Capítulo 40. "Todo acabó"

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-Corrí evitando que Rosalie me tomara, una caja estaba vacía, era la de Angus, pero antes de que pudiera buscarlo por aquella pútrida habitación me topé con ella, no tardé en dar un grito de angustia, pero pronto ella cayó al suelo, Angus la había golpeado en la cabeza, no tardé en balancearme para abrazarlo con todas mis fuerzas

-No es momento para esto –Dijo mientras me hacía a un lado

-Solo acabaremos con ella si logramos que todos sus recuerdos desaparezcan –Gritó Ann mientras se levantaba del suelo

-¿Cómo hacemos eso? –Pregunté algo angustiada aún

-Debemos sacar a todos, ellos no están muertos –Rápidamente Dave y Bruce regresaron, ellos junto con Angus sacaron las demás cajas, tardaron unos cuantos minutos, mientras Ann y yo vigilábamos a Rosalie, ella aún se encontraba inconsciente en el suelo –Debemos quemar todos sus recuerdos, sus viejas cosas, todas sus pertenencias... -Antes de que Ann pudiera acabar de hablar Bruce arrojó una de las velas a un par de cajas apiladas, en éstas se encontraban todas sus pertenencias, éstas comenzaron a arder en llamas, pronto Rosalie se levantó dando gritos de dolor, salimos rápidamente del sótano, a excepción de Ann, Rosalie la tomó con las pocas fuerzas que seguramente le quedaban

-Yo te di vida, si yo muero tu morirás... ¿Qué acaso no lo comprendes? Yo te di lo que tus padres nunca te dieron –Ann la miró, sus ojos se cristalizaron, solo esperaba que ella no la salvara por convencerla

-Ellos nunca me quisieron entregar a ti, tú solo los obligaste, solo me utilizaste, por eso es que prefiero morir a saber que sigues asesinando a gente inocente solo para satisfacerte, debes saber que la belleza exterior no es lo que más importa, de todas formas por dentro estas podrida –Ann le dio una patada en el rostro Rosalie dio unos gruñidos infernales, Ann cerró la puerta y la ayudamos a colocar aquel reloj, Rosalie solo gritaba, el humo salía de debajo de aquella puerta de metal, todo era de metal por lo que no había riesgo de que toda la casa se incendiara, salimos de la casa y solo miramos como aquel humo se esparcía, pasaron las horas y ese humo por fin desapareció

-Ella jamás podrá descansar en paz –Dijo Ann mientras una lagrima recorría su mejilla, yo solo le sonreí

-Tu eres libre ahora, puedes ir a donde quieras y hacer lo que quieras, pero algo que no comprendo es ¿por que ella decía que si moría tu morirías?–Pregunté mientras la abrazaba

-Ella solo mentía, supe siempre que aunque ella muriera yo seguiría con vida, pero ahora puedo llevar una vida normal, al paso de los años creceré y moriré por vejez o alguna enfermedad tal y como la gente normal – Pronto los chicos comenzaron a despertar

-¿Qué paso? Lilith... ¿Por qué estamos afuera? No me digas que nos embriagamos, tus padres me matarían –Dijo Malcolm, corrí a abrazarlo, él había vuelto a la normalidad, los demás despertaron tal cual como si de un largo sueño se hubiese tratado, Dave, Bruce y yo abrazamos a todos, pero al parecer todos estaban muy confundidos

-Ellos no tienen idea de lo que pasó, el último día que recuerdan es el primer día que Rosalie entró a tu casa, en ese momento ella los hipnotizó, así que si les preguntan algo ellos no sabrán absolutamente nada –Dijo Ann muy segura de lo que decía, ahora entendía toda la confusión

-Pero algo que no comprendo es ¿Por qué Angus despertó antes que todo y sabía que Rosalie de ser una desconocida amigable había pasado a ser un monstruo? – Pregunté confundida

-Ella nunca me hipnotizó, solo fingí todo ese tiempo, muchas veces intenté huir pero siempre nos encerraba solo dejándonos comida podrida, pero tenía la esperanza de que ustedes regresarían en algún momento, sabía que era un monstruo, al principio fue una gran persona, nos alimentaba con pasteles y ricas meriendas pero eso acabó, siempre supe que algo no estaba bien, jamás hubiera confiado en Ann, ya que era también era cruel... pero me arrepiento de ello –Me sentí mal por Angus, había pasado por mucho, rápidamente lo abracé

-Todo esto ha terminado Angus, jamás volverá a suceder de nuevo, ella está muerta –Dije aun sollozando, entramos a la casa y arreglamos todo, lavamos y limpiamos dejando todo impecable, tal cual y como la habían dejado mis padres, pronto amaneció, no habíamos dormido pero me sentía mucho más aliviada, fui a darme un baño y a vestirme, toda mi habitación estaba en orden, ella no había tocado nada, me puse un vestido rosado y unas zapatillas del mismo color, me maquillé como solía hacerlo y me cepillé el cabello colocándome un listón negro, Angus y Malcolm se prepararon de igual manera, iríamos a ver al abuelo después de mucho tiempo, solo esperaba que él no nos odiara por no haberlo ido a visitar en mucho tiempo.

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