Londres, Reino Unido.
Los días pasan y el tercer semestre en la facultad termina, pero para Louis sólo significa exámenes extraordinarios, trabajos extras y clases de regularización para lograr subir sus notas apenas una miseria. No puede más. Tiene 19 años y comienza a encontrarse canas de vez en cuando en la cabeza, el estrés lo esta matando.
Cada día se convence más de que necesita ponerle un alto a su padre. No puede seguir pretendiendo que es el estudiante perfecto en Derecho, su moral no se lo permite y su salud mental tampoco.
Tiene un plan, y de verdad espera que funcione, pero deberá llevarlo a cabo en un par de meses cuando el semestre finalice y pueda reunir el valor suficiente
Holmes Chapel, Chessire.
Harry está en las mismas. Cada día encerrado en ese despacho le roba un pedacito de su alma; pero sabe que no puede simplemente dejar la Ubiytsy, a pesar de que sabe como hacerlo, porque cuando eres el opekun de una mafia influyente, huir nunca es opción. Al menos, no solo. Y si quisiera realmente ser libre, necesita encontrar a alguien lo suficientemente loco y valiente para enfrentarse al Pakhan y burlarse de él en su cara.
Londres, Reino Unido.
En el palacio de Buckingham la situación es cada vez mas tensa cuando Louis es despertado a las seis de la mañana de un domingo para reunirse con su padre en el despacho presidencial. La noche anterior no fue la mejor para Louis y casi es fotografiado en un sitio donde no debería estar. Su corazón se desboca cuando Leyel, su guardaespaldas principal llama a su puerta y le dice que se apresure a llegar puesto que el presidente no se encuentra en posición de esperar.
-¿Cual es la emergencia? -pregunta en un débil intento por sonar casual y ajeno al tema en cuestión, del cual a pesar de no estar aparentemente enterado aún, podría apostar su vida a que ya lo sabe. Y para su desgracia, acierta.
Recientemente Louis fue visto saliendo de un bar y no cualquiera, se trata de un lugar nuevo llamado Sweet; que por si fuera poco, es un bar gay.
-Posiblemente sea solo un rumor para llamar la atención. -O al menos eso quiere hacer creer Louis a su padre.
-No hay fotografías claras William, pero el reportero afirma haberte visto ahí y hay testigos que dicen creer haber visto al príncipe de Gales en la barra. ¿Donde estuviste anoche? -pregunta. Esta vez su voz es severa y hace temblar las vértebras de Louis. Tiene miedo y mucho pero no puede dejarse inculpar han fácil. Tuvo un error al dejarse ver, si, lo sabe y a pesar de que los títulos no le importan, como cualquier adolescente en su posición, teme salir de la zona de seguridad en la que se encuentra.
-En mi habitación. -dice finalmente con la voz mas clamada que sus cuerdas vocales pueden producir.
-Juralo.
-Padre soy un caballero, y mi palabra vale. ¿Por que diría algo si no es más que la verdad? -Esta vez es el joven quien cuestiona al mayor. Su madre esta sentada en un extremo del despacho sin decir nada, simplemente mirando él desarrollo de la situación.
-No lo sé hijo... La prensa no suele mentir cuando se trata sobre el palacio.
-Pero ya no somos nobles padre, nuestros títulos ya no valen lo mismo. Ahora son solo apellidos muy largos; es un poco obvio que intenten difamarnos y que mejor que usar al príncipe de Gales. -dijo. Mentiroso. Le gritaba esa vocesilla que hay en tu cabeza cada vez que haces algo que no esta bien; consciencia le llaman.
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A Prince At Midnight
Hayran KurguEs el Principe de Inglaterra, pero no asumas que Louis lo tiene todo. Le vendría bien un poco de emoción o peligro en su monótona, costosa y ocupada vida dentro del palacio de Buckingham y quizás, tal vez, incluso... El amor de su vida. A pesar de n...