DÍA 18: 10:23 Am. "Después del final"
KELLY
Yo morí junto con Karen, estoy segura de eso. Mi cuerpo no reacciona como a mí me gustaría. Siento que me estoy debilitando cada vez más. Ayer al bajar del escenario me rompí a llorar. Y desde ese momento no dejé de llorar. Hoy tenemos planeado investigar todo. Todo lo que podamos. Santiago ha desaparecido, no sabemos donde está, eso ya es un hecho. Cuando estaba hablando no podía dejar de mirar a Travis, por alguna razón creía que sentía lo mismo que yo. Dolor, agonía, ganas de vomitar. Aunque lo último no lo mostraba en la cara. Estoy camino a la sala de clases. Estábamos en recreo. Yo me fui lentamente hacia el exterior. A diferencia de los dieciocho días que llevamos acá, hoy quiero que el frío me embriague y dejar de sentir por un segundo. Cerrar los ojos e intentar no abrirlos sin sentir que el único propósito que tienen es llorar. Cuando doy un paso más veo una ardilla en la nieve, me da gracia y la sigo con la vista. Veo que se mete en el bosque San Antonio. Un poco más atrás distingo una luz. Alguien la tiene que producir. Corro hacia allá lo más rápido que puedo. Necesito saber quién es. A medida que apresuro el paso el frío me apuñala la cara, no sé porqué me gusta sentir ese dolor; puede ser porque me recuerda que estoy viva. El viento me saca una bufanda que tengo, se vuela lejos de donde estoy. Me da lo mismo. Quiero llegar a ese destino, me siento libre. Tengo un propósito, aunque sea insignificante. Luego de un rato logro entrar en el bosque. La nieve disminuye un poco bajo de mí. Paro un poco, me miro las manos. Están blancas y se ve un poco el rojo de mi sangre intentando calentarlas. Mi respiración es agitada, siento que el aire no me llega bien a los pulmones, siento un peso en la garganta. No le hago caso. Miro a la izquierda, a la derecha, necesito encontrar esa luz. La distingo. Está a unos cien metros, es apenas visible pero la veo. Corro en dirección a ella. El viento surge una vez más. No siento mis piernas al correr pero me da lo mismo, en este minuto de mi vida me da lo mismo vivir o morir, tengo que ayudar a terminar lo que empezamos. Lo que empezamos con Karen y terminaremos sin ella. Una lágrima me cae por la mejilla izquierda pero rápidamente se vuela con la rapidez de mi movimiento. No puedo hablar, no quiero hacerlo. Mis pensamientos son suficientes para calmarme. La luz aumenta un poco. Siento que me cae algo en la gorra que llevo puesta. Paro otra vez. Me saco un guante y lo toco. Es nieve. Miro al cielo oscuro que tapa todo lo demás. Va a empezar a nevar. Una tormenta quizá. No puedo regresar ahora, tengo que llegar allí. Continuo la carrera, estoy a punto de llegar hacia esa luz tan rara. A pesar del lúgubre paisaje que me rodea quiero seguir adelante, adentrarme en este siniestro lugar del cual está rodeada la cabaña. Empieza a nevar a mi alrededor. Sé que en unas horas la visión será muy limitada. Tengo que darme prisa. Luego de un momento llego a mi destino. No puedo creer que lo haya logrado. Lo que provocó la luz está atado a un árbol. Es una linterna enorme de gran alcance. En ciertos árboles hay espejos, eso hizo que la luz llegara tan lejos. Bajo la linterna hay una nota, la saco y leo. "Hola estudiante, o quiero decir, experimento. Camina hasta las montañas Verum, sé que les pusieron así. Cuando llegues habrá otra nota. Ella te dirá que hacer. Apúrate, no quiero que tu pelo se arruine con la tormenta". Esto me asusta, pero decido hacerle caso, guardo la linterna y la nota en mi chaqueta. Me pongo el guante que me había sacado antes y continúo corriendo. Las montañas Verum están a unos diez minutos de donde estoy. Tengo que llegar. Después de transcurridos diez minutos llego. Esas montañas tan altas que se abren paso tapando lo que hay detrás de ellas. Donde supuestamente está la salida de este lugar. No podemos irnos sin saber la verdad, nos lo merecemos. Necesitamos saber la verdad de todo esto. Y puede que haciendo esto descubra algo. En otro árbol hay una nota parecida a la anterior. La tomo, asustada de lo que pueda decir. Dice algo más conciso: "Ahora necesito que sigas derecho detrás de estos árboles, ah y, cuidado con los lobos, me han sido un problema desde que estoy acá" Creo saber quién escribe estas notas. Santiago, él lo vio. El hombre misterioso que nos salvó de los lobos que al parecer me está guiando ahora a quién sabe donde. Los lobos me inquietan un poco mas no puedo irme ahora. Corro una vez más. No sé que tan allá sea donde me quiera llevar. De repente veo un árbol cerca mío con una nota, dejo de correr. Camino hacia ella. Cuando estoy a punto de llegar algo me clava la pierna. Un tipo de trampa para lobos. Grito de dolor, la intento abrir pero es inútil. me ha clavado una pequeña parte de la pierna, hago unos intentos más hasta que lo logro. Me subo el pantalón y me veo la pierna, me sangra un poco. Pensé que iba a sangrar más. Me tapo la herida con el pantalón y tomo la nota del árbol. "ojalá no sufras alguna herida en el camino, te juro que yo no he puesto esas trampas, y si no me crees recuerda que no maté a ese lobo, solamente le puse un calmante. No soy malo con los animales, si estamos en su territorio, cualquier cosa que hagamos nos convertirá en los malos, pero si por esas cosas te entierras una, necesito que te apures. No queremos que se te infecte, estás cerca, camina un poco más y llegarás a tu destino". Camino lo más rápido que puedo, con esa herida ya no puedo correr. Me paro en seco, el aire se quiebra con el aullido de un lobo. No sé si será ciencia ficción pero no creo que los lobos puedan oler la sangre. Da lo mismo si es verdad o no, me tengo que apresurar. Al fin llego a donde quería. Un árbol con otra nota. Con suerte, la última. La tomo y la leo. "Sorpresa, llegaste. Ahora solo haz un movimiento. Da la vuelta" Cierro los ojos, un escalofrío me recorre toda la columna vertebral. Tengo que hacerlo. Me obligo a llevar a cabo esa acción. Cuando lo hago veo una sombra enorme frente a mí. Tengo ante mí a lo que podría ser la respuesta a todo.
-Bu.
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Asesinato en Winderbrok
Teen FictionMETA ACTUAL: 380 vistas, al llegar a la meta haré una maratón de 2 capítulos largos (2500 palabras cada uno) en un corto espacio de tiempo. Día 1, veinte niños llegan a una cabaña en medio de la nada rodeados de bosques y un frío cada vez mayor. A...