Asesinato en Winderbrok

Capítulo 17

DÍA 15: 10:30 Am. "Rehén"

Santiago

Me quedo junto en la sala junto con algunos otros que no se fueron con la profesora de Biología. Me siento cansado. Hemos vivido muchas cosas, hemos pasado por muchas situaciones. Necesitamos respuestas, y rápido. No podemos dejar que los días pasen sin tener respuesta. Estamos en Historia, me pongo a escribir la materia, no es mucha, en un rato termino. Me estiro y bostezo.

-Profesor Tapia-dice Karen, me dan ganas de verla pero estoy tan cansado que me resuesto en mi pupitre y cierro los ojos, total...puedo oír-¿Ha habido alguna ciudad antes aquí o cerca de aquí?

Luego de que el profesor haya respondido y hayan hablado sobre Winderbrok me levanto de la mesa, todos están escribiendo. El profesor me llama la atención silenciosamente y me señala la puerta. En ella está Matilda. ¿Qué querrá? Me dice con la mano que la acompañe. Me paro y la sigo.

-Buenos días Santiago-me dice, me limito a sonreír y a seguirla, bajamos las escaleras.-Quiero que me acompañes al exterior.-cruzamos la puerta, al sentir el frío del exterior me despejo la mente, se me pasa el sueño y reacciono. Algo está mal, quiere algo de mí. Nos paramos a unos 50 metros de la cabaña, me señala un punto en el bosque, luego otro y va girando en círculos-este lugar es hermoso. Nieve, rodeado de bosques, ríos y montañas.

-Sin mencionar los lobos-le digo sarcásticamente, me mira y me sonríe. Pareciera como que fuera fingida aquella expresión facial, ahora que lo pienso...me da miedo.

-Si, los lobos, te prometo que no sabíamos nada. Aunque escuchábamos algunos ruidos como aullidos eran muy lejanos y pensábamos que era el sonido del viento, bah, eso no es nada, hemos tenido constancia de que en las montañas hay osos. Pero sigamos-dice calmada, me pongo a pensar en lo que dijo. La salida más obvia que hemos encontrado es a través de las montañas. Los osos pueden ser más o menos igual de peligrosos que los lobos, creo.-este lugar es hermoso, Winderbrok no se equivocó en comprarlo. Junto con la familia Frangud hicieron de este, un lugar mejor-¿Dónde escuché ese nombre antes?-El único pero gran problema es que no nos lo dejó. No entiendo lo que me quiere decir, cómo si me estuviera adivinando el pensamiento, Matilda dice-No nos lo heredó. 

-¿Por qué?-digo intrigado, no sé a dónde quiere llegar.

-Porque era muy obstinado como para dejárnosla a nosotros. En cambio se la dejó a alguien desconocido. No sabemos si es hombre o mujer. Vamos a mi oficina.

Luego de que caminamos hasta la cabaña y entramos en la oficina, Matilda se sienta en el asiento y me ofrece uno a mí.

-Tenemos una garantía, por decirlo así, de 90 años para tenerla, luego será confiscada. 

-Pues, eso es mucho tiempo.

-Lo era, ya han pasado 88, Winderbrok asesinó a Amanda López, su novia. Quería quedarse la fortuna él. La cabaña Winderbrok no es lo único que tiene, tenemos registro de unas 10 más iguales. Playas, montañas, bosques incluso desiertos, son algunos de los lugares donde están ubicadas. Y si, páramos nevados. Tenía un programa de enseñanza, pero además tenía oficinas de ese tiempo, agencias de trenes, cárceles y mucho más. Fácilmente podría haber sido uno de los millonarios más codiciados de su época. El problema es que el mismo se convirtió en eso, la codicia se apoderó de él-siento un dejo de verdad en sus palabras, no sé que estoy haciendo aquí, una alarma en mi mente avisa cada vez mas fuerte la señal para salir de aquí, pero ¿Adónde iría?-Ahora bien, Winderbrok se la dejó a alguien, un descendiente suyo. Creemos que está entre los chicos de esta cabaña. Por años lo hemos buscado, pero no lo encontramos. Ya sabes que el tema de los apellidos es otra cosa, pero está acá...y todo indica que ese descendiente eres tu.-Me quedo helado, sin saber que hacer. No sé ni siquiera hacia donde mirar. Queremos hacerte unas últimas pruebas.-Se para de la silla y toca algo en la pared, de ella se abre un ascensor, estábamos en lo cierto. Miro hacia la entrada, está Karen, no puedo dejar que algo le pase tiene que ir y avisar. Le digo con la mirada que se esconda y me hace caso, entro en el ascensor hacia una nueva realidad, se cierran las puertas, no sé que veré cuando se abran.