III "Ojos Azules Que Vienen del Mar"

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Maura despertó al joven príncipe a la hora acordada. Estiró él cuerpo, se cambió de ropa y ordenó un poco su cama. Se dispuso a leer un libro durante su espera; quince minutos después él joven de ojos lindos toco levemente la puerta de su habitación.

Su corazón se aceleró y estuvo a punto de soltar un chillido. Lanzó él libro al sofá, acomodó su cabello y fue a abrir la puerta. Sonrió de lado tratando de ocultar su nervisismo.

-Sir. -Musitó él chico.

-Adelante ¿Cual es tu nombre?

-Niall...

-Un gusto. -dijo tomando asiento en él living de su habitación haciendo señas con la mirada al chico para que imitara su acción.

-Sir, le juro que no fue mi intención golpearlo, yo ni siquiera lo vi. El florero era muy grande y...

-Hey, respira. No estoy molesto, para eso te he hecho venir aquí. No estoy enojado ni nada por él estilo, se que fue un accide, además yo también estaba distraído.

-¿No va a despedirme? -preguntó Niall con la mirada enternecida y asombrada.

-Para nada, solo quería agradecerte.

-¿Agradecerme? Pero si yo no he hecho nada bueno.

-Oh claro que si... Me has dado él golpe de mi vida y gracias a ellos obtuve la epifanía que tanto estaba buscando.

-No comprendo Sir. -murmuró él rubio.

-Nada mi niño. No es nada. -Le dijo pasando una de sus manos por su espalda-. No te despediré, no me atrevería.

-Pero la rei... la primera dama ¿Que dirá Sir? ella es muy cuidadosa con usted y cuando se entere de lo que sucedió me echará. -Murmuró. Él chico era muy nervioso por lo visto.

-Oye, tranquilo Niall, yo me encargo de ella y de mi padre. -Con él dorso de su mano acarició su mejilla sonrojada. Sonrió y en sus ojos azules, Louis pudo ver algo más allá de un par de pupilas. Y sus labios. Joder. Sus labios magenta eran su nueva perdición y deseaba tanto besarlos.

Podía hacerlo y Niall estaría obligado a guardar él secreto; se trataba del Príncipe de Gales y bastaba con una palabra para sellar sus labios... O un beso.

-Niall...-susurró. Su aliento golpeando la mejilla lechosa del rubio. ¿De verdad iba a hacer eso? ¿Usar sus títulos para satisfacer sus caprichos? Odiaba los títulos con todo su ser y estaba a punto de convertirse en aquello que había jurado erradicar.

Delineó él perfil de su barbilla con él índice derecho y la levantó hacia él; la respiración de Niall lenta y sus ojos brillando por la anticipación; sabia a donde quería llegar él príncipe y tal vez no debía ceder. Pero vaya que quería hacerlo.

-Sir...-Suspiró al sentir su mano izquierda recorrerle él muslo hasta la mitad. Instintivamente cerró sus ojos y entre abrió los labios. El labio inferior del joven príncipe tembló, indeciso de su siguiente movimiento sujeto su cadera dando un leve apretón en un intento de darle seguridad.

Niall estaba ansioso, quería cortar él espacio entre sus labios de una vez, pero no se encontraba en posición de tomar en mando. Sentía él aliento con olor a menta del príncipe golpearle la cara, lento y tibio.

El labio inferior de Louis tembló ligeramente cuando estuvo cerca de aquel beso deseado que casi podía sentir una conexión sináptica entre sus cuerpos; sin embargo fueron interrumpidos por unos golpes ligeros en la puerta.

-Louis. -Era su nana-. Tu madre quiere verte en él salón de las mujeres.

-Creo que debo irme ahora Sir. -dijo Niall-. La reina... Quiero decir, la primera dama quiere verll y es mejor que no la haga esperar.

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