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Mi madre, la organizadora y yo estamos en la sala hablando sobre la boda. Este tema me resulta tedioso pero no tengo de otra.

-Entonces, el baile nupcial será el que marcará el inicio de la fiesta..- dijo la Nora, la organizadora.

-Bien. Sam, ¿Donde está Daniel?-preguntó mamá.

-No lo sé...- dije cortante. En verdad no sé dónde está.

-Deberías de saberlo, es tu prometido.-empezó a decir Nora.- esto es inaudito, cuando se ha visto que una novia no sepa donde está su futuro esposo, es una locura, cuando me iba a casar...

-No fue mi elección.-dije cansada del tema. Me levanté de mi asiento, salí de la casa, tomé mi auto y me fuí de la casa...

Escuché a mamá llamarme, pero la ignoré, además, sabía que si me detenía y le hacía caso no iba a parar de regañarme hasta el día de la boda, y eso que todavía faltan 2 o 3 meses.

Llegué a mi departamento, estacioné el auto y subí allí. Habia comprado un departamento al terminar la universidad logré conseguir un puesto en una de las empresas más prestigiosas de Miami, con el tiempo ascendí a socia y finalmente Inauguré mi propia compañía.

Mis hermanas se graduaron. Melissa cada día tiene un nuevo novio Y Peyton se graduó en leyes y negocio internacional por lo que se la pasa viajando por todo el mundo.

Al menos a mis hermanas les va mejor que a mí.

Entré a casa y fui directo a la cocina.

-¿Mal día?- preguntó alguien detrás de mí.

Me apresuré a tomar un cuchillo que estaba frente a mí y cuando me giré rápidamente, apunté en la dirección de donde había escuchado la voz.
Cuando logré distinguir aquella silueta en la oscuridad me di cuenta de que era Daniel, estaba a unos cuantos pasos lejos de mí.

- Agg- bufé. -¿Cómo entraste? Y, ¿que quieres?-pregunté groseramente.

-Esa no es forma de tratar a tu futuro esposo...- dijo arrogante.- además, la primera pregunta fué un tanto estúpida considerando que los dos somos vampirezcos..- dijo burlón fingiendo la típica voz Dracula de las caricaturas.

-Cómo sea..-dije bajando el cuchillo y restándole importancia al tema. Volví a mi objetivo principal: sangre.

-Sam -empezó a decir acercándose a mí. -Tampoco soy fanático de casarme por conveniencia, pero ambos sabemos que no tenemos salida, aunque nadie entienda porqué, tu y yo si entendemos.-dijo acariciando mi mejilla izquierda y plantando un beso en mi frente.

-Lo sé y lo siento, sé que actué muy egoísta e inmadura con este tema, solo pensé en mi y...

-Tranquila...-dijo abrazandome. Justo en ese momento, con esa pequeña muestra de afecto, recordé a Justin.

-Daniel, ¿te puedo preguntar algo?

-Claro..-nos separamos y nos dirigimos al sofá.

-¿Haz sentido que no eres suficiente para una persona y que por eso esa persona solo... es como si no existieras?

-Sólo puedes ser la mejor persona que puedas, y si eso no es suficiente para él o ella, es... porque nunca fue el indicado.-respondió sabio y comprensivo.

Solo me limité a sonreír de lado y a bajar la vista.

Inconscientemente comencé a pensar  en lo vivido. Las lágrimas, las palabras nunca dichas, las desilusiones, los rencores, los momentos...

Bruce, Michael, Anderson, Justin. No sabia si era algun tipo de maldición, de una manera u otra siempre terminaba destruida.

¿Por qué Justin había hecho lo que hizo? ¿Por qué actuó así ese último día? ¿Por qué se me encajó en la piel? ¿Y por qué destruyó mi vida?

No habíamos compartido aquel sentimiento durante un largo tiempo, pero a veces solo necesitas un par de horas para enloquecer por alguien, y aun sin saberlo yo había tenido toda la vida.

No había dejado de pensar en Anderson ni un momento, pero simplemente con el paso del tiempo no era lo mismo, solo era melancolía, nostalgia e incluso un profundo cariño por todo lo vivido.

-Hey..-levantó mi cabeza tocando mi mentón y haciéndome mirarlo nuevamente.-Eres hermosa, tierna, alegre, inteligente, te faltan algunos tornillos y un carácter de los mil demonios -rió un poco..-pero eres espectacular.-dijo finalmente. - y si el no lo ve, está loco. Cualquiera se sentiría afortunado de que estés a su lado. Yo me siento afortunado.

-Tecnicamente estás obligado a estar conmigo, ¿cómo puedes sentirte afortunado?

-Ya me estoy haciendo la idea.- dijo divertido y se dirigió a la puerta. -nos vemos mañana futura esposa-dijo divertido, le sonreí y se fue.

Esto es una locura.






Querido Desconocido:Donde viven las historias. Descúbrelo ahora