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He hecho de todo para tratar de salir de estas cuatro paredes y no obtengo ningún resultado positivo. Hasta he tratado el típico royo de la pinza para abrir la puerta.

Traté de abrir las ventanas pero estaban aseguradas.

<Esto es imposible>, pensé.

Solo me queda esperar un milagro.

-Ojalá existiera Dracula- susurré por lo bajo.

De pronto escuché un auto encender y alejarse de la casa. Asumí que era Michael.  Necesito salir de aquí y buscar a Sam.

Escuché unas llaves cerca de la cerradura y al instante se abrió.

-Hey! Levántate!!!- dijo una voz masculina que conocía a la perfección. Era Ryan.

-¿No te vió?- Pregunté sorprendido.

-Cuando llegó,  salí por la puerta trasera y me escondí en el patio hasta que se fue nuevamente.- me explicó.

-Vale?- dije no muy convencido.

-Ya.. vamonos antes de que llegue otra vez. Todos están en el auto. Menos...- de pronto se quedó callado.

-Samantha- terminé la frase.-Iré por ella.- dije y salí de allí a toda prisa. Escuché que me llamaba pero lo ignoré.  Necesito encontrar a mi chica, tenerla conmigo y cuidarla.

Tomé por hecho que ya habían buscado en las habitaciones de arriba, por lo que decidí ir a la segunda planta. Busqué por todos lados y no la encontré,  Ryan salió a vigilar si Michael venía. Salí rendido. Sam no estaba en la casa, eso era obvio.

Le di un ultimo vistazo a la casa, buscando alguna respuesta a mi búsqueda.

-Justin vamonos. .no está aquí. - dijo Peyton.

-Mi bebé. - dijo Julie llorando recostada en el hombro de tío mientras el la consolaba.

Me dirigí hacia el auto. Antes de que emprendieramos marcha escuché un ruido estruendoso proveniente de un lugar cercano a nosotros pero no vi nada. Iba a subir la ventanilla del auto pero volví a escuchar el ruido.

-Ayuda!!!!- se escuchó a lo lejos.-Por favor!!- continuó aquella voz.-Alguien ayudeme!!!

Bajé del auto rápido.  Esa era Sam. Estoy seguro.

-Sam!!- gritó Peggy.

-Peyton!!!- gritó Sam.

Empezamos a buscar por todos lados, hasta que encontramos una puerta a uno de los costados de la casa. La abrimos y estaba todo oscuro. Solo se veía una escalera que iba a algo que iba hacia un sótano o algo así.

-¿Sam?- preguntó Julie detrás de mí.

-Mamá! - gritó Sam.

Bajamos y vaya que hace calor aquí abajo. Había una serie se gases aquí abajo que era casi imposible respirar.

Desatamos a Sam y subimos a toda prisa. Cuando llegamos Michael estaba llegando.

-Veo que aún no entienden.- dijo bajándose del auto y cruzándose de brazos.

Tío se puso enfrente de todos.

-Te largas!- dijo firme.

-Ay hermanito.. se pueden largar, no los voy a detener. Pero se van sin Sam. -dijo Michael.

Ahora si ya no entiendo nada.

-Te explico luego.-susurró Melissa en mi oído.

-Vale..ya está bueno por hoy, ésto parece una telenovela barata.  Denme a Sam y váyanse. -dijo Nuevamente el "tío" de Sam.

A decir verdad, esto parece una pelea amorosa o algo así.

Coloqué a Sam detrás de mí y di un pasó adelante.

-Justin no...-empezó a decir tío. Pero al instante sentí un ardor inexplicable en mi cuello. Caí al suelo envuelto en aquella burbuja que solo me hacía pensar en el dolor y me hacía olvidar del resto del mundo.

-Sam..- dije cuando la mí con sangre en los labios.

-Veo que mi trabajo funcionó a la perfección.- dijo en un tono sinico nuestro opresor.

-¿Que hiciste?- preguntó Melissa asustada.

-Pues verás. . Lo mismo que te hice a ti y a Peyton, solo que en ustedes empezará a hacer efecto dentro de un par de horas ya que les inyecte mi veneno, y no les encaje los colmillos. Aunque debo admitir que Sam..- pasó su lengua por sus labios. Al instante vi todo borroso y ya no recuerdo más nada.

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¿Que pasará con Justin y sus hermanos? Pues.. solo están rodeados de vampiros. Son como un banquete en bandeja de plata. :(

Querido Desconocido:Donde viven las historias. Descúbrelo ahora