La cena promete.

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Tardó demasiado. Más de lo que yo esperaba, pero al fin estaba hecho.

Contemplé mi nueva imagen en el espejo y sonreí con satisfacción, esto iba a enojar a mi padre mucho más que cualquier otra cosa.

Di la tarjeta, y cuando ya todo estuvo pagado, me dispuse a salir de la peluquería. Lo cierto es que habían hecho un trabajo estupendo. Lo cortaron tal y como quería, y se tomaron la delicadeza de secarlo y arreglarlo a la perfección. Sí, ellos también sabían que yo era Sophia XAN. Daba igual, me había conseguido el mejor corte de la historia... Bien, estoy exagerando, pero es que no entro en mí de emoción.

De alguna manera me siento libre, como si todo lo que me agobiaba hubiese caído junto con mi cabello. Me sentía con ánimos renovados de comenzar una amistad larga y duradera con Zara, de mostrarle todo cuanto lo quiero a Chris, de enfrentar a mi padre, y de esperar a que el tiempo se cumpliera, que se acabara, para ir junto a Lucas.

El gorila se sorprendió al verme. Abrió la boca para decir algo pero se arrepintió y volvió a cerrarla. Se quedó viéndome un momento más, y luego, como si saliera de un trance, sacudió la cabeza y me acompañó al auto. Como siempre, abrió mi puerta y luego entró él.

-¿Qué te parece grandullón?- le pregunté antes de bajarnos. Ya habíamos llegado a casa.

-Ehm... Pues, le sienta bien, señorita... Pero su padre...

-No te preocupes, es mi cabello, puedo peinarme como yo desee.

- Tiene razón.- coincidió bajándose y permitiéndome salir.- Al parecer tiene usted visitas.- comentó al ver que un par de autos estaban estacionados frente a la casa.

-Eso parece, pero te aseguro que solo vienen a ver a mi padre. Deseame suerte grandullón.

Cuando me adentré en la casa no logré ver ni rastros de la visita. Supuse que serian clientes de mi padre, o sus compañeros de trabajo, o incluso alguien de importancia. Los autos de afuera eran bastante costosos, así que intuyo, que serán gente de renombre. Aunque bueno, si hablamos de mi padre, obvio han de estar muy bien dotados, y no hablo de intelecto o genética.

Subí a mi habitación, una de las criadas me informó que mi madre estaría aquí en breve. Me senté a esperarla luego de haber sacado mis libros.

Tocó la puerta antes de entrar. En cuanto estuvo dentro y me vio, se quedo paralizada. Ja' la había sorprendido también.

-Sophia, cariño, tú...

-Sí, aproveché que mi padre le pidió al gorila que me llevara a comprar un vestido para esta noche, y le pedí que me dejara un rato en la peluquería... ¿Te gusta?- pregunté algo nerviosa.

-¿Qué si me gusta? Cariño te ves preciosa- se acercó y me acarició el cabello- Y no lo digo porque sea tu madre, en serio te ves hermosa.

Me sentaba bien que mi madre me halagara. Ya estaba comenzado a arrepentirme cuando se quedó pasmada viéndome. Gracias al cielo que le ha gustado, no podía volver a pegarme el cabello.

-Tu padre... A él no le gustará que tú...

-Lo se. No me interesa que le guste a él.

-Que lastima que Lucas no te vea así, seguro que queda completamente enamorado.- comentó.

-¡Mamá!- me quejé. Esta mujer no paraba de insinuar que entre Lucas y yo podría existir ese tipo de sentimientos. Que absurdo.

-Bueno- se rió un poco- Es solo que si ya te miraba embobado antes, no quiero ni imaginarme cómo se pondrá ahora.

Tú eres mi escapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora