Capítulo 25. "Una distracción"

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Pasaban las semanas y las cosas no mejoraban, esta perdiendo la esperanza de que ella volviera a ser esa mujer cariñosa y comprensiva que una vez fue, esa mujer que era como una madre para todos nosotros, aunque su papel mas importante era el de tal vez mi futura prometida, los chicos se estaban percatando de lo que ocurría, intentaban animarla pero ella solo los rechazaba, así tal y como hacía conmigo todos los días, del amanecer hasta el anochecer.

-Bruce, ella esta muriendo, debes llevarla al doctor y después a un psicólogo -Dijo Steve

-Lo eh intentado, pero ella se aferra a que esta bien y que no saldrá de la casa -Dije algo cabizbajo y preocupado -A menos de que ella consiga una propuesta de trabajo, lo cual no creo que suceda ahora -Dije desanimado 

-Debemos conseguirle esa propuesta de trabajo, debemos llamar y buscar algún empleo para ella -Dijo Clive muy seguro de sí mismo, todos aceptamos realizar ese plan, debíamos conseguirlo, todos a excepción de Dave comenzaron a llamar, preferí no reclamarle , igual era su decisión si quería apoyarme con ello o no, preferí no preocuparme por ello.

Llamamos a muchas empresas de actuación, de cine nacional e internacional pero no conseguimos ninguna respuesta, había perdido la última esperanza de cambiarle la vida a aquella mujer que estaba muriendo por mi culpa, me sentía culpable, inútil, ya no había nada más por hacer, era probable que muriera, era lo más preocupante que podía ocurrir, pero esa era una opción, eso podía pasar antes de que me diera cuenta de la realidad, de lo que estaba sucediendo.

Un día por fin me decidí a hablar seriamente con ella, aunque me ignorara debía hacerme escuchar, ella debía conocer mi preocupación por ella, que lo que quería era salvarla, su vida era muy valiosa para mí. Entré a la habitación, ella estaba sentada frente al espejo del tocador, como usualmente hacía, sus ojos no se despegaron de éste cuando entré, me senté en la cama y la miré desde el espejo 

-Se que tal vez me odias pues te hice daño, desobedecí a aquella promesa de no salir sin ti, y por ello estoy arrepentido, pero debes saber que me importa tu vida, te estas matando sin darte cuenta, debes parar, yo... te amo... y no quiero perderte -Dije con un hilo de voz, me comenzaba a sentir vacío de una manera sorprendente, ella solo me ignoró como hacía siempre sin mostrar emoción alguna, como si no tuviera sentimientos por nadie, ni por ella misma, salí de la habitación molesto, cerré la puerta de un portazo, los chicos escucharon eso, de inmediato me miraron con sorpresa 

-No quiero saber más, vayamos a un bar o a un sitio donde pueda estar lejos de aquí -Dije un poco mas relajado, ellos de inmediato decidieron que iríamos a un bar, no me importaba nada, solo quería olvidarme de todo de la manera que fuera, no tardamos en llegar a un bar, al parecer los chicos habían arreglado todo para hacerme olvidar aquellos malos momentos por los que estaba pasando, en aquel sitio nos recibieron como todas unas celebridades, habían fanáticos pidiendo a gritos que les diéramos un autógrafo y así fue hasta que entramos al bar, era un bar al que nunca antes habíamos ido, varias camareras nos recibieron y tomaron la orden, lucían pequeños vestidos muy escotados, pero lo más sorprendente era que ellas al parecer también eran fanáticas, no tardaron en pedirnos una fotografía grupal, y así fue, después de ello nos trajeron varias bebidas, los chicos se veían muy contentos, pero yo no, aún tenia a Rosalie en mi mente, los chicos de inmediato se dieron cuenta de mi situación

-Bruce, deberías relajarte, hoy es tu día, nuestro día -Dijo Steve tratando de animarme

-Sólo creo que deberías relajarte, de todas maneras hay muchos peces en el océano -Dijo Adrian mostrándome a aquellas camareras 

-Pero no todas son dueñas de una gran fortuna-Interrumpió Clive, de pronto todos comenzaron a reír, a excepción de mi, sólo ignoré aquellos comentarios que tanto los hacían morir a carcajadas  y bebí, copa tras copa, la noche pasaba y yo comenzaba a olvidarme de aquellos malos momentos.

Wasting LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora