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YOONGI: Yoongi se queda con mal sabor de boca. Los labios de Jimin son gruesos y blandos, y le habían dejado con ganas de más. Había estado a punto de preguntarle si quería dar una vuelta o ir a su casa, solo para estar un rato más con él, un momento en el que estar entre sus brazos o poder hablar con tranquilidad, ya que en la cafetería era algo complicado. Pero el menor no le había dado la oportunidad, había salido prácticamente corriendo de la cafetería, dejándolo bastante confuso.

El oscuro camino a casa se le hace bastante largo, quizás porque su lentitud caminando lo había atrasado media hora.

Suspira al entrar en casa y se despide de la mujer que cuida de su madre durante el día. Su madre acaricia su rostro con una sonrisa y Yoongi recuerda la noche en que Jimin la conoció.

Las dudas que Jungkook le había dejado durante su charla desaparecen poco a poco. Jimin no era esa clase de chico. Yoongi no se estaba enamorando de la persona equivocada.

Acompaña con cariño a su madre para acostarla y tras una ducha tibia y una cena ligera, le toca a él irse a dormir.

Cuando el despertador suena al día siguiente Yoongi se levanta con bastante energía, bastante positivo, de hecho. Baja a preparar el desayuno y cuando su amigo llega sale por la puerta.

-El desayuno para mamá y para ti está en la encimera. Tomadlo pronto para que no se enfríe -se despide de su amigo y camina hasta el trabajo-.

Abre la puerta del local, cambiando el papel de cerrado a abierto y dándole la bienvenida a Jimin cuando llega poco después.

-Buenos días.

JIMIN: Al final había dormido aquella noche junto a Jungkook. No habían hecho nada, ni siquiera (Jungkook) lo había intentado. Le sabía mal echarle de casa llorando como se había puesto, y le permitió quedarse allí, con él por última vez, abrazados el uno al otro, como al principio, cuando todo iba bien. Por la mañana, cuando Jimin despertó, Jungkook ya se había ido y encontró una larga nota en la cocina, junto a un desayuno preparado, que le había hecho llorar.

Al entrar al local, Yoongi le saludó contento, y Jimin no pudo evitar sentir un nudo en su garganta. Realmente no había hecho nada malo, no? Ellos no eran nada...aún?

-Buenos días.

Dijo mirando inconscientemente hacia el suelo, evitando el contacto visual.

YOONGI: El mal sabor de boca del día anterior empeora al ver que el menor ni lo mira. Yoongi aparta la mirada. Calma, necesita encontrar calma. Seguro que solo estaba imaginándoselo o algo, acababan de declararse, y por ello no había podido cagarla aún, ¿no?

-¿Has... has desayunado?, ¿quieres un café o algo? -pregunta mirando al menor-.

Tan solo busca una respuesta con tono normal para saber que todo sigue bien.

JIMIN: -¿Hmm? No, todo va bien, Yoongi.

Se da cuenta enseguida, y tambien por la expresión en el rostro que pone Yoongi, que no había contestado realmente a la pregunta hecha, sino a una generada por su subconsciente.

-Quiero decir, que si, ya he desayunado.

Intenta sonreir, queriendo convencerle.

YOONGI: Mira a Jimin de reojo, como con precaución. No quería malpensar, pero el menor estaba raro, y por la respuesta que le da, no cree que sean imaginaciones suyas.

-¿Qué es lo que va bien exactamente? -ni si quiera había formulado la pregunta en su cabeza cuando sus labios ya la habían hecho-.

Los nervios lo abruman y no puede pensar con claridad.

JIMIN: Abre los ojos.

-¿Todo? ¿Que podría ir mal?

Le da la espalda, con el rostro acalorado. ¿Por qué le miente? ¿No era acaso más fácil contarle la verdad?

YOONGI: -No sé -responde. Se acerca al menor y pone una mano sobre su hombro-. ¿Puedes mirarme a la cara al menos?

El primer cliente del día entra y Yoongi baja la mano del hombro contrario. Suspira y va a atender al hombre.

El día no ha hecho más que comenzar y ya tiene los nervios a flor de piel.

JIMIN: Agradece la llegada del cliente para que Yoongi no le mire y se calma poniéndose a otra cosa.
Igual que cuando no se hablaban o tenía demasiada verguenza, le escribe una nota en una servilleta.

"¿Cenamos juntos? Invito yo,  quiero hablar contigo, no te asustes por favor, te quiero."

Se la deja en el bolsillo de la chaqueta del uniforme, haciendo que ha chocado con él, y espera impaciente a que se dé cuenta de ella.

YOONGI: Mete la mano en su bolsillo al notar algo y acaricia el papel que reconoce como una servilleta. Suspira y asiente al cliente antes de dejarlo para hacerle el pedido.

Lee la nota mientras el café se hace. Los nervios se instalan en su vientre a pesar de que Jimin le dice que no se preocupe. Busca al menor con ojos frenéticos, pero este sigue sin mirarle. Suspira cuando el café estálisto y se lo lleva al cliente. ¿Cómo se suponía que debía trabajar así?

Un par de horas pasan y su cabeza sigue dándole vueltas al asunto, ¿realmente había hecho algo mal? Se muerde el labio. Jimin le había dicho que lo quería, eso era todo en lo que tenía que pensar, Jimin seguía sintiendo cosas por él, de qué otra cosa tendría que preocuparse.

JIMIN: Pasa el día intentando tranquilizar a Yoongi con miradas, sonrisas e incluso caricias disimuladas, pero el mayor parece seguir nervioso.

Cuando acaba el día y todos los clientes se han ido por fin, Jimin tira desde atrás a Yoongi, pillándolo por sorpresa, y le agarra el rostro para besarle, algo desesperado.

-Relájate, por favor.

Le susurra mientras le acaricia la cintura. Coge el abrigo de Yoongi y se lo pone él, como si de un niño pequeño se tratase, y cuando le abrocha le vuelve a besar rápido.

-Vayamos a mi casa a cenar, ¿te parece bien?

The Coffee Shop《Yoonmin Lime》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora