A Prince At Midnight

XVII "El Final De Un Inicio"

Escocia, Reino Unido.

Louis bajó del avión con una ráfaga helada de viento que le estremeció el cuerpo dejándolo casi sin aire. Las cinco princesas y el pequeño príncipe descendieron detrás de él envueltos en grandes abrigos donde apenas se veía su nariz roja. Dolió su garganta cuando quiso buscar oxígeno y sintió como su tráquea se contrajo, sacó rápidamente su inhalador para el asma y descargó dos dosis en su boca. Si Londres era helado en invierno, Escocia era aún mucho peor. Entró al auto con prisa de calentarse con la calefacción interior, entonces pudo respirar bien.

Llegaron al palacio escocés casi para la hora de la comida, los edecanes les llevaron a sus habitaciones para que pudieran cambiarse y bajar al comedor donde los demás ministros/presidentes/reyes, les esperaban. Reino Unido estaba convirtiéndose en un desastre entre Monarquías y Repúblicas constitucionales, cada vez la unión de los cuatro reinos se fragmentaba más y esta reunión buscaba frenar esa ruptura. Louis no era el único príncipe ahí, tampoco el único gay o en busca de su identidad si se puede justificar así. Era cierto que de la misma manera en que la promiscuidad se daba en las esferas más bajas, en las altas era aún más común. La diferencia es que en la alta alcurnia era el pan de cada día entre los pequeños círculos sociales y también un buen motivo de apuestas entre los más rebeldes quienes por la mañana todos se asustaban al escuchar la palabra sexo y por las noches el término dormir estaba sobre valorado. Aquellas reuniones significaban sólo una cosa y Louis era el único selectivo de toda la corte.

En el salón principal se encontraba toda la familia real escocesa, el rey a la cabeza, la reina a la derecha y sus nueve hijos a su izquierda. A partir de ahí se encontraba el Primer Ministro de Gales, su esposa, los gemelos, ambos Principes de Gales con el mayor casado y el tercer hijo varón, Mikelian, la pesadilla de Louis, posteriormente seis hermanas con tres de ellas casadas y una en camino al matrimonio. En el mismo orden el primer Ministro irlandés y su familia, de siete hijos de los cuales dos chicas y un varón se encontraban en matrimonio y el resto con pareja formal. Al final estaban lugares reservados para él, su padre y sus hermanos. Él soltero, sin embargo sus dos hermanas mayores iban acompañadas de chicos que él no conocía muy bien. ¿Cuando habían conseguido novio? Quitó importancia a ese asunto que después aclararia. Desconocía el motivo por el cuál su madre no estaba presente pero entendió que no era momento de preguntar cuando miró a su padre con la interrogante en los ojos y este negó. Tomaron asiento en medio del leve bullicio de saludos y besos que se ganaban al saludar a cada integrante de las familias reales. El almuerzo fue servido en exceso a como acostumbran hacer las altas esferas, del cuál la octava parte fue todo lo que se consumió. Que desperdicio. Pensó Louis. Y aún falta el postre que por desgracia no fue capaz de comer. El pay de limón se veía delicioso pero el gluten de su base de galleta sería mortal para su cuerpo.

Después del almuerzo comenzó la reunión. Los gobernantes se reunían solos en una sala, las chicas iban al salón de las mujeres, los chicos eran enviados a un salón donde pudieran convivir, los niños fueron llevados a tomar la siesta y los primogénitos exclusivamente se reunían igual que sus padres para discutir algunos aspectos de sus políticas. Fue entonces cuando Louis se encontró con su peor pesadilla: El principe Mikelian de Gales, el hijo menor. Se asustó cuando lo vio caminar hasta él a paso firme mientras el resto de los primogénitos charlaban. Llegó a su lado y lo saludó con un beso en la mejilla.

—Hola Lou.

Un escalofrío recorrió más fuerte por todo su cuerpo. Mikelian siempre lo ponía nervioso de alguna manera, siempre había sido así desde que asistieron juntos a Eaton. El Príncipe Mikelian de Gales era gay, eso no podía ocultarse, pero tampoco se había hecho una afirmación pública, al menos no hasta entonces.