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—¡¿Alía?!

Me separé de Ian y giré al escuchar mi nombre. Era Cameron, tenía el cabello completamente despeinado y no traía zapatos. Al verme su expresión se ablandó un poco y se acercó hasta mí.

—¿Qué pasó? Acabo de oír un disparo.

—Sí, fue Ian —lo señalé y después señalé al zombie—. Ian, él es Cameron.

Los dos se tendieron la mano y se dirigieron una extraña mirada.

—Creo que es mejor que charlen allá dentro, podría ser peligroso estar afuera por mucho tiempo.

—Tranquilo hermano, lo tengo controlado. —Ian alzó su arma que era más bien como un rifle y Cameron soló le dio una falsa sonrisa para después regresar a la casa.

—Vamos, tienes mucho que contarme.

Los dos caminamos callados hasta el interior de mi hogar. Volví a asegurar las puertas y dejé mi arma en la mesita de noche que se encontraba en la sala. Aún podía sentir la vibración que esta hizo al momento de disparar y por supuesto también me sentía inútil por fallar.

Me senté a un lado de Ian.

—Te dije que estaríamos esperándote —dijo con un brillo en los ojos.

Asentí lentamente. No quería saber eso, lo que quería era saber sobre Jane, o que era lo que había pasado con la ciudad. Lo miré a los ojos y me tensé un poco. Aún me seguía transmitiendo esa rara vibra que sentí el último día que lo vi.

—¿Dónde está Jane?

—Ella está bien, no tienes nada de qué preocuparte, la rescaté antes de que la neblina la consumiera.

—¿Cómo sobrevivieron? ¿Hace cuánto que la ciudad está así? ¿Dónde están las demás personas? Tengo muchas preguntas rondando en mi cabeza que solo aguardan a ser contestadas.

—Tranquila Alía, habrá mucho tiempo para contestarlas, vamos poco a poco. —Subí las comisuras de mis labios—. ¿Te encuentras bien?

Claro, cualquier persona que descubre que su madre le hace daño, que su padre le miente, que está posiblemente enferma y está en medio de un apocalipsis zombie estaría perfectamente bien.

—Pasaron muchas cosas en la isla... cosas de las que hablaremos después. Dime, ¿cómo sabías que estaba aquí?

—Tenemos a gente vigilando la entrada de la ciudad, cuando nos avisaron de que eran 5 chicos locos en un auto tuve una punzada de que eras tú... y me alegro mucho de haber estado aquí a tiempo.

Pasé por alto todo lo que me dijo, excepto la palabra gente.

—Espera... ¿hay personas aquí, en la ciudad, vivas?

•Sobrevivir O Morir•  TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora