Regresar al Gran Salón con el resto de las personas resultó ser una experiencia desagradable. Había demasiado ruido de risas, voces, pies contra el suelo y música. Ambiente que no era agradable para Louis con su trastorno del procesamiento sensorial. Harry lo sabía y lo vió reflejado en su rostro.
Los recién casados danzaron los últimos pasos de aquella sinfonía y los aplausos llenaron la habitación.
—Tenemos que bailar. -Murmuró Louis al oído de Harry. Sujetó su hombro derecho y se unió a él por la espalda—. Y aún me tiemblan las piernas.
—Yo te guío. -dice Harry.
—Es una buena idea pero resulta que primero debemos bailar entre nosotros los hijos de las familias importantes y después podemos bailar con quien nos plazca... Pero en verdad tengo ganas de tomar una siesta en este momento.
—Vámonos entonces.
—Mi madre me matará. -agrega.
—Puedes decir que te sientes enfermo.
—Intentaré bailar... Después de todo amo la danza, no debe ser muy complicado.
Para cuando terminó de bailar con todas las chicas de la corte sus piernas temblaban de cansancio. Una última reverencia a su propia hermana y fue liberado de la pista. Harry lo esperaba recargado en un pilar cerca de un ventanal abierto, con un cigarrillo en sus labios. Se acercó a besarlo suavemente y en cambio recibió una muestra del humo que viajó de los pulmones de Harry hasta su boca. Sonrió mientras exhalaba el beso de humo que el. Opekun había dejado en él.
—¿Vienes a pedirme que baile contigo?
—No tengo ganas de bailar aquí. Ahora soy libre de todo protocolo y de verdad quiero dormir, siento que en cualquier momento mis piernas van a fallar y caeré de boca. Además, mañana será un día cansado, tenemos muchas actividades planeadas.
Harry asintió. Sin decir nada enredó sus manos y salieron de ahí.
Los pasillos del palacio de Gales eran muy similares al de Buckingham, sin embargo el Opekun desconocía la distribución del complejo e inevitablemente se encontró perdido. Louis sonrió con una aire de ternura a la vez que negaba con la cabeza, se colocó delante de Harry caminando a pasos seguros hasta sus aposentos donde al llegar cierran las puertas y encienden la calefacción.
—¿Sabes bailar? -pregunta Harry. Louis lo mira con ojos desafiantes y dice:
—Por supuesto que sí.
El más alto asiente, coje su teléfono del bolsillo interno de su traje y reproduce Roxanne, un ritmo tradicional del Tango.
Recorta la distancia entre él y Louis, sujeta su mano derecha y el príncipe envía su brazo izquierdo por encima del hombro del más alto que a su vez lo sujeta por las costillas. Algo dentro de su cuerpo se enciende y y no importa el cansancio en su cuerp, solo desea bailar con Harry.
La primera alteración de la melodía resuena desde su chaqueta y sus pies se mueven.
Derecha, izquierda, derecha, atrás. Apertura lateral. Punteo y giro.
Se miran un segundo hasta que la música les indica el momento de retomar el paso.
Patada al frente. Pose inicial. Pierna sobre rodilla, Flexión y brazo estirado. Giro. Derecha, izquierda, derecha y giro. Caricias con su pierna.
Aguardan con sus cuerpos juntos en espera de la música, se miran a los ojos y sonríen. Louis gira sobre sus pies, espalda sobre el pecho de Harry quien sujeta sus muñecas estiradas sobre su cabeza y desliza su cuerpo hacia abajo en una barrida de zig zag. Gira nuevamente sobre sus talones y atrapa el cuello de Harry con sus brazos. El más alto sujeta su cintura y menea sus cuerpos de izquierda a derecha, con la elegancia de una pantera.
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A Prince At Midnight
FanficEs el Principe de Inglaterra, pero no asumas que Louis lo tiene todo. Le vendría bien un poco de emoción o peligro en su monótona, costosa y ocupada vida dentro del palacio de Buckingham y quizás, tal vez, incluso... El amor de su vida. A pesar de n...