Asesinato en Winderbrok

Capítulo 5

DÍA 4: 11:00 am. "Remoridimiento"

SANTIAGO

Todo es mi culpa, nada hubiera pasado si yo no le hubiera dicho "Juguemos cartas". Si solo hubiéramos ido a otro lado, al baño, a ver a Matt, a dormir...Lo que sea. Si algo te pasa. Guardaré tu recuerdo como el mejor de mis olvidos. Espero que no tenga que hacer eso.

-Santiago...-escucho decir a alguien-Santiago...está muy aburrida mi clase-alzo la vista y me encuentro con que es la profesora, estoy en la clase de Biología. Al parecer estuve mirando por una de las ventanas todo el rato.

-De ninguna manera...-digo, excusándome-No está aburrida...es solo que...

-No nos interesa lo que enseña-dice Carlos.

-Exacto-digo de forma mecánica, no me doy cuenta de lo que digo-No...no es eso..es que...

-Su clase es aburrida-vuelve a decir Carlos.

-Justamente...No, tampoco es eso, quédate callado, lo que pasa...es que estoy preocupado por Antonio...Siento que fue mi culpa...todo lo que pasó.

-Y lo fue...-grita alguien, no sé quien es. Ese comentario me hace hervir la sangre, me paro rápidamente de mi asiento y miro a todos para ver quién fue.

-¿Quién lo dijo?-grito. Nadie responde-el que lo dijo que me responda, quiero ver que tan hombrecito o mujercita es para sus cosas.-Nadie me responde otra vez, levanto una ceja y hablo sarcásticamente-Gracias, me demostraron cuanto valen cada uno, ha, y yo que le tenía fe a la siguiente generación.

-Santiago por favor...cálmate-me dice la profesora

-Señorita-le digo, estoy destrozado por dentro, me siento roto, y cada vez ese rompimiento se va asomando hacia el exterior. Siento que me voy a desmoronar...-si me lo permite...quiero salir...un momento.-Me indica con la cabeza que si. Salgo rápidamente del salón, apenas cruzo la puerta corro hasta las escaleras y las bajo, cuando llego a la sala principal abro la puerta y me dejo bañar por el frío aire del exterior. Doy la vuelta hacia la izquierda y corro hasta encontrar un pino grande, cuando lo hago, me meto bajo él. Me pongo la cabeza entre las piernas y me acuesto en la nieve. Al segundo, estallo. Las lágrimas bañan todo mi cuerpo al igual que el frío, lloro y lloro hasta mas no poder, pienso que esa pueda ser la manera de sacarme este peso que siento en mi cuerpo, pero no lo hace. De repente siento una mano en mi hombro, me sobresalto y dejo de llorar. Me levanto para ver quién es, Luis.-Déjame solo.

-No, Santiago...-me dice, está sentado junto a mí bajo el tupido follaje del pino que me cobija-cálmate, tú no tienes la culpa.

-Claro que sí...yo tengo la culpa de todo, por favor...déjame solo, quiero estarlo.

-No, no quieres, yo sé como te sientes...

-¡No!-grito, exploto una vez más, pero esta vez de rabia y enojo.-Tú no sabes lo que siento, tú no sabes nada. ¿Qué haz vivido TÚ?-se le arruga la piel entre las cejas y se le baja el semblante, le afectó mi comentario, pero no me arrepiento de nada, el no tiene ni idea de lo que estoy sintiendo...no quiero escucharlo.

-Mírame-me dice Luis, no le hago caso, miro hacia otro lado y hago como que no escucho-¡Mírame!-me grita, me sobresalto con su actitud, no pensaba que iba a reaccionar así.-¿Enserio crees que no sé nada?¿Qué mi vida es solo paz y amor? Mi padre nos abandono a mí y a Natalia a los cuatro años, mi mamá se murió cuando teníamos seis, ¿Sabes lo que se siente no poder hacer nada, no saber que le pasa a tu mamá...que fue todo para ti, que esa persona que más amas se va en tus manos? ¿Sabes lo que se siente tener que vivir con eso?-Le caen lágrimas por las mejillas, pero no hace nada-He tenido que explicarle a mi hermana que su papá la abandonó y que su mamita se murió. He tenido que sacar valor del que no tengo para poder demostrarle a mi hermana que todo está bien, aunque sé muy bien que no es así. Hemos vivido en orfanatos hasta que nos adoptaron, además, he tenido que adelantar mi madurez para cuidar de mi hermana que es lo único que tengo. Y lo peor es que esa persona que confía en ti, va a morir. Si...el medico nos lo dijo.