Capitulo 46

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Capitulo 46

Narra Lauren

Subí las escaleras con Camila de la mano pero cuando llegamos a fuera de la pieza la cargue entre mis brazos.

-Hey! ¿Qué haces? – preguntó Camz.

-Creo que no et acuerdas pero tu y yo nunca tuvimos una luna de miel – nos quedamos mirando – a si que si aun no me falla la memoria, no nos hemos separado por ende sigues siendo mi esposa.

-Eso suena raro después de dos años, pero estoy a tu disposición.

Le sonreí y abrí la puerta con una mano mientras Camila se agarraba de mi cuello, era la pieza en donde nos habíamos acostado juntas la ultima vez que fuera para mi cumpleaños. No le hice ningún cambio a la pieza solo hice la cama. Pero todas las cosas que se nos quedaron ese día seguían por el piso o encima de los muebles. Camila se soltó de mi cuello y comenzó a recorrer la pieza, rincón por rincón. Se paró en la ventana y yo me puse detrás de ella y le coloqué el collar con forma de L – creo que eso te hace ver aun mas perfecta de lo que ya eres – Camz se dio vuelta a mirarme y se dio cuenta que yo también me había puesto el collar.

-Es increíble que ni siquiera pueda venir a la playa tranquila sin acordarme de ti Lolo.

-Opino lo mismo, no venia hace dos años lo cual es mucho.

-Y con lo que amas la playa.

-Pero hay algo que amo mas que la playa – la mire directamente a los ojos y ella esbozó una sonrisa.

-¿Qué es?

-A ti – me acerqué a sus labios – te amo mas que a cualquier otra persona en mi vida.

-Después de dos años me siguen haciendo sentir la misma adolescente enamorada que hace años atrás.

-Eso es bueno – solo nos mirábamos y nos agarrábamos las manos – hagamos que todo lo que hemos pasado valga la pena Camila.

-¿Qué quieres decir?

-Todo lo que hemos sufrido por separado que ahora valga la pena. Que nunca mas tendremos que llorar solas en nuestro cuarto cuando nos tenemos acá la una con la otra.

-A veces me sorprendo de donde sale tanta inteligencia dentro de ese cerebro.

-Creo que estamos  hablando mucho.

Cargue a Camila y ella rodeo mis caderas con sus piernas y la pegue a la pared y mis ojos recorrieron toda su cara, amaba cada parte de ella. Su piel era tan perfecta, su boca… Dios! Su boca era mi perdición, nunca había deseado unos labios tantos como los de ella, su estúpida manera de morderse los labios no me ayudan en controlarme para nada -¿Qué miras? – me preguntó Camila.

-A ti – acaricie su cara con mis manos - ¿Cómo puedes ser tan perfecta?

-Tu eres perfecta.

Camila pegó sus labios a los míos y yo le respondí el beso de inmediato, necesitaba sentirla ya no podía esperar mas. Nuestros labios calzaban a la perfección y no paso mucho tiempo para que nuestras lenguas comenzaran a encontrarse y a jugar entre ellas. Había besado tantas veces a Camila, la había tenido tantas veces en mis brazos pero cada vez que pasaba esto era como si nunca hubiera pasado anteriormente. Mis manos recorrían las curvas de Camila y le subí un poco la polera para poder acariciar su estomago con mis pulgares, su piel reacciono al contacto y Camz comenzó a sonreír durante el beso, podía sentir como su respiración comenzaba a acelerarse y empezaba a regalarme pequeños gemidos.

La saqué de la pared y la acosté con cuidado en la cama y me quede mirándola – Camila, me encantas – ella solo me miró y sonrió.

-Creo que es mutuo.

Encuentro peligrosos. -Capitulo 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora