Lo que más me gustaba físicamente de Nico Di Angelo era su pelo, era una espesura negra que me atraía como un agujero negro, como un insecto a la luz, él estaba delante mía pero sostenía mi mano; nunca le sudaban las manos, ¡podía haber más perfección en él! A mi en cambio sí, estaba nerviosa, muy nerviosa; aterrada.
Todo iba demasiado rápido, y yo siempre había sido de la vieja escuela, me había enterado que era una semidiosa, y ahora tenía una especie de novio, habían pasado ya unos meses desde la última vez que vi a mi madre, me han dicho que mi madre está informada sobre mi estancia en el Campamento Mestizo aún se me hace raro pensar que estuvo con el mismísimo Zeus. Jason es mi hermano, tengo un hermano...de pequeña siempre quise tener un hermano, pero Jason apenas me habla, sé que es un chico majo pero es imposible por parte de ambos esforzarnos en querernos como una familia mundana.
-¿Lista? -La voz de Nico me saca de mis pensamientos mientras que con la otra mano coloca mejor el asa de la mochila.
-Sí. Lo estoy -respondí.
Mentira, mentira, pero mira, una mentira de estas buenas, no quería ir al Campamento Júpiter, no estaba ni acostumbrada al mío, ¿cómo iba a ir a otro?
Durante el viaje en carro tuvimos que ir en carros separados, él iba a una velocidad constante, de claramente, alguien que controla, yo en cambio aceleraba tan rápido como desaceleraba y me quedaba a varios metros por detrás de él.
Mi carro se estampó contra el suelo, y caí en el barro, mi día no empezaba bien.
Nico estaba hablando con una chica, la única persona que nos había recibido, creo que se llama Reina. Era bastante guapa y segura de sí misma, le dio la bienvenida a Nico, claramente mi chico tenía muchos contactos, conocía a tanta gente y me enseñaba tanto de su mundo que me enamoraba su intelecto cada vez más, me explicó en que Legión debíamos quedarnos, a pesar de que deberíamos dormir separados.
-Me voy a mi Templo a descansar, aprovecharé que Jason no ha venido aún y no tengo que compartirlo con él.
-Espera, te acompaño.
-P-pero, ¿no acabas de decir que no podemos estar juntos en el mismo templo?
-De noche, _______, me refería de noche.
Su voz salió ronca y la piel se me erizó.
El interior del templo era más amplió de lo que parecía desde fuera, había un espacio, como un altar, imagino que para mi padre, para el Dios Zeus.
De repente di un respingo, sentí algo húmedo en mi cuello que me hizo sentir una sensación increíble. Nico me acababa de dar un beso en el cuello.
-Bésame -me rogó.
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No creo en ti | Nico di Angelo & Tu #Wattys2019
Hayran Kurgu(NUEVA CUENTA @Marta_fernah) Siempre me he interesado por el mundo de la antigüedad clásica por algún casual me siento identificada con ella y me hace olvidarme de todos mis problemas. ¿Lo mejor?, Parece ser que los astros se han alineado; mi instit...
