Estaba temblando de miedo. No podía creer que estuvieran atacándome. Cuando sentí que me llevaban dentro de nuevo y que tapaban mi boca casi me desmayo. Ya estaba bastante mal este bendito día como para añadir una posible violación, o robo o lo que sea esto. Mi corazón se paralizó cuando escuche el cerrojo pasarse. Estaba perdida. Mi atacante me destapó la boca y me golpeó contra la pared, acorralándome. Sentí su cercanía y me estremecí
-¿Qué crees que haces?
¡¿QUÉ?!
Entonces abrí los ojos como platos y por fin le miré. Lucas. No sabría decir si eso me asustó aún más. Estaba atrapada aquí con él y no sabía cómo reaccionar. No estaba preparada para esta conversación y no quería simplemente soltar cualquier estupidez al azar que pudiera hacer que me odiase todavía más.
-Lucas...
-No pongas esa cara de borrego muerto.- me amenazó. Estaba furioso- No creas que con eso me convencerás de abrazarte y perdonarte. ¿Qué crees que haces? ¡¿La semana próxima, en serio?!
-Puedo explicarte...
-Bien, pues empieza de una maldita vez porque esto me esta volviendo loco.
Su cercanía me abrumaba y no miento al confesar que me estaba faltando el aire y no solo por los nervios. Quería cerrarlo, cerrar el espacio tan angosto que nos separaba y tenia que hacer un esfuerzo bárbaro para que mi mirada no cayera sobre sus labios fruncidos y se quedase allí. ¿Que cómo podía pensar en eso en una situación tan crítica? Pues, pregunten a mis benditas hormonas.
-Tuvimos que adelantarlo... Todo el colegio se entero de nuestra cita y la mayoría asumió que estaba saliendo con ambos. Eso sin contar que Christopper estaba hecho un mar de rabia por todo lo que se decía en los pasillos. Incluso decían que me acostaba contigo y... Yo le asegure que no estábamos saliendo, que solo eramos amigos y que teníamos tiempo sin vernos... Él...-baje la vista al suelo y apreté la mandíbula- Él dijo que lo mejor sería adelantar la ceremonia para dejar las cosas claras. También fue su idea venir a anunciarlo frente a ti y sus amigas, para que le quedara claro a todos que yo soy solo suya...- un nudo me estaba cerrando la garganta y apenas podía hablar bien- Dijo que ya no debía volver a verte, que no era correcto para ambos... Dijo que el tomaría tu lugar y trajo a esas chicas para que tomaran el mio...
-Y tu lo permitiste...- no me miraba. Se apartó de mi dándome la espalda. Sus puños estaban tan apretados que apostaría a que se hacía daño- Te lo dije, te dije que nos separaría. Te dije que no estaba de acuerdo con este compromiso pero no me escuchaste. Estas tan ciega. ¡¿No ves que te esta manipulando?!- dijo conteniendo un grito y volviéndose para mirarme- ¿Dejarás que nos separe?- pregunto viendo directo a mis ojos.
-¿Y qué quieres que haga? No puedo decir que no al compromiso, lo sabes.
-Puedes. Di que no, Sophia- esta vez se acerco mucho más. Me tomo por la cintura y me pego a su cuerpo. Con la otra mano me acunaba la mejilla- Di que no, Soph- susurró casi en un suspiro.
Y se me detuvo la vida entera. Lucas, mi Lucas. Le mire a los ojos y quería decirle todo, que lo amaba a él y solo a él. Que deseaba que Christopper se pudriera en sus bolsas de dinero y que no me importaba el asqueroso compromiso. Quise decirle que no había cosa que deseara más que permanecer con él para siempre. Que se había vuelto indispensable en mi vida. Que lo necesitaba casi tanto como respirar. Que el alma se me escapaba sin él... Quise decirle...
-No puedo- dije desviando la mirada.
Me soltó entonces y casi le suplique que volviera a tomarme en sus brazos. Sentí que una parte de mi se iba con él y casi pierdo el equilibrio de mi cuerpo.
ESTÁS LEYENDO
Tú eres mi escape
Teen FictionSophia está atrapada en una vida monótona gracias a su opresivo padre, una vida de la cual no es dueña y en la cual no tiene voz ni voto. Sin embargo su padre toma una buena decisión, le deja salir con el inigualable Christopper, claro por razones i...