Best For Last

Capitulo 4

- ¡Te hice una pregunta, respóndeme! – Gritó nuevamente.

-Estoy con papá- Conteste aterrada. Mi cuerpo empezó a temblar parecía estar hecho de gelatina.

- ¿Y con permiso de quien estas allá? – Su respiración se escuchaba entrecortada, puedo jurar que tenía sus puños apretados.

-Mami es que pensé en venir unos días con él aprovechando las vacaciones, además hoy es mi cumple...- Me interrumpió.

- ¡Me importa un comino que pienses y que día es hoy, te quiero en media hora en la casa, ni un minuto más ni un minuto menos, de lo contrario sabes muy bien que te pasara! - Dijo furiosa y colgó la llamada. Voltee a ver a mi padre quien me veía a la expectativa -Me... me tengo que ir, mamá me necesita urgente – Le dije con la voz hecha un hilo.

Me levante de la barra, corrí a mi habitación y empaque lo que necesitaba. Baje nuevamente y mi padre ya me estaba esperando en la puerta, salimos y subimos a su camioneta; todo el camino fue silencioso, no paraba de mirar el reloj de mi muñeca desesperada por llegar a casa, veinte minutos después ya estábamos en frente.

Baje rápidamente de la camioneta y camine hasta la entrada mientras buscaba las llaves, papá venia tras de mí, abrí la puerta y vi a mi madre sentada en una de las sillas del recibidor. Con una velocidad impresionante camino por el living y se puso frente a mí, me tomo fuertemente del brazo y me metió a la casa.

- Mami me lastimas- Dije tratando de soltarme de su agarre.

- ¡Cállate! – Gritó.

- ¡Adele! – La gruesa voz de mi padre se escuchó y mi madre volteo rápidamente, haciéndome girar con ella.

- ¿Qué quieres Simon? – Dijo apretando más mi brazo, lo que provocó que hiciera una mueca de dolor.

- No regañes a Victoria, fue mi culpa no traerla temprano- Dijo cerrando la puerta y acercándose a nosotras.

- ¡A mí no me digas que tengo o no tengo que hacer con mi hija! ¡Esta es mi casa y aquí no tienes autoridad! – Respondió enojada.

- Sí lo sé, pero quiero pedirte un favor ¿Podemos hablar un momento a solas? – Le pregunto.

- Victoria, sube a tu habitación- Ordeno mi padre.

- ¡¿En qué momento dije que si quería hablar contigo?! – Gritó mamá.

- Victoria, ve a tu habitación- Me volvió a decir ignorando por completo el grito de mi madre.

Giré sobre mis talones y me fui directo a mi habitación cerrando la puerta con seguro. No quería escuchar nada de lo que dijeran, por lo tanto, me puse mis audífonos y me concentré en la melodía de las canciones. Es mejor que escuchar sus gritos.

...

- ¡Nunca dije que iba a hablar contigo! – Explotó Adele después de que su hija se fuera.

- Baja la guardia y no me grites- Le dijo Simon; ella apretó los puños tomando un gran respiro.

- ¿De qué quieres hablar? – Dijo molesta.

- Vamos a la cocina- Le indico dejándola pasar primero.

Se encaminaron a la cocina y Simon se sentó en la barra, ella no lo quiso hacer.

- Siéntate- Le pidió.

- ¿Por qué razón? No me da la gana estar sentada- Hablo de mala forma y él solo levanto una ceja mientras sonreía con ironía. Adele seguía siendo la misma, sin importar los años.