¿Qué escogerías tú en medio de un catástrofe global?
Alía Collins no supo separar la realidad de los sueños. Le hicieron daño y le mintieron. Ahora ella tendrá que enfrentarse a los hechos catastróficos de un proyecto saboteado de la corporación de...
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—Alía, abre los ojos...
Otra vez esa voz, esa molesta voz que no me deja dormir.
—Déjame...
—Tenemos que ir a entrenar, vamos.
—Basta Cameron, ya dije que me dejes.
Silencio.
«¿Qué es lo que acabo de decir?».
Abrí los ojos de golpe. La habitación estaba poco iluminada por la luz de las estrellas, todavía ni siquiera era de mañana. Ian me miraba fijamente un poco aturdido...
—¿Qué dijiste?
—No... no lo sé
Ian se quedó callado mirando fijamente hacia la pared.
¿Quién rayos era Cameron?
—Levántate, tenemos que ir a entrenar.
—¿Ahora? Pero todavía ni siquiera amanece...
—Sí, ahora, muévete —respondió cortante y salió de la habitación. Ni siquiera me miró a los ojos.
—¡Ian, espera!
Me puse las botas lo más rápido que pude y salí de la habitación en busca de Ian, no me fijé y choqué con una chica pelinegra cayendo las dos de bruces.
—Perdóname, tenía prisa —dije mientras sobaba mi cabeza.
—Ten más cuidado la próxima vez —respondió con rudeza.
Me levanté con cuidado y le tendí la mano para ayudarla, iba a rechazarme pero cuando me vio se quedó atónita.
—¿Alía? —Se puso de pie rápidamente y tomó mi brazo—. Oh Dios mío, eres tú...
Aparté mi brazo de ella. No sabía de lo que me estaba hablando, lo único que sentía era miedo.
—Perdóname, no entiendo nada.
La pelinegra parpadeó múltiples veces.
—Soy yo, Alía... Soy Rain...
¿Rain? ¿Qué clase de nombre era ese?
Fruncí el ceño, de verdad no sabía quién era la persona que me hablaba.
—Lo siento... No conozco a nadie llamado Rain.
Abrió la boca y después la volvió a cerrar.
—Alía, ¿por qué pierdes el tiempo? Nos están esperando. —Soltó Ian con brusquedad en mi oído. Levantó su vista y observó a Rain con los ojos entrecerrados—. Vámonos.
Ian tomó mi brazo obligándome a dar media vuelta y arrastrarme detrás de él. Giré mi cabeza y logré ver como la chica nos observaba atentamente antes de dar vuelta por el pasillo.
