los Populares

64- Zoey, el caballo de Troya.

¿Vieron esos momentos en los cuales estás siendo tan feliz y no puedes creer que todas esas cosas le estén pasando a uno mismo? Algo así es la vida constante si eres popular. O al menos así te la pintan en las películas. Pero siempre el reinado de aquel grupo considerado superior en el climax del drama en la historia cae. Bueno, eso es lo que está sucediendo ahora, por más que en las películas los populares sean grupos de arpías y mononeuronales y nosotros no le hayamos hecho mal a nadie, al menos conscientemente. Tenemos nuestros problemas internos y yo creo que, aunque algunos le llamen autodestrucción, la situación la que nos encontramos es todo lo contrario. No nos estamos tirando abajo nosotros mismos. Es la gente de afuera la que nos está destruyendo, y lo único que hemos hecho mal ha sido dejar que personas como Zoey se nos acerquen y conozca cosas internas del grupo, para así destruirnos desde adentro. 

Ahora mismo soy un desastre al igual que todos en la habitación, y la situación mucho se asemeja a esas escenas que van en cámara lenta en las películas y muestran una batalla campal. Somos muchas personas, con muchos conflictos por resolver, y mucha ira dentro nuestro a causa de ellos. Pero también mucha angustia y miedo. Tengo miedo de volver a estresarme con todos gritándole a todos una vez que algunas verdades salen a la luz, pero no me iré. Tengo las herramientas para evitar que eso suceda y utilizaré el cargamento pesado si es necesario. Tomo de mi mochila, que está junto a mí en el suelo, una équeña pastilla blanca, y, tras partirla por la mitad, paso una de las mitades con un trago de agua. Guardo la otra mitad en el pastillero. Eso será suficiente. Me levanto del suelo, con un peso menos encima porque no me debo preocupar por mi salud mental, 

-¡Por el amor de dios! -grito. -¡Vayamos por partes! -todos hacen silencio y me miran. 

-¡No puedo esperar para conocer las razones por las cuales Austin se habla con mi loca ex que me hizo creer que sería padre solo para no aceptar que es una zorra! -Luke está rojo por la agitación que supone gritar. 

-¡¿Qué crees que me sucede a mí?! ¡Yo tampoco entiendo por qué mi novio habla con tu ex! ¡¿Sabes la cantidad de cosas que he estado imaginando desde que vi que ella le había enviado un mensaje hace una semana?! 

-¡No estoy haciendo nada malo por favor, creanme! -Austin da un paso adelante y se para entremedio de los dos, y alterna su mirada entre ambos constantemente. 

-¡Entonces dí qué estás haciendo, porque como le estés montando los cuernos a mi prima...! -Matt deja su amenaza a medias porque mi novio lo interrumpe. 

-¡Matt eres mi mejor amigo! !Tú más que nadie deberías saber que nunca haría nada para herirla! ¡No con lo que me costó estar con ella! -me señala y me deja perpleja por algunos segundos su última frase. No es momento para romanticismos.  -¡No como tú, que eres un cobarde y no te animas a decirle a Isa que estás enamorado de ella! 

Okey, esto está bastante intenso. Miro a mi mejor amiga, y la descubro mirando fijamente la nuca de Matt, quien, si las miradas matasen, ya habría matado a mi novio.

-¡No se hagan los sorprendidos, todos sabíamos eso! -exclama Alex. 

-Es verdad, incluso yo me había dado cuenta. -Vanessa se ríe un poco, supongo que con la intención de aligerar el ambiente, pero fracasa estrepitosamente. 

Desde mi lugar en la habitación puedo ver como Isa se acerca a Matt y rezo por que esto termine bien. 

En el nombre del padre, del hijo...

-Dijimos que lo haríamos con dos condiciones: primero de que sea un secreto y segundo, de no involucrarse románticamente el uno con el otro. -Isa gira a mi primo por el hombro y clava sus ojos en los de él.