II | Un Nombre

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Cuenta nueva: marta_fernah

Sabía que no tenía amigas en esta clase -ni en este instituto- pero me negaba a querer admitirlo, es tan frustrante no poder encajar, que nadie quiera compartir una habitación conmigo, mientrás las otras se mofan de mi.

Intento llenarme los pulmones con el aire de un nuevo país; Grecia. Había insistido demasiado en venir aquí, y había sacrificado más de la cuenta, tenía que pasarlo bien, no podría permitir que mi madre me dijera "Te lo dije".

Coloqué mis prendas en el mueble que me pertenecía -había traído poca ropa y ni siquiera pude llenarlo- compartía habitación con la profesora de Química, y era un poco rara. Leo había intentado convencer a los profesores, pero solo había conseguido que se creyeran que eramos una pareja.

-¿Ha terminado con sus cosas, señorita Nova?

Tarde unos segundos en recordar mi apellido.

-Sí -dije con un hilo de voz.

-Bien. Dirijase al salón, los alumnos comen antes que los profesores.

Suspire y salí de la habitación, las chicas iban por delante de mí y nisiquiera se molestaron en mirarme, alguien me acarició el cuello por detrás y del susto di un codazo; por lo menos sabía dar codazos y fue de lleno a su estómago.

-¡uhh!

-¡Leo!, ¡No te das cuenta de que me asustas!

-Estoy bien, fierecilla -dijo recuperando su postura- ¿Vendrás mañana a la juerga?

-¿Q-qué juerga?

-La que llevamos planeando bastante tiempo.

-No, lo dudo, ¿No recuerdas que comparto cuarto con una maestra?

Leo puso una mueca.

-Cierto, siento no poder hacer nada.

-Es que no puedes hacer nada -le espeté.

-Oye, siento un aroma a pizza, ¡quizá sea de queso, tu favorita! -gritó llevándome a rastras.

***

Volví a mi cuarto llena de la pizza, por lo menos la comida llenaba el vacío que sentía. La profesora de Química, Enid, apareció mientrás cerraba la puerta tras de sí.

-Buenas, Enid -Susurré esquivándola para poder entrar.

Me sujetó la mano y me sonrió cínicamente.

-_____, debe de ser duro compartir una habitación con una maestra. Yo cuando fui adolescente me pasó algo similar...

-Entonces entenderá como me siento, pero no tiene importancia... -no me dejo terminar.

-¿Qué te parece si vemos los templos?, como visita extra.

Mis ojos se iluminaron.

-¿¡Enserio?!

-Por supuesto.

La sonrisa cínica en el moreno rostro de Enid me asustaba, y sus rizos pelirrojos parecían un poco descuidados, parecía estar impaciente por algo o por conseguir algo.

-Esta bien, pero voy a coger una chaquet...

-¡NO! -gritó bruscamente, pegué un brinco del susto- quiero decir, que no hará frío. Venga, vamos, _____ Nova.

***

Los templos de estaban prácticamente al lado de nuestro hotel, y me sorprendía que teniéndolos tan cerca no estuviesen en el planing de lo que ibamos a hacer durante esa semana. Enid me narraba historias sobre su juventud, mientras yo escuchaba atentamente y de cuándo en cuándo le preguntaba algo relacionado con lo que ella contaba. Me encantaban las historias, tanto leyendas como las más simples de la gente.

Puede que Enid sea enrollada, quizá este viaje sea inolvidable.

Había varios templos.

-¿Cuál visitaremos primero? -pregunto con una risilla nerviosa.

-Oh, no tengo preferencia, solo quiero verlos por dentro.

La verdad es que solo quería estar dentro de algún templo porque me estaba muriendo de frío, no sé porque me impidió coger una chaqueta o al menos un pañuelo, no quiero resfriarme en este viaje que me ha costado un ojo de la cara.

-Bien. Entonces empezaremos por Hades.

Su fino dedo de piel aceituna señalo un templo que estaba a unos pasos de mí, estaba un poco descascarillado pero las escaleras seguían intactas.

Un nombre; el del dios del inframundo.



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No creo en ti | Nico di Angelo & Tu #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora