A Prince At Midnight

VII "La Corona"

Holmes Chapel, Chesire.

El frío era amigo de Harry, las nevadas le agradaban lo suficiente como para salir en playera sin mangas y recostarse en la nieve. Era como un oso siberiano, después de todo sangre rusa corría en sus venas.

Esa mañana de domingo la tenia libre pero no se encontraba con ánimos de salir a ninguna parte. La noche anterior había estado con una chica que lo dejo bastante cansando, eso y que después condujo hasta su hogar desde Londres.

Llevar a cabo el trabajo como Opekun no era del todo sencillo, siempre había gente que amenazar, cobrar o matar por razones diferentes. Tenia que mantener vigilados los cultivos en España y los laboratorios de Rusia, también cerrar tratos de todo tipo, venta de armas, drogas, personas. Y aun así, acompañar a su padre de vez en cuando a reuniones importantes u hacer el papel de traductor. Consideraba que ya hacia muchas cosas en ese negocio pero su padre no pensaba igual. La razón por la que había decidido darle el día era porque el Lunes a primera hora viajaría a Londres para encontrarse con el nuevo presidente y firmar el contrato con el que podrán trabajar en el país sin ser molestados y a cambio el gobierno recibiría una mínima parte de las ganancias que en términos fiscales eran uno de los principales ingresos de inversión en el país.

Su ultimo encuentro con el Príncipe de Gales no fue muy agradable. El chico era lindo pero su carácter no; era hablador, impertinente y sin filtro, irritante, entrometido, pleitista y obsesionado con la etiqueta de seguir las normas al pie de la letra. Sin embargo no fue del todo mal, físicamente el chico era un maldito gay en potencia con un culo despampanante y piernas de impacto. Claro, unos zafiros muy bonitos también. De cualquier forma no estaba del todo animado al saber que volvería a ver al Príncipe que caminaba meneando la cadera de su cuerpo excesivamente afeminado, con voz chillona que nunca para y una lengua filosa que pide a gritos ser cortada.

Pero no podía matarlo, no ahora; arruinaría muchos negocios con el gobierno y su padre lo arruinaría a él. Así que por mucho que deseara enterrarle una bala en la cabeza, no lo haría. Aunque eso no quiere decir que va a salirse con la suya del todo. Ese príncipe Gay pide a gritos que lo follen con cada paso que da y Harry es un alma caritativa que le gusta complacer al prójimo.

Sonrió para si mismo y se levanto del suelo quitando la poca nueve que se pego a su piel, tomo su gorro del suelo y entró a la mansión por la puerta trasera. Zayn estaba esperándole en la entrada con su chaqueta de lino negra.

-¿Ya esta listo el vuelo de mañana? -preguntó Harry.

-Si señor, despegamos a las ocho de la mañana y arribamos en una hora a Londres, tengo preparado un jet que lo llevara de Londres a Madrid para revisar la producción de marihuana y coca; después saldremos a Rusia cerca de las cinco de la tarde hora España para hacer una visita casual en los laboratorios; tengo entendido que esta ahí algunos días para desarrollar el descubrimiento de esa nueva droga. Si mis cálculos no fallan estaremos de vuelta en la madrugada del jueves, justo a tiempo para la reunión con el presidente de estados unidos y cerrar el trato de compra de armas.

-Perfecto, prepara la ropa que voy a necesitar, no quiero llegar a España usando algo muy formal, unos jeans y camiseta estarán bien; asegurate de llevar ropa suficiente para mi estancia, ya sabes lo que me gusta, pero también lleva un traje para que use de vuelta a Washington. -Zayn asintió.

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Londres, Reino Unido.
Sábado 18 de Diciembre 2016

Louis volvió a casa luego de tomar un helado de chocolate y haber patinado en la pista de hielo de la plaza al aire libre. Se tomó algunas fotografías con fanáticas suyas, regaló varias firmas también y comió una hamburguesa con queso. Esta vez pidió que un carro lo recogiera para volver a casa. Cuando llegó al palacio su padre lo citó en su despacho, dejó las bolsas en su habitación, se cambió la ropa y fue al encuentro con el presidente.