XXII "Arboleda El Único Lugar En El Mundo"

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Cuando Louis se encontraba estresado solía tocar alguno de sus instrumentos para tranquilizar sus nervios. Golpeaba las teclas del piano con violencia interpretando una melodia de Bethoven. Sus ojos estaban cerrados, movía la cabeza en sintonia con las notas y sentía como sus dedos volaban sobre el teclado. Con la espalda recta y pies delicados sobre los pedales perdía su mente en la música. El calor familiar de la chimenea proporciona una sensación hogareña, como debería sentirse un abrazo. La oscuridad atravesada con rayos de luz tenues que lograban entrar por los ventanales creaban el ambiente perfecto para desenvolverse en la música y perder el control de tu cabeza.

Harry escaló por la enredadera hasta subir al balcón siendo atraído por la música encantadora del piano. Desde afuera divisó la espalda de Louis, sus manos moverse con el viento y todo su cuerpo vibrando en la misma frecuencia que el instrumento bajo sus manos. Sonrió. Suavemente abre la puerta y se adentra en la habitación inundada de notas musicales perfectas. Louis ni siquiera fue consciente de su presencia, tampoco se dio cuenta de la foto que Harry tomó de él en el piano. Canción tras canción sonaba conectando cada una de ellas sin dejar terminar la anterior, algo que solo los grandes de la música pueden hacer. Fue hasta que la última nota de la última canción cayó, seguida de un suspiro largo y un par de ojos siendo abiertos cuando lo vio. Ahí, parado frente a él sin nada verdaderamente útil que decir pero sumamente hermoso.

-No sabía que vos estaba aquí ¿Hace cuanto esperais? -Murmuró Louis. Poniéndose de pie apoya las manos sobre la superficie del piano y se inclina para dar un beso corto en los labios de Harry.

-Solo un par de canciones. No sabía que eras tan bueno. -Sonríe. Ambos caminan hasta los sillones donde Harry se sienta con los pies cruzados Y Louis pone su cabeza en medio mirandose directamente a los ojos aún con la poca luz.

-Soy mucho mejor cuando estoy estresado. -dice finalmente. Harry acaricia sus cabellos.

-A mi también me ayuda tocar cuando me siento mal. -Después de una pausa, agrega-. Es como conectarme con mi madre en cada nota, ella me enseñó cuando era muy pequeño.

-Mi madre nunca me ha enseñado nada. Siempre han sido las institutrices quienes se encargan de ello o en muchas ocasiones Maura.¿Donde vos estuvo el día de hoy?

-Trabajo de oficina solamente ¿Como estuvo tu día? -Hablar sobre sus vidas se había convertido en una rutina que mantenían ya sea por teléfono o en persona. Amaban charlar sobre cualquier cosa. Eran el uno para el otro la clase de persona con quien podrían hablar de política, literatura, historia o un sabor de helado. Algunas veces a Harry le gustaba hacerle preguntas para conocerlo más a fondo, esta noche era la ocasión.

-Agotador. La escuela es detestable, la comida con el Ministro fue muy aburrida y tengo que planear unas cosas más del evento que habrá el fin de semana. -Hubo una pausa cómoda-. Por cierto ¿Os gustaría acompañarme en la reunión? Mi padre dice que ya sois parte de la familia y los novios de mis hermanas asistirán. El pensó que tal vez podría contar con vuestra presencia como acompañante.

-¿Será un evento público? -Louis negó-. Entonces si.

-Y... También hay otro evento al que me gustaria invitaros, más bien dos. En un mes será la boda del príncipe Escocés y subirá al trono, mi padre también os a contemplado en la lista de asistencia. También es un evento privado.

-Necesito la fecha exacta para borrar mis diligencias de ese día.

-¿Eso es un si de vuestra parte? Dímelo.

-Si.

-También hay otra cosa, pero quizás no puedeis asistir esta vez. Es un evento público. -Mordió su labio inferior-. En tres semanas tengo que dar un discurso para anunciar los acuerdos y beneficios que se han obtenido en las vistas a los diferentes reinos, un poco de burocracia hablando sobre la unión y el amor de los reinos y me gustaría que vos estuvieras ahí.

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