Capítulo 27

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DÍA 26: 01:12 Am. "Espera"

Santiago

Llevo siete días fuera. Me acomodo en el lugar y me abrigo con la manta azul que encontré en la parte de atrás del camión. Logré salir. Encontré la salida.

"Tengo todo planeado, la pieza en la que me tienen tiene una cámara muy escondida. En uno de los huecos del techo. En unos minutos subiré y la sacaré. Luego de eso llegará la enfermera a ver que está pasando. He estado trabajando en algo. Y cuando saque la cámara no me verán hacerlo. Luego de días de pedirles una cama, me la facilitan. Ese es mi mayor componente. El colchón que me han traído es lo bastante grande para taparme. Es algo que usan en las cárceles, es antiguo pero dudo que la enfermera sepa todo eso. El colchón tiene una abertura por debajo que he hecho lo suficientemente grande para meterme lo suficiente sin que se note un bulto extraño en la parte de arriba. Y por debajo no se notarán mis piernas colgando ya que quedé en una posición que me permite descansar sin que me caiga. Deben de faltar unos cinco minutos para que la enfermera venga a darme de comer, si es que no ve las cámaras, vendrá de todas formas. Es hora. Corro la cama lo suficiente para quedar bajo la cámara, es pequeña. Me subo en ella y estiro mis brazos hasta alcanzar la cámara con la punta de los dedos. Aprieto con todas mis fuerzas hasta que el sonido de un plástico rompiéndose me da la señal de que está listo. Bajo de la cama y la corro hacia donde estaba antes. Me agacho y entro en el colchón. Acomodo el interior para quedar mejor y espero. Pasan unos dos minutos y la puerta se abre. 

-Bien Andrés...-es la voz de la enfermera, todo va de acuerdo al plan. Siento que se para en seco y deja caer la fuente con la comida.-Ay no, no, Matilda me va a matar...no.-Luego siento que deja la habitación y, como lo pensé, corre sin darse cuenta de que dejó la puerta abierta. 

Salgo rápidamente del colchón y me escurro hasta quedar de pie en la pieza que nunca más volveré a ver. La puerta está abierta. Corro hacia ella y salgo. Debe de haber otra salida que no sea el ascensor, saldría en la oficina de Matilda. En la boca del lobo. Doblo a la izquierda por una serie de pasadizos que hay con distintas puertas a los costados. Veo una que dice: Cámaras. La abro lentamente y veo que está la enfermera con otro oficial dentro hablando. Al lado de la puerta hay una estantería de metal con comida que quedó de arriba me imagino. La puerta se abre para afuera. Todo está perfecto. Empujo con todas mis fuerzas hasta que boto la estantería bloqueando el paso de los que están dentro de la habitación. Hace un ruido enorme, tengo poco tiempo. Sigo corriendo y doblo a la derecha. Esto es un laberinto, paro en seco al ver una puerta que dice: Bodega, entro en ella y descubro, felizmente que aquí es donde traen la comida y demás cosas y, claro, tiene un portón hacia el exterior. Corro hacia allí y lo abro, hay un camino de asfalto largo como si fuera un estacionamiento. Apuro el paso con todas mis fuerzas, va subiendo conforme avanzo, es buena señal. Luego de un rato siento el frío aire del exterior, se me pone la piel de gallina y la cara se me llena de felicidad. En unos cuarenta pasos más, logro estar en la nieve al fin. Miro a mi alrededor. Estoy detrás de la cabaña. Camino al bosque que está delante de las montañas Verum. Allí es donde tengo que ir. Corro una vez más. Los árboles pasan a gran velocidad por mi al rededor y tengo que evitar pensar en que me puedo caer en cualquier momento. Siento un motor a lo lejos que se viene acercando, paro y escucho. El sonido singular de un auto me llena los oídos. ¿De dónde sacaron autos? Busco a mi alrededor algo que me ayude. No hay nada. Debo seguir. Corro y corro por unos seis minutos con el ruido constante del auto detrás de mí, sin ninguna dirección en particular. A lo lejos veo una pequeña cabaña. Por un momento pienso que es la cabaña Winderbrok pero es distinta. Corro hacia ella lo más rápido que puedo, al acercarme más veo humo saliendo de una chimenea, hay alguien dentro. Dudo si tengo que entrar o no. Al pasar por la puerta a unos quince metros veo que la puerta se abre. Sale un hombre con una mirada extrañada mirando no sé qué. Luego observa hacia mi dirección y me queda mirando. Su rostro cambia y siento que está a punto de llorar.

Asesinato en WinderbrokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora