El cielo comenzaba a tomar tintes rojizos, el sol comenzó a esconderse tras el horizonte. La ciudad parecía estar cada vez más vacía, solitaria, obscura. Era el efecto de la soledad, medité muchas cosas que pasaron a lo largo del año, me acomodé de nuevo en mi escritorio y miré mi celular; en el salvapantallas, aún tenía la foto de Adrían viendo por la ventana de su oficina. Mi foto favorita. Tenía que terminar mi trabajo, tenía muchos documentos que revisar, todavía faltaba que me enviarán algunos papeles de presupuesto y riesgos de la inversión, mañana tenía 2 juntas en el banco y otra al final del día con Elizabeth Rutherford que se suponía que me daría el visto bueno para iniciar con la construcción de mi restaurante.
Durante toda la noche, me la pase redactando emails, tomando café y terminando el papeleo pendiente; cuando menos me di cuenta me quede dormida sobre el escritorio.
A las 3 de la mañana me desperté repentinamente al escuchar el tono de llamada de mi teléfono, tenía 3 llamadas perdidas de Adrían, pero estaba demasiado cansada como para discutir con Adrían, así que decidí apagar mi teléfono e irme a la cama. Me quite la ropa y me puse mis pantalones de la pijama, más cómoda, miré mi reloj de noche, tome unas pastillas para dormir como últimamente lo había estado haciendo e inmediatamente me quede dormida.
Me despertó de nuevo el fuerte golpe propiciado afuera en el pasillo; de nuevo se escucho el mismo golpe, estaba un poco mareada por la pastilla así que no podía abrir bien los ojos, eché un breve vistazo a el reloj de noche y eran las 5 menos 10 de la mañana, había dormido 2 horas. Otra vez el mismo golpe, pero esta vez más cerca. Me levante sobresaltada, caminé hacía la puerta descalza, para poder escuchar más de cerca, puse mi oído sobre la fría puerta y esperé a escuchar de nuevo el ruido, esta vez la puerta tembló. Me alejé de la puerta y corrí asustada a mi dormitorio intentando no caer, traté de prender mi iphone pero estaba muerto, tome el cargador, que se me cayo repetidas veces de la mano de los nervios. Otro golpe seco pero esta vez, se escucho la puerta caer. Ahogué un grito con mi mano y corrí al vestidor, me metí entre mi ropa y esperé. Había dejado el celular sobre mi mesa de noche. Escuche varías voces, de 2 hombres al parecer caminando por toda la casa, tirando todo, escuche como rompían algunos platos de la cocina y como tiraban el librero de la sala; el ruido cesó por un largo minuto y entonces, entraron a la habitación.
Primero, escuche que uno de ellos empezaba a hablar pero en otro idioma y el otro no contestaba, solo buscaba. Uno maldijo en ingles y el otro rió, empece a escuchar como volvían a tirar todo en el cuarto entonces, escuché que mi celular comenzaba a sonar sobre la mesa de noche. ¿Quienes son estos hombres?
-Mira esto Abhur.-Escuche los pasos de uno de ellos acercarse al vestidor.- Si es la perra de Fox, le esta marcando, seguro sospecha algo.
- En ese caso hay que apresurarnos para irnos de aquí - Susurró uno de ellos, en ese momento escuché la puerta del vestidor abrirse. Volví ahogar mi grito en mi mano mientras una lagrima resbalaba sobre mi mejilla. Deje de respirar y de moverme. Sus pasos eran autoritarios, pude calcular que medía como 1.90, no tenía ninguna posibilidad contra el, definitivamente. Miro a su al rededor y junto los hombros, se giró y salió del vestidor. Solté la respiración y trate de respirar normal, me estiré para levantarme cuando abrió la puerta de repente y yo estaba ahí.
Grité lo más fuerte que pude pero el ya me tenía agarrada del brazo.
- Aquí esta la perra, ¿querías jugar a las escondidillas perra? - Me grito en la cara, yo le dí una patada en su entre pierna, me zafe de su amarré pero no funciono porque cuando menos me lo espere el otro hombre estaba afuera del vestidor, sin avisar me propinó un golpe en la cara, haciendo que cayera desmayada, lo ultimo que sentí fue la sangre derramarse por mi nariz.
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Deseo Ardiente I
General FictionHelena es una mujer que se caracteriza por ser libre, bonita y sobre todo exitosa en el mundo de los negocios. Pero un desastre amoroso destroza su vida tanto laboral como amorosa en tan solo un día. Adrian esta atormentado y no sabe como escapar de...