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Después de las 4 de la mañana no pude volver a dormir, ni siquiera podía cerrar los ojos

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Después de las 4 de la mañana no pude volver a dormir, ni siquiera podía cerrar los ojos. Con mucho silencio salí de mi habitación y subí al primer piso. Mi intención era salir a tomar un poco de aire pero las puertas estaban cerradas con llave. Bajé de nuevo y comencé a pasearme por el lugar, leyendo una vez más los títulos de los libros que se encontraban en las estanterías. Tomé uno al azar y me recargué en el ventanal. Lo abrí pero no había nada.

El libro estaba completamente en blanco, no había ni una sola presencia de tinta en él. Todas sus páginas estaban vacías. Demasiado extrañada y confundida dejé el libro en su lugar y tomé otro.

Vacío.

Desesperada tomé otros 4 al azar y los abrí, todos compartían algo en común. Estaban vacíos.

Sentía que algo estaba realmente mal.

Tomé la pila de libros entre mis brazos para regresarlos a donde pertenecían y al momento de levantar la vista topé con un chico de ojos verdes quien me estaba mirando fijamente, lo que me asusto muchísimo pues solté la pila de libros y cayeron en mi pie.

¡Maldición! murmuré mientras trataba de controlar mi respiración y dolor.

Lo siento, no pensé que habría gente a esta hora rio.

Levantó los libros y me los entregó.

No pasa nada dije y caminé hasta las estanterías. Sus molestos pasos iban detrás de mí.

¿Qué haces despierta? ¿Te gusta madrugar?

«Bueno, no es de tu incumbencia».

Ah... dudé en contestar Tengo insomnio últimamente.

Por eso estabas aquí leyendo ¿verdad?

En realidad no. Tomé uno de los libros y se lo mostré. Él lo tomó un poco confundido. Ábrelo le dije.

¿La cuenta atrás? Me miró con disgusto. Creo que no estoy muy interesado en leer este tipo de libros.

¿Qué? dije sin entender. Le arrebaté el libro de la mano y lo abrí en la primera hoja. "La cuenta atrás" Alan Weisman.

«¿Qué mierda?».

Tomé otro de los libros que había agarrado pocos minutos antes. En realidad si estaban llenos de tinta.

«¿Será que me estoy volviendo loca?».

—¿Te encuentras bien? —Asentí. Guarde el libro y me quedé divagando un momento.

—Creo que debería volver a mi habitación. —Di media vuelta y me marché.

¿Tenía ganas de llorar? probablemente, ¿lloraría? tal vez, ¿qué demonios estaba pasando? ni idea.

•Sobrevivir O Morir•  TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora