Javier no apareció ese día ni el siguiente. Incluso hubo llegado mi cumpleaños y él no estaba presente. Mamá estaba desolada pero supo mantener la compostura frente a mi padre y frente al mundo. Por las noches la abrazaba y consolaba, tratando, sin lograrlo, de llenar un espacio que sabía que no estaba destinado para mí. Ella me aceptaba sin rechistar. Dejaba que la abrazara y que secara sus lágrimas, pero ambas sabíamos que eso era todo cuanto podíamos hacer. Que no pararía y que el dolor persistiría.
¿Dónde estaba Javier? ¿Estaría bien? ¿Solo estaba escondiéndose? O es que acaso mi padre le había encontrado... No, eso no era posible... No quería siquiera pensar en eso.
-Así que oficialmente hoy tienes edad para irte a vivir con Lucas- sonrió Zara en cuanto alcanzo a verme.
Por ordenes de papá, los criados habían preparado una fiesta de cumpleaños aunque yo no lo quería... Bueno, llamemosle reunión de cumpleaños. Sólo habíamos invitado a Zara y a la familia de Christopper que, gracias al cielo, aún no habían llegado. Era simple, tomaríamos el té como gente refinada, hablaríamos de banalidades, seguramente saldría a relucir el bendito tema de la celebración de compromiso que tendríamos en tan solo dos días, luego pasaríamos a una seguramente incomoda cena, picaríamos el pastel y todos de vuelta a sus mansiones.
-¿Qué cosas perversas harán los dos solos?- ya Zara empezaba a fantasear.
Yo por mi parte, recordé la cita con Lucas, en la cual él me propuso ir a hacer "cosas malas"... Fue una broma, claro, pero no podía dejar de pensar...
-¡Te has puesto roja como un tomate!- se rió mi amiga- Te lo has imaginado, lo se, lo se. Sin camisa y sudoroso esperándote en la cama.
-¡Para ya con eso!- exigí.- No me he imaginado nada. Y no te lo imágenes tú- la reñí.
-Vale, vale.- me abrazó fuerte y sonrió- Feliz cumpleaños Sophi.-Gracias- le aparté de un empujón- No te pegues mucho, no quiero contagiarme de esa mente pervertida.
-Ohh, vamos, pero si ya te he contagiado, no puedes negarlo- me guiñó y me arrastró a la plaza del jardín.- ¡Wow! Si que se han esmerado en llenarlo todo de globos.
-Les dije que era una exageración pero así es papá. " Lo mejor para mi bebé "- lo imité y rodé los ojos- De igual forma no estará aquí, tiene mucho trabajo que hacer.
-Bueno, igual puedo compartir a mi padre, tiene suficiente amor para ambas.- me tomó por el brazo y comenzamos un paseo de reconocimiento por todo el jardín- Vendrán más tarde, mis padres, no les apetece mucho el té, así que se lo saltaran.
-Me alegra saber que vendrán. Aun no los he conocido.
-Creeme, te alegrará no haberlos conocido antes. Casi te he librado del bochorno eterno, pero creo que será divertido verlos interactuar con los Shaw.
-Espero que...
-Tranquila, nos reiremos mucho hoy, mis padres se encargaran de eso.
Lo cierto es que a las 14:00 en punto, los Shaw estaban bajando de sus lujosos vehículos. Los criados se encargaron de recibirlos y llenarlos de comodidades, en la medida que avanzaban hacia la plaza del jardín. Mi madre, Zara y yo, ya estábamos sentadas en nuestros asientos y la verdad es que rezábamos para que no se presentaran. Mamá no tenía ánimos de nada y nosotras dos, bueno, nosotras preferíamos estar alejadas de esta gente el mayor tiempo posible. Eran buenas personas, pero...
Bien, todo esto no era ni remotamente culpa de los Shaw, sin embargo, pensar en que tarde o temprano terminaré siendo parte de ellos, era aterrador. Y para ser sincera, no necesitaba más tiempo con ellos que el necesario.
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Tú eres mi escape
Teen FictionSophia está atrapada en una vida monótona gracias a su opresivo padre, una vida de la cual no es dueña y en la cual no tiene voz ni voto. Sin embargo su padre toma una buena decisión, le deja salir con el inigualable Christopper, claro por razones i...